Los socialistas y comunistas, para justificar su presencia obsoleta y miserable en la política actual, esgrimen el fantasma del fascismo, al que también denominan extrema derecha, a pesar de que los fascistas no existen en ningún lugar del planeta.
La que llaman ultraderecha es solamente una derecha auténtica, libre de la doctrina marxista, que ha decidido enfrentarse a la corrupción, la mentira y la falta de ética y valores que dominan el panorama político actual.
En España, el socialismo que comanda Pedro Sánchez, es uno de los que esgrimen con más intensidad el fantasma del fascismo y lo hace para disimular su propio autoritarismo populista y para asustar y manipular a los votantes.
En España, según Pedro Sánchez y sus seguidores socialistas y comunistas, VOX es el partido de los fascistas.
Sin embargo, VOX no tiene nada de fascista porque es constitucionalista, respetuoso con la democracia y sin un gramo de violencia. Los de VOX no golpean a los adversarios en las calles, ni indultan a delincuentes, ni amparan a los corruptos, ni compran medios de comunicación para propagar la mentira, ni violan la Constitución, ni siembran odio en la sociedad, ni dividen el país, como sí hacen los comunistas y socialistas, que con Sánchez son líderes en corrupción, abuso de poder, odio a la democracia y tendencias dictatoriales.
Si hay algo parecido al fascismo en España, está en sectores radicales del socialismo, el comunismo y sus aliados independentistas vascos y catalanes, que también se distinguen por su rechazo a la democracia y a las libertades cívicas.
El fascismo fue condenado el juicio de Nuremberg, que ajustició a los principales líderes nazis, después de que Hitler y Mussolini perdieran la Guerra Mundial, pero nadie juzgó nunca ni condenó al comunismo ni al socialismo, a pesar de que esas doctrinas causaron diez veces más muertes y genocidios que nazis y fascistas juntos.
Los comunistas y socialistas han logrado sobrevivir hasta nuestros días, a pesar de su inmenso fracaso y de su política obsoleta, capaz solo de crear hambre, esclavitud y muerte en aquellos países donde han tomado el poder, como Cuba, Venezuela, Nicaragua y en el pasado la URSS, Camboya y otros infiernos inhumanos.
Un fracasado como Pedro Sánchez, al que la mayoría de la ciudadanía española abuchea y pita en las calles, habla constantemente de la ultraderecha fascista, aunque ya la mayoría de los españoles saben que solo esgrime ese fantasma para amedrentar, manipular y esclavizar al pueblo.
Francisco Rubiales
La que llaman ultraderecha es solamente una derecha auténtica, libre de la doctrina marxista, que ha decidido enfrentarse a la corrupción, la mentira y la falta de ética y valores que dominan el panorama político actual.
En España, el socialismo que comanda Pedro Sánchez, es uno de los que esgrimen con más intensidad el fantasma del fascismo y lo hace para disimular su propio autoritarismo populista y para asustar y manipular a los votantes.
En España, según Pedro Sánchez y sus seguidores socialistas y comunistas, VOX es el partido de los fascistas.
Sin embargo, VOX no tiene nada de fascista porque es constitucionalista, respetuoso con la democracia y sin un gramo de violencia. Los de VOX no golpean a los adversarios en las calles, ni indultan a delincuentes, ni amparan a los corruptos, ni compran medios de comunicación para propagar la mentira, ni violan la Constitución, ni siembran odio en la sociedad, ni dividen el país, como sí hacen los comunistas y socialistas, que con Sánchez son líderes en corrupción, abuso de poder, odio a la democracia y tendencias dictatoriales.
Si hay algo parecido al fascismo en España, está en sectores radicales del socialismo, el comunismo y sus aliados independentistas vascos y catalanes, que también se distinguen por su rechazo a la democracia y a las libertades cívicas.
El fascismo fue condenado el juicio de Nuremberg, que ajustició a los principales líderes nazis, después de que Hitler y Mussolini perdieran la Guerra Mundial, pero nadie juzgó nunca ni condenó al comunismo ni al socialismo, a pesar de que esas doctrinas causaron diez veces más muertes y genocidios que nazis y fascistas juntos.
Los comunistas y socialistas han logrado sobrevivir hasta nuestros días, a pesar de su inmenso fracaso y de su política obsoleta, capaz solo de crear hambre, esclavitud y muerte en aquellos países donde han tomado el poder, como Cuba, Venezuela, Nicaragua y en el pasado la URSS, Camboya y otros infiernos inhumanos.
Un fracasado como Pedro Sánchez, al que la mayoría de la ciudadanía española abuchea y pita en las calles, habla constantemente de la ultraderecha fascista, aunque ya la mayoría de los españoles saben que solo esgrime ese fantasma para amedrentar, manipular y esclavizar al pueblo.
Francisco Rubiales
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