Fiscalidad confiscatoria y sin escrúpulos. Dado que insisten en ahondar el agujero ruinoso donde nos enterraran, les aclaro un poco mi punto de vista:
- Ante todo, debe cambiar la actitud ante el contribuyente. Respetarlo y considerarlo. Dejar de considerar a todos como presuntos delincuentes y aplicar la máxima que se aplica a los delitos no siempre del agrado de muchos. “Es mejor que se escape una decena de delincuentes que se cometa una injusticia con un inocente. Aquí, la AT, invierte el lema y aplica; Es mejor que se arruine a cien contribuyentes decentes, que se nos escape un evasor.
- Inmediatamente, anular que el “silencio administrativo”, gire a favor de la Administración.
- Eliminar que los contribuyentes sean recaudadores de las haciendas.
- Desmenuzar las Leyes fiscales, para que queden clarísimas y accesibles a todos los niveles de capacidad, y acordes con la preparación intelectual del contribuyente. No obligándole a que tenga que ser asistido por asesores carísimos.
- Quitar a los Jefes de rentas de las administraciones locales capacidad alguna de incoar expedientes y posteriores embargos, ya que casi ninguno está a la altura.
- Remozar los medios de defensa del contribuyente, aclararlos y aplicar no solo la presunción de inocencia sino ayudar a la defensa de los derechos del contribuyente. Esto es importante. En la consecución del objetivo, “Hacienda amiga y contribuyente feliz”, las AT, deben de organizar atenciones al cliente, delicadas, dedicadas, atentas, y que informen de lo que es mejor para el sujeto pasivo, y que se pueda acoger a todo lo que le beneficie.
- Reciprocidad. Es decir, que si se equivoca el contribuyente, no solo nunca se considere “dolo”, sino que si es al contrario, la Administración le avise de que tiene saldo o rédito a su favor.
- Racionalizar las notificaciones y el sistema para que no recaiga en entelequias a aplicar por carteros y la ridiculez de llevar un “sello” a las oficinas de correos, siendo además que se pueden encargar en cualquier sitio y es peligroso para la seguridad de la notificación. Evitar dar 7 días de plazo y mucho menos en agosto. La intencionalidad está bien clara. Publicar lo no recogido y recargar para recaudar más.
- Reversa automática en la imposición. Así como la valoración y los precios suben y bajan, la recaudación se debe de adecuar a la situación de la economía. Bajaran los Ibis si bajan los valores, y los módulos de los autónomos si bajan las facturaciones, por poner un par de ejemplos.
- Eliminación del criterio del devengo e imponer el del cobro, Solo se podrán taxar, las facturas cobradas y por el importe cobrado.
- Eliminar los Ingresos “a cuenta”. En economías pendulares como la nuestras solo resta liquidez a las empresas y acaba provocando cierres, despidos y paro. Lo contrario de las medidas que adoptan los gobiernos desnortados.
- Poner cordura en las tasas de Basuras de muchos ayuntamientos que superan a veces a los Ibis, y no se justifican. Con los rodajes pasa lo mismo. Entre los 3 impuestos hacen inviable superar una crisis donde las personas afortunadas, llegan pudiendo comer a fin de mes. Además dotar de sistemas eficaces y simples, de defensa del contribuyente ante la administración que no parece ser colaboradora del contribuyente sino su enemiga más acérrima.
- Automatismo en las devoluciones. Estas deben de ser inmediatas como máximo 15 días después de ser solicitadas con la documentación requerida en regla.
Esto no se agota aquí, pero sería un buen principio. No entiendo como quien teniendo que protegernos no lo hace. Ni asociaciones, ni colegios ni nuestros políticos, a quienes hemos elegido, no para que defiendan sus emolumentos sino para que podamos vivir mejor.
Seguiré con más precisiones sobre impuestos concretos, una vez que hayan reflexionado sobre estas generalidades.
L.Soriano
- Ante todo, debe cambiar la actitud ante el contribuyente. Respetarlo y considerarlo. Dejar de considerar a todos como presuntos delincuentes y aplicar la máxima que se aplica a los delitos no siempre del agrado de muchos. “Es mejor que se escape una decena de delincuentes que se cometa una injusticia con un inocente. Aquí, la AT, invierte el lema y aplica; Es mejor que se arruine a cien contribuyentes decentes, que se nos escape un evasor.
- Inmediatamente, anular que el “silencio administrativo”, gire a favor de la Administración.
- Eliminar que los contribuyentes sean recaudadores de las haciendas.
- Desmenuzar las Leyes fiscales, para que queden clarísimas y accesibles a todos los niveles de capacidad, y acordes con la preparación intelectual del contribuyente. No obligándole a que tenga que ser asistido por asesores carísimos.
- Quitar a los Jefes de rentas de las administraciones locales capacidad alguna de incoar expedientes y posteriores embargos, ya que casi ninguno está a la altura.
- Remozar los medios de defensa del contribuyente, aclararlos y aplicar no solo la presunción de inocencia sino ayudar a la defensa de los derechos del contribuyente. Esto es importante. En la consecución del objetivo, “Hacienda amiga y contribuyente feliz”, las AT, deben de organizar atenciones al cliente, delicadas, dedicadas, atentas, y que informen de lo que es mejor para el sujeto pasivo, y que se pueda acoger a todo lo que le beneficie.
- Reciprocidad. Es decir, que si se equivoca el contribuyente, no solo nunca se considere “dolo”, sino que si es al contrario, la Administración le avise de que tiene saldo o rédito a su favor.
- Racionalizar las notificaciones y el sistema para que no recaiga en entelequias a aplicar por carteros y la ridiculez de llevar un “sello” a las oficinas de correos, siendo además que se pueden encargar en cualquier sitio y es peligroso para la seguridad de la notificación. Evitar dar 7 días de plazo y mucho menos en agosto. La intencionalidad está bien clara. Publicar lo no recogido y recargar para recaudar más.
- Reversa automática en la imposición. Así como la valoración y los precios suben y bajan, la recaudación se debe de adecuar a la situación de la economía. Bajaran los Ibis si bajan los valores, y los módulos de los autónomos si bajan las facturaciones, por poner un par de ejemplos.
- Eliminación del criterio del devengo e imponer el del cobro, Solo se podrán taxar, las facturas cobradas y por el importe cobrado.
- Eliminar los Ingresos “a cuenta”. En economías pendulares como la nuestras solo resta liquidez a las empresas y acaba provocando cierres, despidos y paro. Lo contrario de las medidas que adoptan los gobiernos desnortados.
- Poner cordura en las tasas de Basuras de muchos ayuntamientos que superan a veces a los Ibis, y no se justifican. Con los rodajes pasa lo mismo. Entre los 3 impuestos hacen inviable superar una crisis donde las personas afortunadas, llegan pudiendo comer a fin de mes. Además dotar de sistemas eficaces y simples, de defensa del contribuyente ante la administración que no parece ser colaboradora del contribuyente sino su enemiga más acérrima.
- Automatismo en las devoluciones. Estas deben de ser inmediatas como máximo 15 días después de ser solicitadas con la documentación requerida en regla.
Esto no se agota aquí, pero sería un buen principio. No entiendo como quien teniendo que protegernos no lo hace. Ni asociaciones, ni colegios ni nuestros políticos, a quienes hemos elegido, no para que defiendan sus emolumentos sino para que podamos vivir mejor.
Seguiré con más precisiones sobre impuestos concretos, una vez que hayan reflexionado sobre estas generalidades.
L.Soriano
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