España, paraiso mundial de chorizos y corruptos
Los damnificados por el volcán de Canarias siguen viviendo en barracones y los de la DANA de Valencia no ven las ayudas prometidas, a pesar de que los cien millones de turistas dejan chorros de dinero y de que los impuestos que cobra el gobierno son saqueadores y brutales.
El drama es grave porque no se ve una salida en el horizonte. El fracaso no es únicamente de los socialistas porque las autonomías gobernadas por el PP no van mucho mejor. La infección corrupta es dramática.
La política española se ha transformado en un putiferio infectado de chorizos y sinvergüenzas. Todos cobran y colocan a familiares y amigos, que también cobran, y se apoyan en chiringuitos y medios, que también cobran... pero, cuando hay problemas, nadie es responsable de nada y ningún inepto o chorizo dimite.
La gente cree que los políticos están robando y usan como pruebas el portentoso incremento del patrimonio de muchos de ellos, desde Zapatero al matrimonio Sánchez, sin olvidar a los multimillonarios de la política: José Bono, Pepiño Blanco, Ábalos, Pablo Iglesias y otros muchos.
Una parte importante de la sociedad española está tan indignada y asqueada con el sucio comportamiento de los gobernantes que está dispuesta a rebelarse y a lanzarse al boicot o a la huelga general. Pero ningún partido apoya la rebelión, ni apuesta por la regeneración profunda.
Se sigue asustando al pueblo con una próxima bajada de las pensiones, pero se gasta cada día más en mantener y atraer a menores inmigrantes e ilegales sin ética ni valores, muchos de ellos delincuentes, y en repartir subvenciones por todo el mundo, casi siempre con arbitrariedad y fines ideológicos.
Los bosques españoles han ardido como nunca antes porque el gobierno no ha invertido en limpieza ni prevención. Operarse en un hospital público requiere meses de espera y muchos mueren esperando.
El fracaso del gobierno es un escándalo bañado en ineptitud, despilfarro, burocracia inútil, cataratas de mentiras, promesas incumplidas y corrupción galopante.
Hace siglos que España no estaba tan mal gobernada.
Francisco Rubiales
El drama es grave porque no se ve una salida en el horizonte. El fracaso no es únicamente de los socialistas porque las autonomías gobernadas por el PP no van mucho mejor. La infección corrupta es dramática.
La política española se ha transformado en un putiferio infectado de chorizos y sinvergüenzas. Todos cobran y colocan a familiares y amigos, que también cobran, y se apoyan en chiringuitos y medios, que también cobran... pero, cuando hay problemas, nadie es responsable de nada y ningún inepto o chorizo dimite.
La gente cree que los políticos están robando y usan como pruebas el portentoso incremento del patrimonio de muchos de ellos, desde Zapatero al matrimonio Sánchez, sin olvidar a los multimillonarios de la política: José Bono, Pepiño Blanco, Ábalos, Pablo Iglesias y otros muchos.
Una parte importante de la sociedad española está tan indignada y asqueada con el sucio comportamiento de los gobernantes que está dispuesta a rebelarse y a lanzarse al boicot o a la huelga general. Pero ningún partido apoya la rebelión, ni apuesta por la regeneración profunda.
Se sigue asustando al pueblo con una próxima bajada de las pensiones, pero se gasta cada día más en mantener y atraer a menores inmigrantes e ilegales sin ética ni valores, muchos de ellos delincuentes, y en repartir subvenciones por todo el mundo, casi siempre con arbitrariedad y fines ideológicos.
Los bosques españoles han ardido como nunca antes porque el gobierno no ha invertido en limpieza ni prevención. Operarse en un hospital público requiere meses de espera y muchos mueren esperando.
El fracaso del gobierno es un escándalo bañado en ineptitud, despilfarro, burocracia inútil, cataratas de mentiras, promesas incumplidas y corrupción galopante.
Hace siglos que España no estaba tan mal gobernada.
Francisco Rubiales







Inicio
Enviar
Versión para Imprimir













Comentarios: