El político catalán de derechas Alejo Vidal-Quadras ha culpado al nacionalismo de la situación a la que ha llegado Spanair y pedido que José Montilla, el socialista que fuera presidente de la Generalitat de Cataluña, sea encarcelado por arruinar a Cataluña. Sus palabras han sido: "Montilla tenía que estar entre rejas por dejar a Cataluña en la quiebra". El problema es que si Montilla merece la cárcel, hay otros muchos políticos que también la merecen por la misma razón, con Zapatero a la cabeza.
Si el "delito" que puede llevar a la cárcel a Montilla, según Vidal-Quadras, es el despilfarro y el endeudamiento atroz, el primero que debería estar en prisión es José Luis Rodríguez Zapatero, principal despilfarrador del reino y responsable máximo de la demencial deriva de endeudamiento sin control, despilfarro y corrupción que ha sacudido y hundido a la economía española durante los últimos años. El gran pecado de Zapatero fue apostar por el gasto, cuando debió apostar por el ahorro y permitir, desde el poder, que los reyezuelos regionales españoles, con sus amigos catalanes a la cabeza, se endeudaran hasta la demencia y gastaran sin freno.
Pero si Montilla y Zapatero deben ir a la cárcel, hay otros con méritos similares, entre ellos el castellano manchego Barreda y el andaluz Griñán, que tendría que acudir a la prisión acompañado de su predecesor en el cargo, Manuel Chaves, ambos responables máximos, por su cargo de presidentes de la Junta, de asuntos tan sucios como los falsos EREs, posiblemente el escandalo más asqueroso y antidemocrático protagonizado por la clase política española desde la muerte de Franco..
Los despilfarradores sin escrúpulos han arrasado España, desde Valencia a Andalucía, desde la arruinada Cataluña a Galicia, y la han llevado hasta su agonía económica actual. Mientras los gobernantes despilfarraban tanto, habia en España, a finales de 2010, nada menos que 11 millones y medio de españoles en riesgo de pobreza y exclusión social, lo que significa el 25.5 por ciento de los españoles, un millón de personas mas que el año anterior, según un estudio elaborado por la Red Europea contra la Pobreza (EAPN) y dado a conocer por su filial en Madrid. El dato permite adelantar que a finales de 2011 mas de otro millón de nuevos pobres y desamparados se habrá incorporado a este triste ejército de damnificados de la mala gestión política y económica de España. La Red utiliza el indicador europeo AROPE (según el riesgo de Pobreza o Exclusión, por sus siglas en inglés) para medir el grado de pobreza y exclusión en España.
El drama de la creciente pobreza en España es una consecuencia directa del mal gobierno, la corrupción y el abuso de poder que anida en la clase política española, incapapaz de gestionar con justicia y eficacia la sociedad en crisis. Esa clase, culpable de los grandes males de España, está integrada por miles de concejales de medio pelo, casi todos innecesarios, senadores inútiles, que no aportan nada, miles de alcaldes, en su mayoría de pueblos pequeños y aldeas con cuatro vecinos, más de mil doscientos diputados autonómicos y miles de cargos públicos atrincherados en gobiernos, administraciones, instituciones y empresas públicas, la mayoría prescindibles y muchas de ellas duplicando y hasta triplicando sus funciones, hasta formar un inmenso ejército de casi 100.000 personas con sueldos elevados, todos ellos succionando las ubres públicas y contribuyendo a la ruina del país.
A ese inmenso ejército sobredimensionado hay que agregar, para desgracia de los españoles, otros 400.000 enchufados, casi todos amigos de los partidos con poder y familiares de políticos, que también succionan cada día la ubre del Estado, ocupando puestos de trabajo públicos en instituciones, empresas y administraciones, casi todos sin aportar nada a la nación, ocupando cargos prescindibles y realizando funciones innecesarias.
Tiene razón Vidal-Quadras porque los que han permitido todo ese despilfarro atroz deberían estar ya en la cárcel.
Si el "delito" que puede llevar a la cárcel a Montilla, según Vidal-Quadras, es el despilfarro y el endeudamiento atroz, el primero que debería estar en prisión es José Luis Rodríguez Zapatero, principal despilfarrador del reino y responsable máximo de la demencial deriva de endeudamiento sin control, despilfarro y corrupción que ha sacudido y hundido a la economía española durante los últimos años. El gran pecado de Zapatero fue apostar por el gasto, cuando debió apostar por el ahorro y permitir, desde el poder, que los reyezuelos regionales españoles, con sus amigos catalanes a la cabeza, se endeudaran hasta la demencia y gastaran sin freno.
Pero si Montilla y Zapatero deben ir a la cárcel, hay otros con méritos similares, entre ellos el castellano manchego Barreda y el andaluz Griñán, que tendría que acudir a la prisión acompañado de su predecesor en el cargo, Manuel Chaves, ambos responables máximos, por su cargo de presidentes de la Junta, de asuntos tan sucios como los falsos EREs, posiblemente el escandalo más asqueroso y antidemocrático protagonizado por la clase política española desde la muerte de Franco..
Los despilfarradores sin escrúpulos han arrasado España, desde Valencia a Andalucía, desde la arruinada Cataluña a Galicia, y la han llevado hasta su agonía económica actual. Mientras los gobernantes despilfarraban tanto, habia en España, a finales de 2010, nada menos que 11 millones y medio de españoles en riesgo de pobreza y exclusión social, lo que significa el 25.5 por ciento de los españoles, un millón de personas mas que el año anterior, según un estudio elaborado por la Red Europea contra la Pobreza (EAPN) y dado a conocer por su filial en Madrid. El dato permite adelantar que a finales de 2011 mas de otro millón de nuevos pobres y desamparados se habrá incorporado a este triste ejército de damnificados de la mala gestión política y económica de España. La Red utiliza el indicador europeo AROPE (según el riesgo de Pobreza o Exclusión, por sus siglas en inglés) para medir el grado de pobreza y exclusión en España.
El drama de la creciente pobreza en España es una consecuencia directa del mal gobierno, la corrupción y el abuso de poder que anida en la clase política española, incapapaz de gestionar con justicia y eficacia la sociedad en crisis. Esa clase, culpable de los grandes males de España, está integrada por miles de concejales de medio pelo, casi todos innecesarios, senadores inútiles, que no aportan nada, miles de alcaldes, en su mayoría de pueblos pequeños y aldeas con cuatro vecinos, más de mil doscientos diputados autonómicos y miles de cargos públicos atrincherados en gobiernos, administraciones, instituciones y empresas públicas, la mayoría prescindibles y muchas de ellas duplicando y hasta triplicando sus funciones, hasta formar un inmenso ejército de casi 100.000 personas con sueldos elevados, todos ellos succionando las ubres públicas y contribuyendo a la ruina del país.
A ese inmenso ejército sobredimensionado hay que agregar, para desgracia de los españoles, otros 400.000 enchufados, casi todos amigos de los partidos con poder y familiares de políticos, que también succionan cada día la ubre del Estado, ocupando puestos de trabajo públicos en instituciones, empresas y administraciones, casi todos sin aportar nada a la nación, ocupando cargos prescindibles y realizando funciones innecesarias.
Tiene razón Vidal-Quadras porque los que han permitido todo ese despilfarro atroz deberían estar ya en la cárcel.
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