El papa Francisco ha recibido del presidente de Bolivia, Evo Morales, una imagen de Cristo crucificado tallada sobre la hoz y el martillo, símbolo del comunismo, la doctrina totalitaria y cruel culpable del asesinato de mas de cien millones de personas y de la opresión de otros muchos millones de seres humanos, privados de libertad frente a estados brutales. Tal vez el papa debió negarse a recibir el regalo como rechazo a la opresión y la esclavitud que representó el comunismo para tantos hijos de Dios.
Tal vez lo que explica la falta de rechazo del papa al gesto de Morales sea lo que afirmó el pontífice no hace mucho: “Llaman comunistas a quienes defienden a los pobres”.
Sin embargo, la verdad es que el comunismo representó, para el ser humano en la Historia, el escalón mas alto en la escala de la represión y la opresión, así como el plan mas sistemático y científico para erradicar la religión y la idea de trascendencia.
De los grandes asesinos de la Historia humana, los dos primeros fueron dos dirigentes comunistas: Mao tze dong y Josef Stalin. Entre los dos asesinaron a casi cien millones de personas.
¿Habría aceptado Berdoglio el regalo de un crucifijo tallado sobre una svástica nazi? Es probable que no. Sin embargo, entre una doctrina y otra la única diferencia es que la nazi fue derrotada en una guerra y condenada por un tribunal internacional, en Nüremberg, mientras que la comunista fue derrotada por su propio pueblo, que no la quería, sin que hasta ahora hayan sido juzgados sus dirigentes, crímenes y abusos.
Tal vez lo que explica la falta de rechazo del papa al gesto de Morales sea lo que afirmó el pontífice no hace mucho: “Llaman comunistas a quienes defienden a los pobres”.
Sin embargo, la verdad es que el comunismo representó, para el ser humano en la Historia, el escalón mas alto en la escala de la represión y la opresión, así como el plan mas sistemático y científico para erradicar la religión y la idea de trascendencia.
De los grandes asesinos de la Historia humana, los dos primeros fueron dos dirigentes comunistas: Mao tze dong y Josef Stalin. Entre los dos asesinaron a casi cien millones de personas.
¿Habría aceptado Berdoglio el regalo de un crucifijo tallado sobre una svástica nazi? Es probable que no. Sin embargo, entre una doctrina y otra la única diferencia es que la nazi fue derrotada en una guerra y condenada por un tribunal internacional, en Nüremberg, mientras que la comunista fue derrotada por su propio pueblo, que no la quería, sin que hasta ahora hayan sido juzgados sus dirigentes, crímenes y abusos.