El cristianismo proclama la grandeza infinita de un Dios que ha hecho al hombre plenamente libre, incluso para causar el mal y destruir la naturaleza, la obra creada y hasta la misma vida. Esa religión lanza como mensaje central, el amor, tanto al amigo como al enemigo, al lejano como al cercano y el perdón presidiendo la vida y la convivencia.
Es imposible imaginar siquiera mensajes más hermosos que los de la libertad plena y el amor a los enemigos y a los que nos maltratan. Sólo desde la grandeza de un Dios pueden predicarse esos valores.
La izquierda mundial, el Islam y el maligno mundo woke están acosando. persiguiendo y asesinando a los cristianos porque el cristianismo, que es la religión de la libertad, del amor, de la dignidad humana y de la exaltación de la persona, estorba a los políticos que quieren dominar y subyugar a los pueblos.
Esas élites dominadoras sueñan con la desaparición del cristianismo y su sustitución por otras religiones que, como la musulmana, reprimen la libertad personal y potencian la sumisión a Dios y a los poderes terrenales.
El cristianismo es un peligro para los tiranos que quieren dominar el planeta. El cristianismo es incompatible con el marxismo porque potencia la libertad y dota al ser humano de la máxima dignidad posible, la de ser “hijos De Dios” y “herederos del Cielo”.
Pero quizás lo que más odian los tiranos y corruptos sea el "amor", que es el arma más poderosa del Cristianismo, un concepto ausente de la política, que los políticos ni si atreven a mencionar porque su concepto del poder es justo lo contrario del amor: presión, obligación, represión, opresión, miedo, enfrentamiento, odio y dominio.
Ninguna otra religión del mundo se fundamenta, como la cristiana, en una relación personal y directa del hombre con Dios, un ser supremo que se presenta como amigo y que ha creado al hombre libre y dueño de su destino.
Cuando un ser humano se siente hijo de Dios no es fácil que acepte someterse a políticos corruptos y miserables, por mucho poder que tengan.
Es lógico que esa cosmogonía religiosa exaspere y enrabie a los tiranos que quieren ver al hombre arrodillado ante su poder.
Para los tiranos, el cristiano es un rebelde libre con el que hay que acabar.
Del mismo modo, los tiranos opresores, para los cristianos, son enemigos de la fe y mensajeros de Satanás.
El gobierno de izquierdas español, dominado por los socialistas, no asesina a los cristianos, pero los margina y despliega políticas para suprimir la religión y envolverla en decadencia y olvido
El socialismo, que básicamente es una fabrica de esclavos, siempre en manos de una elite inamovible, ambiciosa, cruel y corrupta, es lógico que le tenga pánico al cristianismo, que es una doctrina positiva, que propicia la libertad y la esperanza y que difícilmente acepta someterse al mal.
Por eso, el socialismo siempre ha perseguido, torturado y matado a los cristianos. La II República española es un ejemplo de esas masacres, como lo es hoy la Cuba castrista, la Nicaragua socialista de Daniel Ortega, las tiranías comunistas y ciertos estados islamistas de Asia y África.
Por desgracia, es casi imposible escuchar en países como España a sacerdotes cristianos hablando desde el púlpito de los grandes valores perdidos, de la libertad, la justicia humana y la necesidad cristiana de oponerse a la maldad que anida en muchos palacios y ministerios del poder político.
Por desgracia, la Jerarquía de las iglesias de Cristo son a veces el peor enemigo de la religión cristiana. Como ejemplo, un dato sobrecogedor: La Iglesia Católica no ha suscrito la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948. Casi 8 décadas después, es imposible explicar esa ausencia.
Francisco Rubiales
Es imposible imaginar siquiera mensajes más hermosos que los de la libertad plena y el amor a los enemigos y a los que nos maltratan. Sólo desde la grandeza de un Dios pueden predicarse esos valores.
La izquierda mundial, el Islam y el maligno mundo woke están acosando. persiguiendo y asesinando a los cristianos porque el cristianismo, que es la religión de la libertad, del amor, de la dignidad humana y de la exaltación de la persona, estorba a los políticos que quieren dominar y subyugar a los pueblos.
Esas élites dominadoras sueñan con la desaparición del cristianismo y su sustitución por otras religiones que, como la musulmana, reprimen la libertad personal y potencian la sumisión a Dios y a los poderes terrenales.
El cristianismo es un peligro para los tiranos que quieren dominar el planeta. El cristianismo es incompatible con el marxismo porque potencia la libertad y dota al ser humano de la máxima dignidad posible, la de ser “hijos De Dios” y “herederos del Cielo”.
Pero quizás lo que más odian los tiranos y corruptos sea el "amor", que es el arma más poderosa del Cristianismo, un concepto ausente de la política, que los políticos ni si atreven a mencionar porque su concepto del poder es justo lo contrario del amor: presión, obligación, represión, opresión, miedo, enfrentamiento, odio y dominio.
Ninguna otra religión del mundo se fundamenta, como la cristiana, en una relación personal y directa del hombre con Dios, un ser supremo que se presenta como amigo y que ha creado al hombre libre y dueño de su destino.
Cuando un ser humano se siente hijo de Dios no es fácil que acepte someterse a políticos corruptos y miserables, por mucho poder que tengan.
Es lógico que esa cosmogonía religiosa exaspere y enrabie a los tiranos que quieren ver al hombre arrodillado ante su poder.
Para los tiranos, el cristiano es un rebelde libre con el que hay que acabar.
Del mismo modo, los tiranos opresores, para los cristianos, son enemigos de la fe y mensajeros de Satanás.
El gobierno de izquierdas español, dominado por los socialistas, no asesina a los cristianos, pero los margina y despliega políticas para suprimir la religión y envolverla en decadencia y olvido
El socialismo, que básicamente es una fabrica de esclavos, siempre en manos de una elite inamovible, ambiciosa, cruel y corrupta, es lógico que le tenga pánico al cristianismo, que es una doctrina positiva, que propicia la libertad y la esperanza y que difícilmente acepta someterse al mal.
Por eso, el socialismo siempre ha perseguido, torturado y matado a los cristianos. La II República española es un ejemplo de esas masacres, como lo es hoy la Cuba castrista, la Nicaragua socialista de Daniel Ortega, las tiranías comunistas y ciertos estados islamistas de Asia y África.
Por desgracia, es casi imposible escuchar en países como España a sacerdotes cristianos hablando desde el púlpito de los grandes valores perdidos, de la libertad, la justicia humana y la necesidad cristiana de oponerse a la maldad que anida en muchos palacios y ministerios del poder político.
Por desgracia, la Jerarquía de las iglesias de Cristo son a veces el peor enemigo de la religión cristiana. Como ejemplo, un dato sobrecogedor: La Iglesia Católica no ha suscrito la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948. Casi 8 décadas después, es imposible explicar esa ausencia.
Francisco Rubiales







Inicio
Enviar
Versión para Imprimir













Comentarios: