Un gobierno como el de Pedro Sánchez, que le da las gracias a Hamás y a Hezbolá y que se niega a felicitar a la nueva Premio Nobel de la Paz, Corina Machado, ¿No merece ser expulsado de la OTAN?
Donald Trump lo dijo explícitamente el 9 de octubre de 2025, durante una reunión en la Casa Blanca con el presidente finlandés Alexander Stubb. Trump criticó a España por ser "el rezagado" (laggard) en el gasto en defensa, refiriéndose a que Madrid rechazó comprometerse con el nuevo objetivo de la OTAN del 5% del PIB en gasto militar (frente al 2% anterior). Dijo literalmente: "Tal vez deberíais echarlos de la OTAN, francamente".
Esa sugerencia de Trump no es un bulo y se ha viralizado en redes y medios, donde fluye un aluvión de reacciones, desde memes burlones hasta defensas soberanistas que recuerdan que EE.UU. depende de bases españolas como Rota y Morón.
Los contingentes militares españoles son de los más elogiados en la OTAN por su profesionalismo y disciplina. En misiones como las de Letonia (contra la amenaza rusa) o en el Mediterráneo, España lidera en calidad operativa, no solo en cantidad. La expulsión es legalmente improbable: el Tratado del Atlántico Norte no prevé expulsiones unilaterales; requeriría consenso de los 32 miembros, y España es clave geográficamente (bases estadounidenses en su suelo).
Parece evidente que Trump usa la sugerencia de expulsión como presión retórica, como ha hecho antes con otros aliados, pero refleja el poco valor que el mundo libre concede a Sánchez y a su gobierno de marxistas y separatistas propagadores de odio.
El líder de la derecha española, Feijóo, responsabiliza a Sánchez de la sugerencia de Trump de expulsar a España de la OTAN: "El problema no es España. El problema es Sánchez”.
"El problema no es España. España es un socio creíble, orgulloso y comprometido con la OTAN. Y lo seguiremos siendo. El problema es Sánchez", dice el líder del PP.
Abascal, líder de la nueva derecha de VOX, dice: "Cada día de Sánchez en el poder perjudica gravísimamente a nuestra seguridad". Y agrega: España no tiene que pagar por su frivolidad e irresponsabilidad de Pedro Sánchez. "España no debe salir de la OTAN. pero Sánchez sí debe salir de la Moncloa".
El hecho de que Sánchez presida el gobierno le está costando miles de millones de euros a España y a sus empresas como resultado del desprestigio y el aislamiento que Sánchez provoca y genera.
España es marginada de concursos y programas internacionales porque Sánchez no es fiable y cae mal en todos los países democráticos y foros internacionales.
Por culpa de Sánchez España tiene enemistad con Estados Unidos, Israel, Argelia, Argentina y con otros países que evitan todo contacto o colaboración con el gobierno marxista de España.
Sánchez no sintoniza con España, ni con la inmensa mayoría de los españoles. Es un cuerpo extraño, un tipo peligroso, extremista y sin ética que se ha apoderado del Estado y que se niega a dimitir, a pesar de que es pitado y abucheado por todo el país, con su familia y colaboradores principales imputados por la Justicia, que está suciamente rodeado de corrupción y que su índice de popularidad está por los suelos.
El sanchismo es ya una herida sangrante en el alma de España y sus estragos seguirán marcando al país dentro de medio siglo porque de la bajeza y la corrupción extrema no se regresa sin perdidas insoportables.
Sánchez es la peor desgracia que le ha ocurrido a España desde la Guerra Civil.
Francisco Rubiales
Donald Trump lo dijo explícitamente el 9 de octubre de 2025, durante una reunión en la Casa Blanca con el presidente finlandés Alexander Stubb. Trump criticó a España por ser "el rezagado" (laggard) en el gasto en defensa, refiriéndose a que Madrid rechazó comprometerse con el nuevo objetivo de la OTAN del 5% del PIB en gasto militar (frente al 2% anterior). Dijo literalmente: "Tal vez deberíais echarlos de la OTAN, francamente".
Esa sugerencia de Trump no es un bulo y se ha viralizado en redes y medios, donde fluye un aluvión de reacciones, desde memes burlones hasta defensas soberanistas que recuerdan que EE.UU. depende de bases españolas como Rota y Morón.
Los contingentes militares españoles son de los más elogiados en la OTAN por su profesionalismo y disciplina. En misiones como las de Letonia (contra la amenaza rusa) o en el Mediterráneo, España lidera en calidad operativa, no solo en cantidad. La expulsión es legalmente improbable: el Tratado del Atlántico Norte no prevé expulsiones unilaterales; requeriría consenso de los 32 miembros, y España es clave geográficamente (bases estadounidenses en su suelo).
Parece evidente que Trump usa la sugerencia de expulsión como presión retórica, como ha hecho antes con otros aliados, pero refleja el poco valor que el mundo libre concede a Sánchez y a su gobierno de marxistas y separatistas propagadores de odio.
El líder de la derecha española, Feijóo, responsabiliza a Sánchez de la sugerencia de Trump de expulsar a España de la OTAN: "El problema no es España. El problema es Sánchez”.
"El problema no es España. España es un socio creíble, orgulloso y comprometido con la OTAN. Y lo seguiremos siendo. El problema es Sánchez", dice el líder del PP.
Abascal, líder de la nueva derecha de VOX, dice: "Cada día de Sánchez en el poder perjudica gravísimamente a nuestra seguridad". Y agrega: España no tiene que pagar por su frivolidad e irresponsabilidad de Pedro Sánchez. "España no debe salir de la OTAN. pero Sánchez sí debe salir de la Moncloa".
El hecho de que Sánchez presida el gobierno le está costando miles de millones de euros a España y a sus empresas como resultado del desprestigio y el aislamiento que Sánchez provoca y genera.
España es marginada de concursos y programas internacionales porque Sánchez no es fiable y cae mal en todos los países democráticos y foros internacionales.
Por culpa de Sánchez España tiene enemistad con Estados Unidos, Israel, Argelia, Argentina y con otros países que evitan todo contacto o colaboración con el gobierno marxista de España.
Sánchez no sintoniza con España, ni con la inmensa mayoría de los españoles. Es un cuerpo extraño, un tipo peligroso, extremista y sin ética que se ha apoderado del Estado y que se niega a dimitir, a pesar de que es pitado y abucheado por todo el país, con su familia y colaboradores principales imputados por la Justicia, que está suciamente rodeado de corrupción y que su índice de popularidad está por los suelos.
El sanchismo es ya una herida sangrante en el alma de España y sus estragos seguirán marcando al país dentro de medio siglo porque de la bajeza y la corrupción extrema no se regresa sin perdidas insoportables.
Sánchez es la peor desgracia que le ha ocurrido a España desde la Guerra Civil.
Francisco Rubiales








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