
Una de las mejores etapas de la Historia moderna de España fue cuando el PSOE estuvo ausente de España, tras ser prohibido en la España de Franco
Franco estaba casi olvidado cuando un pésimo gobernante, sectario, corrupto e ineficaz como Zapatero, ganó las elecciones y se convirtió en un presidente dedicado de lleno a resucitar el odio y los sentimientos que provocaron la Guerra Civil de 1936.
Zapatero aprobó la ley vengativa y rencorosa de "Memoria Histórica", recurrió al odio y acabó con el espíritu de perdón, concordia y unidad que se creó tras la muerte de Franco.
El levantamiento de los militares contra la II República fue precedido de abusos profundos de las izquierdas, sobre todo del partido socialista, que quemó iglesias, violó y asesinó a los que se oponían a su dominio, generando una espiral de odio y degradación que terminó en la Guerra Civil.
La Segunda República derivó hacia un Frente Popular que se manifestaba como una Bestia insaciable de crímenes y abusos. Las quemas de Iglesias se generalizaron por todo el territorio nacional, los arrestos arbitrarios de los disidentes, como el injusto encarcelamiento de José Antonio Primo de Rivera, y los movimientos secesionistas empujaban a España hacia el precipicio de la Guerra Civil, que inevitablemente llegó cuando el PSOE asesinó al líder de la oposición, el 13 de Julio de 1936, José Calvo Sotelo.
Ni Muro de Berlín ni nada parecido. La decadencia y derrota de las hordas comunistas y socialistas empezó el 18 de julio de 1936, en España, donde fueron aplastadas.
Esta es la verdadera Memoria Histórica de nuestra Nación, y no la que el PSOE nos trata de imponer por medio de su propaganda, sus medios comprados y sus Leyes arbitrarias y sectarias.
Franco, considerado un dictador enemigo de la libertad en la etapa final de su vida, cuando los españoles querían parecerse a los europeos y ansiaban la democracia, es ahora valorado como el hombre que supo crear unidad y prosperidad, tras derrotar la locura asesina de las izquierdas en 1936.
El Partido Político que nos trajo la Guerra Civil, el PSOE, nos manipula y estafa ahora para imponernos su visión de aquella desgraciada etapa de nuestra Historia y quiere que veamos a la República como un régimen idílico, cuando en realidad fue un aquelarre de criminales.
El PSOE de Sánchez quiere imponer ahora su visión mentirosa e interesada de la Guerra Civil y nos atiborra de propaganda para que olvidemos los crímenes y pucherazos republicanos y creamos que los buenos eran malos y los malos buenos.
Ha pasado casi un siglo de aquella guerra civil que debería avergonzarnos a todos y que los socialistas, de manera arbitraria y llena de odio, se empeñan en resucitar para empujar a los españoles a enfrentamientos y odios parecidos a los de entonces, donde las derechas y las izquierdas se enfrentaban a muerte y donde el pueblo sufría atraso, agresiones, injusticias y crímenes.
La Ley de Memoria Histórica fue un crimen perpetrado por el PSOE de Zapatero y también son crímenes execrables los intentos de Pedro Sánchez por denigrar a Franco, tras desenterrarlo, por destruir el Valle de los Caídos, olvidando que fue un monumento a la concordia y a la reconciliación, sin otro ánimo e intención que el de permanecer en el poder al frente de una España enfrentada y infectada de un odio que beneficia siempre a las izquierdas y a los canallas.
España empezó a despejar las tinieblas en la Transición, cuando hicimos un pacto para olvidar la guerra y avanzar unidos hacia un futuro de concordia y prosperidad, pero Zapatero y Pedro Sánchez, rebosantes de ambición y odio, realizan esfuerzos por recuperar las tinieblas. La corrupción sanchista es tiniebla siniestra, como lo son también sus ataques a la Justicia democrática, sus mentiras y el mundo sucio y corrompido que le rodea, incluyendo a su familia, a sus colaboradores y a los peores partidos políticos del país que le apoyan y sostienen, desde los comunistas a los ex asesinos de ETA, incluyendo a golpistas y nacionalistas vascos y catalanes, todos miembros de la asquerosa cofradía de las sombras y el rencor.
Francisco Rubiales
Zapatero aprobó la ley vengativa y rencorosa de "Memoria Histórica", recurrió al odio y acabó con el espíritu de perdón, concordia y unidad que se creó tras la muerte de Franco.
El levantamiento de los militares contra la II República fue precedido de abusos profundos de las izquierdas, sobre todo del partido socialista, que quemó iglesias, violó y asesinó a los que se oponían a su dominio, generando una espiral de odio y degradación que terminó en la Guerra Civil.
La Segunda República derivó hacia un Frente Popular que se manifestaba como una Bestia insaciable de crímenes y abusos. Las quemas de Iglesias se generalizaron por todo el territorio nacional, los arrestos arbitrarios de los disidentes, como el injusto encarcelamiento de José Antonio Primo de Rivera, y los movimientos secesionistas empujaban a España hacia el precipicio de la Guerra Civil, que inevitablemente llegó cuando el PSOE asesinó al líder de la oposición, el 13 de Julio de 1936, José Calvo Sotelo.
Ni Muro de Berlín ni nada parecido. La decadencia y derrota de las hordas comunistas y socialistas empezó el 18 de julio de 1936, en España, donde fueron aplastadas.
Esta es la verdadera Memoria Histórica de nuestra Nación, y no la que el PSOE nos trata de imponer por medio de su propaganda, sus medios comprados y sus Leyes arbitrarias y sectarias.
Franco, considerado un dictador enemigo de la libertad en la etapa final de su vida, cuando los españoles querían parecerse a los europeos y ansiaban la democracia, es ahora valorado como el hombre que supo crear unidad y prosperidad, tras derrotar la locura asesina de las izquierdas en 1936.
El Partido Político que nos trajo la Guerra Civil, el PSOE, nos manipula y estafa ahora para imponernos su visión de aquella desgraciada etapa de nuestra Historia y quiere que veamos a la República como un régimen idílico, cuando en realidad fue un aquelarre de criminales.
El PSOE de Sánchez quiere imponer ahora su visión mentirosa e interesada de la Guerra Civil y nos atiborra de propaganda para que olvidemos los crímenes y pucherazos republicanos y creamos que los buenos eran malos y los malos buenos.
Ha pasado casi un siglo de aquella guerra civil que debería avergonzarnos a todos y que los socialistas, de manera arbitraria y llena de odio, se empeñan en resucitar para empujar a los españoles a enfrentamientos y odios parecidos a los de entonces, donde las derechas y las izquierdas se enfrentaban a muerte y donde el pueblo sufría atraso, agresiones, injusticias y crímenes.
La Ley de Memoria Histórica fue un crimen perpetrado por el PSOE de Zapatero y también son crímenes execrables los intentos de Pedro Sánchez por denigrar a Franco, tras desenterrarlo, por destruir el Valle de los Caídos, olvidando que fue un monumento a la concordia y a la reconciliación, sin otro ánimo e intención que el de permanecer en el poder al frente de una España enfrentada y infectada de un odio que beneficia siempre a las izquierdas y a los canallas.
España empezó a despejar las tinieblas en la Transición, cuando hicimos un pacto para olvidar la guerra y avanzar unidos hacia un futuro de concordia y prosperidad, pero Zapatero y Pedro Sánchez, rebosantes de ambición y odio, realizan esfuerzos por recuperar las tinieblas. La corrupción sanchista es tiniebla siniestra, como lo son también sus ataques a la Justicia democrática, sus mentiras y el mundo sucio y corrompido que le rodea, incluyendo a su familia, a sus colaboradores y a los peores partidos políticos del país que le apoyan y sostienen, desde los comunistas a los ex asesinos de ETA, incluyendo a golpistas y nacionalistas vascos y catalanes, todos miembros de la asquerosa cofradía de las sombras y el rencor.
Francisco Rubiales
Comentarios: