Del mismo modo que Evo Marales ha sido nombrado "Gran Cóndor" por las tribus indígenas de Bolivía, lo que significa convertirse en la "máxima autoridad" de los indios balivianos, en una ceremonia cargada de simbolismo y significado étnico e histórico, José Luis Rodríguez Zapatero debería ser nombrado también "Gran Cóndor" del nacionalismo español, como premio al enorme impulso que está dando, desde su presidencia del gobierno, a esos movimientos separatistas y antiespañoles.
Si existía alguna duda sobre sus méritos, Zapatero las doblegó el sábado cuando permitió a Otegui celebrar su "aquelarre" batasunero en Baracaldo, a pesar de que una sentencia judicial lo prohibía, y cuando alcanzó un todavía desconocido "acuerdo global" sobre el Estatuto con el nacionalista catalán Artur Mas.
Los hechos son tozudos y demuestran con solvencia científica que el nacionalismo, sobre todo el nacionalismo extremo vasco y catalán, ha multiplicado sus fuerzas en España durante el gobierno de Zapatero.
Debo confesar con pesar que la idea de nombrar a Zapatero "Gran Cóndor" del nacionalismo español no es mía, sino de mi amigo Rubén, que me llamó esta mañana para decirme que, según "sus fuentes", los dos grandes "fontaneros" del reino, Rubalcaba y Moraleda, estaban ya haciendo gestiones ante los cuatro "popes" del nacionalismo español (Ibarretxe, Otegui, Carod-Rovira y Artur Mas) para que ZP fuera nombrado "Gran Cóndor" nacionalista español y con la intención de que, apoyado en ese "prestigioso" nombramiento, pudiera lanzar una campaña electotral "electrizante" que le permita ganar las próximas elecciones generales.
Conozco a mi amigo Rubén y lo de "sus fuentes" es un puro invento porque él no sólo no tiene fuentes solventes sino que apenas habla con otra gente que no sean Hegel, Popper, Sartori, Edgar Morín y algún que otro santón del pensamiento político y la filosofía. Cuando Rubén habla de "fuentes" se refiere a que su idea es lúcida, brillante y hasta verosimil.
Si existía alguna duda sobre sus méritos, Zapatero las doblegó el sábado cuando permitió a Otegui celebrar su "aquelarre" batasunero en Baracaldo, a pesar de que una sentencia judicial lo prohibía, y cuando alcanzó un todavía desconocido "acuerdo global" sobre el Estatuto con el nacionalista catalán Artur Mas.
Los hechos son tozudos y demuestran con solvencia científica que el nacionalismo, sobre todo el nacionalismo extremo vasco y catalán, ha multiplicado sus fuerzas en España durante el gobierno de Zapatero.
Debo confesar con pesar que la idea de nombrar a Zapatero "Gran Cóndor" del nacionalismo español no es mía, sino de mi amigo Rubén, que me llamó esta mañana para decirme que, según "sus fuentes", los dos grandes "fontaneros" del reino, Rubalcaba y Moraleda, estaban ya haciendo gestiones ante los cuatro "popes" del nacionalismo español (Ibarretxe, Otegui, Carod-Rovira y Artur Mas) para que ZP fuera nombrado "Gran Cóndor" nacionalista español y con la intención de que, apoyado en ese "prestigioso" nombramiento, pudiera lanzar una campaña electotral "electrizante" que le permita ganar las próximas elecciones generales.
Conozco a mi amigo Rubén y lo de "sus fuentes" es un puro invento porque él no sólo no tiene fuentes solventes sino que apenas habla con otra gente que no sean Hegel, Popper, Sartori, Edgar Morín y algún que otro santón del pensamiento político y la filosofía. Cuando Rubén habla de "fuentes" se refiere a que su idea es lúcida, brillante y hasta verosimil.
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