
Esta imagen demuestra que el español Pedro Sánchez no es un progresista sino un golfo corrompido y rodeado de suciedad y delitos.
Todos decían que elegir al nuevo papa en base a ideologías era un error peligroso porque el nuevo papa no debería ser ni "progresista" ni "conservador", sino un santo.
Tenían razón porque la santidad es la única garantía de éxito para todo pastor, político o religioso, que deba conducir al mundo por los caminos del bien.
Esa misma reflexión vale para todos los liderazgos políticos del mundo, entre otras razones porque los que han sido elegidos no por sus valores sino por su ideología progresista o conservadora sólo han sabido crear el mundo miserable que tenemos, al borde de una nueva guerra mundial, plagado de pobres, sufridores, inmigrantes y seres aplastados por la avaricia y las tiranías corruptas de derecha e izquierda.
Ha llegado la hora de la decencia, de los valores, de los principios y de la santidad. Elegir a sinvergüenzas y soportar a canallas al frente de las naciones es un suicidio para el mundo entero porque la mierda destruye al mundo, es contagiosa y los canallas en el poder emputecen a la humanidad entera.
La distinción actual entre progresistas y conservadores, además de perversa es falsa y una estafa para el pueblo. Muchos conservadores son más progresistas que los que se autoproclaman promotores del progreso y muchos progresistas son basura reaccionaria. ¿Son progresistas energúmenos como el venezolano Maduro, el cubano Díaz Canel, el nicaragüense Daniel Ortega o el español Pedro Sánchez? Son únicamente autócratas o tiranos despreciables por lo que hacen sufrir a sus pueblos y por la injusticia que promueven e imponen.
Las campanas de todo el planeta deben convocar al entierro de las ideologías que nos llevan hasta el infierno y la destrucción. Cuando alguien te hable de progresismo o de conservadurismo, mándalos al infierno que merecen y nosotros construyamos un mundo de valores, de decencia, amor y santidad, único camino para recuperar el paraíso perdido en la Tierra.
El mundo está lleno de esclavos por causa de la ideologías y los peores asesinatos se cometen por esas misma causas ideológicas. El senador Uribe, en Colombia, acaba de ser acribillado a balazos por un enemigo ideológico.
Francisco Rubiales
Tenían razón porque la santidad es la única garantía de éxito para todo pastor, político o religioso, que deba conducir al mundo por los caminos del bien.
Esa misma reflexión vale para todos los liderazgos políticos del mundo, entre otras razones porque los que han sido elegidos no por sus valores sino por su ideología progresista o conservadora sólo han sabido crear el mundo miserable que tenemos, al borde de una nueva guerra mundial, plagado de pobres, sufridores, inmigrantes y seres aplastados por la avaricia y las tiranías corruptas de derecha e izquierda.
Ha llegado la hora de la decencia, de los valores, de los principios y de la santidad. Elegir a sinvergüenzas y soportar a canallas al frente de las naciones es un suicidio para el mundo entero porque la mierda destruye al mundo, es contagiosa y los canallas en el poder emputecen a la humanidad entera.
La distinción actual entre progresistas y conservadores, además de perversa es falsa y una estafa para el pueblo. Muchos conservadores son más progresistas que los que se autoproclaman promotores del progreso y muchos progresistas son basura reaccionaria. ¿Son progresistas energúmenos como el venezolano Maduro, el cubano Díaz Canel, el nicaragüense Daniel Ortega o el español Pedro Sánchez? Son únicamente autócratas o tiranos despreciables por lo que hacen sufrir a sus pueblos y por la injusticia que promueven e imponen.
Las campanas de todo el planeta deben convocar al entierro de las ideologías que nos llevan hasta el infierno y la destrucción. Cuando alguien te hable de progresismo o de conservadurismo, mándalos al infierno que merecen y nosotros construyamos un mundo de valores, de decencia, amor y santidad, único camino para recuperar el paraíso perdido en la Tierra.
El mundo está lleno de esclavos por causa de la ideologías y los peores asesinatos se cometen por esas misma causas ideológicas. El senador Uribe, en Colombia, acaba de ser acribillado a balazos por un enemigo ideológico.
Francisco Rubiales
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