
Los dos principales artífices del expolio
En 2023 ya eligieron el mes de julio para celebrar las elecciones más sucias y tramposas de la España moderna, llena de irregularidades y sospechas de fraude, que permitieron a un Sánchez en declive obtener los escaños suficientes para gobernar España, aliado con la escoria de la nación, con comunistas y nacionalistas catalanes y vascos cargados de odio a España y deseos de romperla.
Ahora han realizado otra traición en el mes de julio, cediendo a Cataluña el cobro de sus impuestos y rompiendo la solidaridad, la igualdad entre los pueblos de España y la Caja Única, perjudicando así claramente al resto de comunidades autónomas.
Los socialistas, expertos en mentiras y manipulaciones, llaman al saqueo "financiación singular de Cataluña", cuando todos sabemos que se trata de un "expolio anticonstitucional" del resto de España y de la brutal ruptura de la igualdad entre los pueblos de España que garantiza la Constitución.
Y la traición se ha perpetrado únicamente para mantener en el poder al peor presidente de la Historia moderna de España, un tipo siniestro, probablemente enfermo y con una sucia vocación de tirano tramposo y sin escrúpulos, un ser despreciable que gobierna la desgraciada nación española sin que las instituciones y poderes del país sepan o quieran frenar su mal gobierno y su asesinato de la democracia.
El atentado antiespañol acordado es tan grave e insólito que tiene por delante un difícil camino para que se convierta en realidad. España tendrá que reformar leyes y vencer muchas resistencias, pero Sánchez puede conseguirlo porque compra votos con el dinero de todos y se comporta como un pirata, como ya demostró no hace mucho al aprobar medidas anticonstitucionales como la amnistía y los indultos a auténticos delincuentes.
La única buena noticia en el panorama es que los españoles, como pueblo libre y rebelde, pueden frenar ese abuso de poder practicando un durísimo y colectivo boicot a todo lo que huela a socialista y a Cataluña.
La resistencia y la rebeldía del pueblo español enfurecido puede lograr que el sanchismo sea expulsado del poder mediante protestas masivas, boicot y votos en contra, y puede conseguir también que las empresas huyan de Cataluña porque ningún español consciente, decente y patriota compre sus productos.
Si Cataluña quiere ser superior y recibir más dinero y privilegios a costa de privar a las demás autonomías, que pague la factura de la libertad y la rebeldía de los españoles agredidos por el catalanismo y el sanchismo corrupto.
Ni un producto catalán en nuestra cesta de la compra, ni un servicio o producto que haya sido creado o fabricado por empresas que tengan su sede en Cataluña, ni una cuenta corriente en bancos catalanes, ningún apoyo o ayuda para los injustos e indecentes enemigos de España, ni un sólo voto socialista en las urnas y una lluvia de protestas callejeras contra los piratas sanchistas.
Francisco Rubiales
Ahora han realizado otra traición en el mes de julio, cediendo a Cataluña el cobro de sus impuestos y rompiendo la solidaridad, la igualdad entre los pueblos de España y la Caja Única, perjudicando así claramente al resto de comunidades autónomas.
Los socialistas, expertos en mentiras y manipulaciones, llaman al saqueo "financiación singular de Cataluña", cuando todos sabemos que se trata de un "expolio anticonstitucional" del resto de España y de la brutal ruptura de la igualdad entre los pueblos de España que garantiza la Constitución.
Y la traición se ha perpetrado únicamente para mantener en el poder al peor presidente de la Historia moderna de España, un tipo siniestro, probablemente enfermo y con una sucia vocación de tirano tramposo y sin escrúpulos, un ser despreciable que gobierna la desgraciada nación española sin que las instituciones y poderes del país sepan o quieran frenar su mal gobierno y su asesinato de la democracia.
El atentado antiespañol acordado es tan grave e insólito que tiene por delante un difícil camino para que se convierta en realidad. España tendrá que reformar leyes y vencer muchas resistencias, pero Sánchez puede conseguirlo porque compra votos con el dinero de todos y se comporta como un pirata, como ya demostró no hace mucho al aprobar medidas anticonstitucionales como la amnistía y los indultos a auténticos delincuentes.
La única buena noticia en el panorama es que los españoles, como pueblo libre y rebelde, pueden frenar ese abuso de poder practicando un durísimo y colectivo boicot a todo lo que huela a socialista y a Cataluña.
La resistencia y la rebeldía del pueblo español enfurecido puede lograr que el sanchismo sea expulsado del poder mediante protestas masivas, boicot y votos en contra, y puede conseguir también que las empresas huyan de Cataluña porque ningún español consciente, decente y patriota compre sus productos.
Si Cataluña quiere ser superior y recibir más dinero y privilegios a costa de privar a las demás autonomías, que pague la factura de la libertad y la rebeldía de los españoles agredidos por el catalanismo y el sanchismo corrupto.
Ni un producto catalán en nuestra cesta de la compra, ni un servicio o producto que haya sido creado o fabricado por empresas que tengan su sede en Cataluña, ni una cuenta corriente en bancos catalanes, ningún apoyo o ayuda para los injustos e indecentes enemigos de España, ni un sólo voto socialista en las urnas y una lluvia de protestas callejeras contra los piratas sanchistas.
Francisco Rubiales
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