
La pregunta clave es ¿Una organización cuyos mas poderosos miembros apoyan a nuestro enemigo mas directo, Marruecos, al mismo tiempo que apuesta por la continuidad de colonias en nuestro territorio como Gibraltar, es amiga o enemiga?
Me refiero a la OTAN, una organización creada para combatir a gobiernos socialistas, como el que actualmente gobierna en España, dominada por países anglosajones que han sido y siguen siendo enemigos de España.
Donald Trump, que se comporta como emperador del mundo y que siente profundo odio a España, como muchos norteamericanos imbéciles que se han creído las mentiras de la “Leyenda Negra” antiespañola, nos amenaza con arruinar la economía española porque cuestionamos su imperial mandato de comprar masivamente armamento “made in USA”.
España, en tiempos de Felipe González, un político que debía su poder al apoyo anglosajón y alemán, entró en la OTAN aceptando el humillante trato de una alianza que dejaba sin protección nuestros territorios en África y que asumía que Gibraltar era una legal y lícita colonia de los británicos.
Esa entrada devaluada marcó la presencia y el papel de España en el mundo occidental como un país secundario y sometido al poder dominante anglosajón.
Cuando la OTAN representaba una garantía de democracia y libertad frente al agresivo y poderoso totalitarismo comunista que encabezaba la URSS, pertenecer a la OTAN, incluso siendo tratado como país devaluado, quizás le mereciera la pena a España, pero hoy es diferente.
La OTAN, bajo los caprichos del emperador Donald Trump y el sometimiento cobarde del resto de los países, no deja de ser un club ridículo, alejado de la auténtica democracia y con políticas autoritarias y corruptas en su interior, tan cuestionables o mas que las de sus adversarios rusos.
Aunque la OTAN ya no aporta libertad ni democracia a sus miembros y tolera en su seno a gobernantes miserables, España debe seguir en la alianza, a pesar de ser un miembro devaluado en un club que se devalúa cada día más porque salirse del grupo representaría un riesgo mayor de aislamiento de nuestros vecinos y de soledad en caso de conflicto.
Pero debe ser consciente de que la OTAN, en estos momentos, es poco atractiva y muy decadente, además de reflejar un triste, indigno y corrupto sometimiento a los caprichos de un Trump que afirma que dejará sola a Europa si es invadida y que amenaza a sus miembros, como esta haciendo con España, cuando no se someten a los caprichos del emperador-dictador "made in USA".
Francisco Rubiales
Me refiero a la OTAN, una organización creada para combatir a gobiernos socialistas, como el que actualmente gobierna en España, dominada por países anglosajones que han sido y siguen siendo enemigos de España.
Donald Trump, que se comporta como emperador del mundo y que siente profundo odio a España, como muchos norteamericanos imbéciles que se han creído las mentiras de la “Leyenda Negra” antiespañola, nos amenaza con arruinar la economía española porque cuestionamos su imperial mandato de comprar masivamente armamento “made in USA”.
España, en tiempos de Felipe González, un político que debía su poder al apoyo anglosajón y alemán, entró en la OTAN aceptando el humillante trato de una alianza que dejaba sin protección nuestros territorios en África y que asumía que Gibraltar era una legal y lícita colonia de los británicos.
Esa entrada devaluada marcó la presencia y el papel de España en el mundo occidental como un país secundario y sometido al poder dominante anglosajón.
Cuando la OTAN representaba una garantía de democracia y libertad frente al agresivo y poderoso totalitarismo comunista que encabezaba la URSS, pertenecer a la OTAN, incluso siendo tratado como país devaluado, quizás le mereciera la pena a España, pero hoy es diferente.
La OTAN, bajo los caprichos del emperador Donald Trump y el sometimiento cobarde del resto de los países, no deja de ser un club ridículo, alejado de la auténtica democracia y con políticas autoritarias y corruptas en su interior, tan cuestionables o mas que las de sus adversarios rusos.
Aunque la OTAN ya no aporta libertad ni democracia a sus miembros y tolera en su seno a gobernantes miserables, España debe seguir en la alianza, a pesar de ser un miembro devaluado en un club que se devalúa cada día más porque salirse del grupo representaría un riesgo mayor de aislamiento de nuestros vecinos y de soledad en caso de conflicto.
Pero debe ser consciente de que la OTAN, en estos momentos, es poco atractiva y muy decadente, además de reflejar un triste, indigno y corrupto sometimiento a los caprichos de un Trump que afirma que dejará sola a Europa si es invadida y que amenaza a sus miembros, como esta haciendo con España, cuando no se someten a los caprichos del emperador-dictador "made in USA".
Francisco Rubiales
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