Mi libro "Periodistas sometidos, los perros del poder" denunciaba hace años lo que hoy ocurre: gobiernos que utilizan la prensa y el periodismo esclavo para mantenerse en el poder y sojuzgar a sus pueblos.
Reprimir a la prensa y cortar su libertad es el más claro síntoma de que un gobierno es totalitario y enemigo de la democracia. El gobierno de Pedro Sánchez ha dado ya ese paso nefasto y ya nadie duda de que el sanchismo es una maquinaria tiránica, claramente enemiga de las libertades y derechos.
Si en lugar de estar en Europa, España estuviera en África, Asia o América, Sánchez habría convertido al país en una tierra de esclavos hambrientos, como Cuba.
Sánchez ha dado a la Mesa del Congreso mucho poder para determinar qué periodistas pueden acceder y cuáles no a las instalaciones parlamentarias.
La reforma. esta orientada a impedir las preguntas comprometedoras de los periodistas críticos, pero es el primer paso habitual de las tiranías para reprimir la libertad de información directamente.
La vía indirecta de represión de la verdad está ampliamente explotada por el socialismo español, que compra medios y periodistas y los utiliza para ocultar verdades, silenciar a la oposición y propagar mentiras.
La represión mediática y el acoso a la verdad es la faceta de Pedro Sánchez más criticada en el mundo libre y democrático, donde, como ha dicho el "Times", es considerado un político corrupto y sin principios.
El gobierno de Sánchez miente y obstaculiza la libre información, no tanto para imponer la mentira como para impedir la verdad porque las verdades que el sanchismo esconde son estremecedoras y el día que se desvelen nos avergonzará a todos por haber mantenido en el poder a hienas y chacales.
Con su acoso a la prensa libre y veraz, el sanchismo pretende también dejar a pueblo ciego, sin certezas y atontado, consciente de que a los imbéciles e ignorantes se les domina y engaña más fácilmente.
Sin certezas, el ser humano se hace estúpido y se transforma en rebaño, lo que constituye el núcleo del sueño de Sánchez y su principal objetivo para apalancarse en el poder para siempre.
Francisco Rubiales
Si en lugar de estar en Europa, España estuviera en África, Asia o América, Sánchez habría convertido al país en una tierra de esclavos hambrientos, como Cuba.
Sánchez ha dado a la Mesa del Congreso mucho poder para determinar qué periodistas pueden acceder y cuáles no a las instalaciones parlamentarias.
La reforma. esta orientada a impedir las preguntas comprometedoras de los periodistas críticos, pero es el primer paso habitual de las tiranías para reprimir la libertad de información directamente.
La vía indirecta de represión de la verdad está ampliamente explotada por el socialismo español, que compra medios y periodistas y los utiliza para ocultar verdades, silenciar a la oposición y propagar mentiras.
La represión mediática y el acoso a la verdad es la faceta de Pedro Sánchez más criticada en el mundo libre y democrático, donde, como ha dicho el "Times", es considerado un político corrupto y sin principios.
El gobierno de Sánchez miente y obstaculiza la libre información, no tanto para imponer la mentira como para impedir la verdad porque las verdades que el sanchismo esconde son estremecedoras y el día que se desvelen nos avergonzará a todos por haber mantenido en el poder a hienas y chacales.
Con su acoso a la prensa libre y veraz, el sanchismo pretende también dejar a pueblo ciego, sin certezas y atontado, consciente de que a los imbéciles e ignorantes se les domina y engaña más fácilmente.
Sin certezas, el ser humano se hace estúpido y se transforma en rebaño, lo que constituye el núcleo del sueño de Sánchez y su principal objetivo para apalancarse en el poder para siempre.
Francisco Rubiales







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