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Información y Opinión

La España cobarde y corrupta de los falsos demócratas olvida exigir la devolución de Gibraltar


Nota

Los malos gobernantes que tiene hoy España, falsos demócratas sin amor a la patria que solo aman el poder y los privilegios, han olvidado cobardemente que Gibraltar es una maldita colonia británica, tierra arrebatada a España con malas artes de piratería. Esa rapiña indecente británica justifica que “todo buen español debería mear siempre mirando a Inglaterra”, como recomendó nuestro héroe nacional Blas de Lezo, vencedor de los ingleses en batallas cruciales.

Nuestros políticos, sometidos al poder de los anglosajones, no se atreven a reivindicar Gibraltar y prefieren agachar la cabeza ante los anglos para mantenerse en el poder sin arriesgar.

Se comportan como traidores y enemigos de España porque la recuperación de ese territorio robado por la piratería británica es un deber ineludibles para todo buen español.

Publicamos hoy un artículo de Carlos Aurelio Caldito que explica bien la tragedia española de Gibraltar y lamenta la cobardía de nuestros dirigentes ante el poder de Inglaterra.
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Blas de Lezo, gran héroe español que derrotó y humilló a los britáicos
Blas de Lezo, gran héroe español que derrotó y humilló a los britáicos
«Todo buen español debería mear siempre mirando a Inglaterra»… ¡Gibraltar español!
Por Carlos Aurelio Caldito Aunión

Viene a cuento recordar que ese Gibraltar que los futbolistas españoles, que han ganado recientemente la Copa de Europa de Selecciones nacionales, han reivindicado y subrayado que es ESPAÑOL, es el mismo que el 9 de diciembre de 1967, la XXII Asamblea General de la ONU le solicitó al Imperio británico que lo descolonizara ¡antes del 1 de octubre de 1969!, en la Resolución 2353 de Naciones Unidas.

Como es de suponer, la mayoría de los españoles saben que en la celebración de la consecución de la copa de Europa de Selecciones Nacionales de Fútbol, ganada recientemente por la Selección Española, varios futbolistas, jaleados por Álvaro Morata y Rodrigo Hernández corearon «Gibraltar Español», eslógan que fue requeterrepetido por los demás mienbros de la Selección y por el público asistente… y acabó siendo un clamor en toda España; con el consiguiente enfado de los ingleses y especialmente de los gibraltareños… El colmo de los colmos es que la UEFA (Federación Europea de Fútbol) pretende «abrir un expediente» a los jugadores de fútbol españoles con la intención de sancionarlos… A partir de ahora, cuando los españoles orinen deberán, también, hacerlo mirando hacia la sede de la UEFA, situada en Nyon, Suiza y proferir improperios hacia su presidente, Aleksander Čeferin; además de como proponía Blas de Lezo, tras su victoria sobre el ejército inglés en la defensa de Cartagena de Indias a mediados del siglo XVIII, durante el reinado de Felipe V de Borbón.

Blas de Lezo fue el brillante estratega que derrotó a una flota inglesa de 186 barcos , con 23.600 hombres entre soldados y marineros, … los defensores españoles sólo contaban con seis navíos y 1.905 hombres; pero hablemos de Gibraltar que por supuesto, es español aunque quienes dicen ser progresistas, de izquierdas, etc. afirmen lo contrario y caigan en la incoherencia, como acostumbran, de exigir la descolonización de los territorios que aún siguen siendo colonias de algún imperio ya desaparecido o casi, pero claro, para ellos, como en todo, hay colonias y colonias, territorios ocupados, o no, según les convenga y si son o no de su cuerda…

Aunque ya no se enseña en los centros de estudio, por orden expresa de la izquierda, Gibraltar fue ocupado por los ingleses en los tiempos de Felipe V, o mejor dicho mediante el «Tratado de Utrecht» -firmado en 1713- a través del cual se pretendía poner fin a la guerra de sucesión española; en el tratado los representantes de España se vieron obligados a hacer concesiones como ceder Gibraltar y la Isla de Menorca a los ingleses, además de amplias ventajas comerciales en el imperio español de las Indias, rompiéndose de ese modo el monopolio que hasta entonces había mantenido España con América.

“Artículo X. El Rey Católico, por sí y por sus herederos y sucesores, cede por este Tratado a la Corona de la Gran Bretaña la plena y entera propiedad de la ciudad y castillo de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensas y fortalezas que le pertenecen, dando la dicha propiedad absolutamente para que la tenga y goce con entero derecho y para siempre, sin excepción ni impedimento alguno. Pero, para evitar cualquiera abusos y fraudes en la introducción de las mercaderías, quiere el Rey Católico, y supone que así se ha de entender, que la dicha propiedad se ceda a la Gran Bretaña sin jurisdicción alguna territorial y sin comunicación alguna abierta con el país circunvecino por parte de tierra. Y como la comunicación por mar con la costa de España no puede estar abierta y segura en todos los tiempos, y de aquí puede resultar que los soldados de la guarnición de Gibraltar y los vecinos de aquella ciudad se ven reducidos a grandes angustias, siendo la mente del Rey Católico sólo impedir, como queda dicho más arriba, la introducción fraudulenta de mercaderías por la vía de tierra, se ha acordado que en estos casos se pueda comprar a dinero de contado en tierra de España circunvecina la provisión y demás cosas necesarias para el uso de las tropas del presidio, de los vecinos u de las naves surtas en el puerto. Pero si se aprehendieran algunas mercaderías introducidas por Gibraltar, ya para permuta de víveres o ya para otro fin, se adjudicarían al fisco, y presentada queja de esta contravención del presente Tratado serán castigados severamente los culpados…

“Si en algún tiempo a la Corona de la Gran Bretaña le pareciere conveniente dar, vender, enajenar de cualquier modo la propiedad de la dicha Ciudad de Gibraltar, se ha convenido y concordado por este Tratado que se dará a la Corona de España la primera acción antes que a otros para redimirla.”

Cuando Gran Bretaña se apropió de Gibraltar también se comprometió a la retrocesión a España en caso de que se produjera algún cambio del régimen pactado. Según esta cláusula, España ya hace mucho tiempo que ha recuperado su derecho a reintegrar Gibraltar al territorio nacional, y más si tenemos en cuenta que el Reino Unido cambió el estatuto de Gibraltar tras un referéndum realizado en 2002 y una «Orden Constitucional» de 2006.

En resumidas cuentas, la cesión de Gibraltar hecha por España a Gran Bretaña en 1713 nunca significó un traspaso de soberanía plena pues, el Reino Unido no puede disponer como quiera de esa posesión, sólo se produjo una transmisión del derecho de uso del territorio con condiciones muy concretas; condiciones que los ingleses han incumplido en múltiples ocasiones: el Reino Unido ocupa la zona del istmo cuando el Tratado de Utrecht no le concede la posibilidad de apropiárselo; en segundo lugar, el Tratado de Utrecht no permitía la apertura de la valla, a pesar de que diversos gobiernos españoles lo hayan consentido; y la tercera cuestión que contraviene el Tratado de Utrecht es la concesión por parte del Reino Unido de un un estatuto de auto-gobierno a los gibraltareños, en 2006… por lo tanto, los diversos incumplimiento por parte de Inglaterra han conducido a que España haya recuperado los derechos soberanos de origen sobre el territorio cedido y obviamente, los ingleses deberían proceder a devolver Gibraltar. Los derechos de Inglaterra sobre el peñón han caducado, según el Tratado de Utrecht y el derecho internacional.

Durante la etapa franquista España mantuvo aislado a Gibraltar (tal como determina el Tratado de Utrecht), situación que se continuó hasta el año 1985 en que esa política cambió con el doble fin de desarrollar el conjunto de la región vecina e intentar atraer a los gibraltareños a posiciones más favorables a España. Esto se hizo en el contexto de la incorporación en las instituciones europeas, como se verifica en el Canje de Notas entre España y el Reino Unido con ocasión de nuestra adhesión a la Comunidad Europea, que se refiere explícitamente al “proceso negociador bilateral”. Sin embargo, los sucesivos pasos para facilitar los intercambios no han dado lugar con el tiempo a avances significativos hacia el objetivo español de recuperar el territorio. Más bien al contrario, aprovechando el fin del aislamiento, el Reino Unido ha potenciado la creación de un espacio de servicios internacionales en la Roca, en contra de la letra y el espíritu del Tratado de Utrecht. En ese plan a medio plazo de convertir a Gibraltar en un centro de negocios, la aplicación del Derecho Comunitario en Gibraltar (aunque no es territorio comunitario ni está sometido al espacio Schengen) sirve al menos para evitar la tendencia británica y gibraltareña a crear un limbo jurídico donde hubieran podido ampararse actividades dudosas. Hay que recordar que solo en 2013 el Reino Unido ha aceptado actuar realmente contra paraísos fiscales que son parte de su territorio, como la Isla de Man, Guernsey y Jersey, a través de “acuerdos” con esas entidades. La Declaración número 55 al Tratado de Lisboa de 2007 confirma la responsabilidad del Reino Unido a ese respecto: “Los Tratados se aplicarán a Gibraltar como territorio europeo cuyas relaciones exteriores asume un Estado miembro. Ello no supone modificación alguna de las respectivas posiciones de los Estados miembros de que se trata.” La exigencia de aplicación del Derecho Comunitario fue confirmada por sucesivas sentencias del Tribunal de Justica de Luxemburgo que obligaban al Reino Unido a acatar sus normas en Gibraltar, por ejemplo sobre información bancaria o el impuesto de sociedades. En suma, la comunicación con la región circundante es una tendencia comenzada en 1985 que fue reforzada desde los acuerdos de Córdoba de 2006. Sin embargo, la facilitación de la cooperación transfronteriza ha sufrido reveses por chocar con cuestiones de fondo, en concreto desde 2010 por disputas sobre el territorio… los objetivos últimos de España no se han visto alcanzados.

La decisión española de terminar el aislamiento por tierra de Gibraltar pretendía sobre todo avanzar en las negociaciones sobre la retrocesión. Pero esta idea nunca progresó pues, el Reino Unido ha tutelado el reforzamiento de la economía de Gibraltar y al mismo tiempo ha dado a la ciudad un estatuto político autónomo reforzado.

Frente a esta realidad, España podría perfectamente cerrar la frontera en el futuro en aplicación del Tratado de Utrecht u otras razones (incluso los países del espacio Schengen se reservan ese derecho en casos especiales). Si el fin último para acabar el aislamiento previsto en Utrecht era fomentar la retrocesión y, en lugar de ese propósito, la consecuencia ha sido un reforzamiento de la entidad política y económica de Gibraltar, desde un punto de vista español parece lógico volver a la situación anterior.

El Reino Unido ha intentado cambiar el estatuto jurídico de la colonia en dos momentos fundamentales, entre los cuales se han producido tres fases negociadoras. El primer intento de cambio de régimen tuvo lugar en la década de 1960, cuando se buscó la descolonización al amparo de Naciones Unidas. Pero frente a la consulta organizada en 1967, en la que los gibraltareños respaldaron en su gran mayoría la independencia, Naciones Unidas entendió que el referéndum contravenía peticiones anteriores de la ONU y que no se habían tenido suficientemente en cuenta los derechos de España, por lo que instaba a la continuación de las negociaciones de los dos países (este es el contenido de la importante resolución de la Asamblea General 2353 de 1967). Claramente, las Naciones Unidas entendían que Gibraltar no era un caso de descolonización sino un derecho adquirido por el Reino Unido a través de tratado. Al no poder lograr una independencia internacionalmente reconocida, se redactó una Orden Constitucional el 23 de mayo de 1969, que continuaba el estatuto de Gibraltar como Crown Colony, pero con una cierta autonomía en los asuntos domésticos, mientras que cuestiones clave como la defensa y las relaciones exteriores quedaban en manos del Reino Unido. Se trata de una constitución otorgada, es decir, no es un texto redactado de manera democrática sino ofrecido por el gobierno del Reino Unido a la colonia. En el preámbulo de esa constitución se contiene el famoso compromiso unilateral de respetar la voluntad de los gibraltareños, que afecta a la tercera condición del Tratado de Utrecht….

El Reino Unido no puede de manera unilateral desentenderse de su compromiso con España que se refiere a la cesión territorial y al derecho de retrocesión. En cualquier caso, el texto no se refiere tanto a la soberanía territorial (que no posee el Reino Unido) sino al vínculo de soberanía personal y nacionalidad que une al Reino Unido con el pueblo de Gibraltar. Al comienzo del mismo párrafo se dice que Gibraltar is part of Her Majesty’s dominions, lo que apunta a la propiedad cedida y no a la soberanía territorial.

Durante décadas, la razón fundamental del Reino Unido para no llevar a cabo negociaciones con España sobre Gibraltar fue que nuestro país estaba regido por una dictadura. Tras la muerte del General Franco, la activa participación española en las instituciones occidentales, que transformaron a nuestro país en un socio fiable en pie de igualdad con el resto, no produjeron sin embargo avances sensibles en la solución de la controversia sobre Gibraltar. En Inglaterra existe una actitud de una aparente negociación que esconde ausencia de voluntad británica de devolver el peñón. Mientras esto sucede, Gran Bretaña mantiena la idea, contraria al Tratado de Utrecht, de que la última palabra sobre la «retrocesión a España» la tienen los habitantes de Gibraltar. Los británicos, abanderados de la democracia siempre en casa ajena, incumplen las resoluciones de la Asamblea General de la ONU de forma sistemática desde hace más de medio siglo y se niegan a negociar con España, aunque algunas veces hagan el paripé.
Y, así las cosas, Gibraltar se ha acabado convirtiendo en foco de contrabando, centro de conspiraciones y refugio para delincuentes de toda clase.

Aparte de la zona militarizada, Gibraltar sigue viviendo de su capacidad de influencia sobre los territorios limítrofes, los que rodean a la colonia. Los trabajadores españoles tiene prohibido dormir en la colonia y los aviones que usan el aeropuerto penetran en el espacio aéreo español… con permiso de las autoridades españolas. Ni siquiera el Brexit, contra el que votaron los gibraltareños, ha servido para plantearse por parte española el cierre de la frontera o medidas de control.

Aparte de los habitantes de los municipios que rodean el peñón, la izquierda española, en general, apoya la permanencia de la colonia, de forma inexplicable, al mismo tiempo que añade que reivindicara la soberanía sobre Gibraltar y la devolución a España es una causa «franquista», añeja, anacrónica… Luego, para recochineo la izquierda y quienes se dicen progresistas afirman que este asunto es uno más de los que se ha apropiadoa la derecha… Lo mismo que afirman respecto del triunfo de la Selección Española de Fútbol, masculina, en la Copa de Europa de Selecciones nacionales; pues de la femenina ya se han apropiad ellos.

Y, si quieren saber más de Blas de Lezo, los invito a que sigan leyendo:

Durante varios siglos Inglaterra intentó por todos los medios a su alcance acabar con el Imperio Español, lo cual no consiguió, por más intentos que hizo, ya fuera mediante acciones de piratería como con enfrentamientos navales y por tierra. Obviamente, sus fracasos le ocasionaron un enorme desprestigio a escala internacional. Gran Bretaña intentó durante centurias sustituir a España en su papel hegemónico en el escenario internacional, eso si, con la debida cortina de humo del enfrentamiento religioso para darle al asunto una patina de “legalidad”.

En 1655, Jamaica se convirtió en un nido de corsarios cuyo único objetivo y propósito manifiesto era atacar navíos y ciudades españolas en un ‘continuum’ de erosión permanente a las líneas de abastecimiento que buscaban rumbos propicios hacia a la península. La exuberante isla quedó oficialmente bajo la tutela de su Graciosa Majestad dando cobertura abierta, cuando no apoyo manifiesto, a toda la piratería que transitó por aquellos mares. Especies como el galés Henry Morgan, saqueador de la desguarnecida Portobelo, sentían una comodidad que esporádicamente era alterada por las incursiones de los españoles y posterior desalojo del sancta sanctórum caribeño de turno, ya fuera este La Tortuga, Barbados, las Caimán o Jamaica.

El sitio de Cartagena de Indias se desarrolló entre el 13 de marzo y el 20 de mayo de 1741, y fue el episodio decisivo que marcó el desenlace de la guerra del asiento (mal llamada de la “oreja de Jenkins”) que tuvo lugar durante los nueve años que van de 1739 al 1748.

El episodio que produjo tan terribles consecuencias se desató cuando el guardacostas español, La Isabela, bajo mando del capitán Julio León Fandiño apresó a otro capitán (este ultimo un contrabandista británico llamado Robert Jenkins) y en castigo le cortó una oreja al tiempo que le decía:“Ve y dile a tu Rey que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve”. A pesar de lo moderado del castigo para las costumbres de la época, Jenkins recogió su oreja y regreso a todo trapo a Inglaterra con ella, eso si, conservada en un frasco de alcohol. El caso es que le contó a su monarca una historieta muy truculenta dándole una versión totalmente rocambolesca de lo ocurrido, que sólo buscaba caldear ánimos y lavar la afrenta infligida. La soliviantada población de las islas clamaba venganza mientras Jenkins se dejaba querer y su monarca se frotaba las manos con indisimulada satisfacción.

Su temeridad le costó a Inglaterra la derrota que más se ha esforzado en maquillar de su historia
Con estos mimbres, Inglaterra preparó la mayor flota de desembarco que la Historia habría de conocer hasta el desembarco de Normandía. Doscientos buques y, según diferentes historiadores, en torno a veintitrés mil hombres, se dirigieron hacia el Caribe con objeto de hacerse con una ruta de paso decisiva en la zona aledaña al istmo que algo más de un siglo antes cruzara Balboa para descubrir el Océano Pacifico, y cuya caída implicaba ineluctablemente un “efecto dominó” sobre el resto de los virreinatos en poder de la Corona.

En Octubre en 1739, con el pretexto del incumplimiento de los acuerdos comerciales (derechos de asiento o mercadeo), obtenidos en América por el tratado de Utrecht, Inglaterra declararía la guerra a España. Tres escuadras británicas muy reforzadas con infantería se dispusieron para el asalto de lo que fuera menester.Tan seguros estaban del triunfo, que se acuñaron monedas conmemorativas para celebrar lo que se presumía como una gran victoria.

Vanitas omnia vanitatis.
La segunda mayor flota de la historia

En todo el relato de lo que nos han enseñado como la historia oficial y hasta la Segunda Guerra Mundial, solo una flota -la del almirante eunuco Sheng He-, al servicio del tercer emperador Ming, contó con mas efectivos que la dirigida por Vernon, el elegido como responsable para el mayor desastre militar ocasionado a Inglaterra y sin precedentes en la historia hasta ese momento.

Durante siglos, la férrea autocensura inglesa en lo relativo a sus derrotas, ha logrado sustraer al conocimiento público este “batacazo”, pasando de puntillas por él y disfrazándolo con el eufemismo de «la guerra de la oreja de Jenkins”, cuando la cruda realidad es que los muertos en combate superaron ampliamente la mitad y más de un centenar de barcos yace en los fondos marinos próximos. Para agravar la situación, algunos miles mas sucumbieron a la malaria. No tuvieron mucha suerte ciertamente.

El almirante Vernon tuvo la osadía de atacar Cartagena de Indias, una plaza defendida por el vasco Blas de Lezo, y su temeridad le costó a Inglaterra la derrota que más se ha esforzado en maquillar de la larga serie que padeció en los siglos que van del XVI al XVIII. Vernon no tenía ni de lejos la talla de Nelson o Jervis. Su doctrina militar se basaba en la pura superioridad material y numérica, y le faltaba “ratonería”, concepción estratégica y conocimientos tácticos dignos de mención. Su mediocridad era directamente proporcional a su vanidad. Tenía mas de cien pelucas, según y para qué ocasión. No consultaba nunca a los excelentes oficiales que tenía y siempre tuvo la marina real inglesa; y, además, solía entregarse al whisky escocés con una devoción inusual, hasta el punto de hundir por abordaje directo una fragata de su propia escuadra a la salida de Portsmouth. El crápula iba como un pincel pero su mediocridad era legendaria. Y así le fue.

El gran Blas de Lezo

Enfrente tenía a un vasco de caserío que pasaba largas horas viendo cómo entraban y salían del puerto de Pasajes navíos mercantes y de guerra hacia destinos ignotos. Con el tiempo, se embarcaría en una de esas naves.

Este hombre ya había perdido una pierna a los 17 años en el combate naval de Vélez Málaga, tres años después en el sitio de Tolón un ojo y el brazo derecho en otro rifirrafe de los muchos que libró a lo largo de su vida. Lo que seguía teniendo intacto era el valor de irreductible propio de los hijos de esas tierras del norte.

Los defensores de Cartagena dieron un testimonio de heroísmo mas allá de lo razonable

Tras los muros de Cartagena sólo había un millar de soldados españoles, dos compañías de negros libres, 600 auxiliares indios armados con arcos y flechas y trescientos milicianos. Eran un puñado de valientes. Estos defensores, en clara desventaja y en una relación desfavorable de uno contra diez, dieron un testimonio de heroísmo mas allá de lo razonable. Tras arrojar los ingleses mas de 6.000 bombas y 18.000 balas de cañón sobre Cartagena y perder seis navíos y más de nueve mil hombres e incapaces de quebrar la resistencia de los sitiados, tres meses después emprendieron la retirada llevando en el vientre de sus naves el triste cortejo de los lúgubres lamentos de los miles de moribundos y heridos en aquella desgraciada apuesta de invasión. La malaria se conjuro con los sitiados para rematar la faena.

Las difamaciones y calumnias vertidas por el virrey Sebastian de Eslava, que con su incompetente liderazgo no solamente no supo delegar, sino que casi da al traste con la victoria española, llegaron a oídos del rey, que procedió a la degradación de Blas de Lezo.

Lezo se consumió por las graves heridas recibidas en un cuerpo a cuerpo en uno de los varios y fallidos asaltos que aguantó Cartagena. Murió en la más absoluta pobreza, rodeado hasta el ultimo momento de sus oficiales mas incondicionales y de su mujer e hijos. El siete de septiembre de 1741, rendiría su vida al Creador.

Hasta 1760 (casi dos décadas después de la gesta), no fue rehabilitado por Carlos III, uno de los pocos grandes reyes que ha tenido la fortuna de disfrutar este país.

Huelga decir que después de aquel descalabro, el rey inglés Jorge II prohibió a sus cronistas hacer mención alguna de tamaña debacle.

El veredicto histórico a la luz de aquellos acontecimientos no es otro que el de constatar el resultado que puede derivarse de un equipo motivado tras un líder carismático. Blas de Lezo es el ejemplo y la respuesta. Se pueden sacar conclusiones.

Carlos Aurelio Caldito



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Martes, 23 de Julio 2024
Artículo leído 1104 veces




Comentarios:

1.Publicado por Gibraltar español el 23/07/2024 09:21
El enemigo externo de una nación, sería uno de los más interesados en promover el socialismo en la nación a la que quiere hacer daño. Esto a su vez puede ser: un tercer país (vecino o no vecino), un poder internacional, un poder subversivo en un país vecino o alejado.
El primer socialista conocido fue sin lugar a dudas Felipe V. El primer borbón masón que le regaló en nuestro nombre Gibraltar a los ingleses. Como el sanchez esté tanto tiempo como el FelipeV me da algo.... 46 años en el trono.

Alguien que quiera dinero y poder, hasta ahi eso es normal. Pero ser un opresor, un dictador, también implica ganarse enemigos, y correr riesgos. Así que también es una persona que le guste correr riesgos. Y posiblemente, podría añadirse que también sienta placer al dominar a los demás.

El primer punto, querer dinero y poder, podría ser más o menos general en la condición humana. Los otros dos puntos son cada uno de ellos específicos sobre personalidades concretas.

Aunque en cierta manera creo que es razonable pensar que la gente en general también puede sentir placer sometiendo a otros y sintiendo riesgos, pero solo unos pocos ese deseo o bien les motiva demasiado para llevarles a hacer cosas, o les faltan otras cosas que para la mayoría son normales en su personalidad, como es la empatía, y el gusto por otras cosas, y no tener alguna condición relacionada con ella.

Dentro de la propia nación, alguien que evalúe positivamente el beneficio relativo de ser parte del bando opresor, para una dictadura que ya sabe que es un fracaso colectivamente. Para esta opción habría que preguntarnos, ¿Quién querría ser dictador u opresor de una dictadura socialmente destructiva a sabiendas? Esa pregunta encierra bastantes incógnitas sobre un tipo de personalidad:
Dentro de la propia nación, alguien que evalúe positivamente el beneficio relativo de ser parte del bando opresor, para una dictadura que ya sabe que es un fracaso colectivamente. Para esta opción habría que preguntarnos, ¿Quién querría ser dictador u opresor de una dictadura socialmente destructiva a sabiendas? Esa pregunta encierra bastantes incógnitas sobre un tipo de personalidad:


Este segundo punto se ve claro a la luz de la teoría de la patocracia. La teoría de Lobaczweski no trata sobre socialismo, pues antes de siquiera inventar la idea del socialismo también había dictaduras y tiranos, y gobiernos de corruptos y gente desalmada. Eso no ha cambiado un ápice y precisamente sobre eso trata esa teoría.

¿Por qué insisto muchas veces en este punto?

Porque la gente realmente puede hacer algo para defenderse de los individuos patológicos. Quiero decir, no es complicado tener una mínima defensa general en la sociedad, solo bastaría con que todo el mundo estudiara un poco y conociera este fenómeno más de cerca.

Conforme la ingenuidad crece en la sociedad se alimenta a los patócratas de cada época. Hasta que estos mismos producen tanto horror que acaban con la ingenuidad, produciendo mucho dolor, y eso crea épocas mejores donde la sociedad es capaz de salir adelante, pero desgraciadamente esas buenas épocas cultivan la ingenuidad desde la base. Y se repite el mismo ciclo. La gente cree que todo lo que nos rodea nos viene dado.

Los poderes mundiales promocionan promocionan el socialismo porque son socialistas. Desde tiempo atrás. No es cosa de ahora.

La obsesión habida con la revolución soviética, y la guerra fría después, ha impedido analizar que en era en muchas de esas egregias universidades anglosajonas donde se estaba incubando el socialismo.

La creación de la Reserva Federal en los USA, y el desarrollo del Consorcio Militar Industrial responden al socialismo de nueva hornada, sobre todo la primera (porque es un poder privado que tutela a uno público). Y ya llevan unos años.

Las fundaciones usa tipo Rockfeller, Ford, CFR y ahora las Gates y demás... son auténticos semilleros de socialismo. Bajo el amparo de Caballos de Troya que los revisten de capitalismo. Cuando de capitalismo nada.



Las libertades que teníamos en España hasta hace bien poco, están desapareciendo una a una todas, cada vez hay menos libertad. Y eso afecta a casi todos los países de occidente, todos influenciados por una tendencia de ingenuidad tóxica, pero que tristemente le conviene a una minoría de gente desalmada, y la gente no es capaz de ver esa maldad, por eso es débil, y por eso se mantienen las cosas como siguen.

Los psicópatas se van introduciendo en los puestos de mando hasta que se apoderan del Estado, entonces es cuando las cosas comienzan a ir mal. Y si eso se produce en todos los países, cosa favorecida por los psicópatas que están en el poder, el mundo se vuelve un asco.

Esto es un ciclo que se repite una y otra vez en cada país. El país, producto de lo que sea, se conforma y los que lo han levantado, suelen ser personas inteligentes que miran por mejorar, pero poco a poco los psicópatas se van colando en los altos cargos ayudados por otros de su condición. Cuando estos controlan todo el poder, entonces imponen su forma de pensar, pero no hace mucha falta, como no son capaces de gobernar, el país se deteriora y termina por caer a manos de enemigos internos o externos y vuelta a empezar. Lo inédito de esta situación es que estamos en un mundo global y como aquel que dice, no hay enemigos externos.
Como no nos demos prisa, cualquier día de estos los de la linea una noche sin luna son capaces de coger la verja y subirla hasta san roque.

Y es la tecnología la que ha posibilitado las últimas vueltas de tuerca.

2.Publicado por vanlop el 23/07/2024 10:03


Aquí se junta el hambre con las ganas de comer. Tenemos unos políticos al servicio de Inglaterra, de lo que ello representa, más bien y a eso sumamos una incultura enciclopédica, que se decía, pero que ahora debemos decir logsiana sumado a unos intereses económicos muy jugosos porque Gibraltar en sitio magnífico para no pagar impuestos, que tenemos que pagar los demás como es obligatorio y confiscatorio.

Los que pensaron que dando facilidades los británicos iban a ceder algo, eran unos tontos pero de esos que barren para dentro, porquue los británicos tuvieron sus facilidades y ellos sus negocios.

En realidad nunca fue frontera, porque entonces se reconocería la soberanía británica, siempre fue una aduana para regular el tráfico de personas y mercancías.

Desde la transición se ha transigido con todo, mostrando a quién sirve la casta y eso es algo que debemos tener presente cuando surjan temas con los ingleses y con sus primos, que siempre trabajan juntos.

También hay una desidia por parte de los sucesivos gobiernos para que el Campo no alcance el desarrollo económico que permita no tener que ir a trabajar a Gibraltar cosa que permitiría cerrar la verja sin problemas.

Como siempre que hay problemas con otros países, son los políticos españoles los que no hacen nada al respecto y por eso estamos como estamos.

Mientras, lo único que podemos hacer es mear mirando a Inglaterra.




Algo muy curioso, aunque vista la condición humana no lo es tanto.

Resulta que Ke mala ha estado cuatro años en el «candelabro», más porque la campa duró su tiempo y ahora descubren que hubo un tiempo que se ganaba la vida con el oficio más viejo del mundo.

Les dejo el enlace al discurso que hizo el presidente de Burkina Fasso, no tiene más interés que el hecho que los africanos, como señala en el discurso, no son los salvajes que nos presentan los medios:
https://es.sott.net/article/94764-El-Imperio-del-Bien-el-Imperio-del-Mal-y-el-Imperio-de-los-Esclavos


Pasmao

Breve pero certero. No nos olvide mucho.

Gibraltar español

Cuando se pierde una guerra tienes que tragar con lo que diga el vencedor, que es lo que ocurrió con la guerra de sucesión, que aunque ganaron los de Felipe, quedaron tan maltrechos que es como si hubieran perdido. Por otra parte la masonería se inventó unos años después.


3.Publicado por mentalmente el 23/07/2024 19:24
Buenas a todos,

No sé mucho sobre el tema de Gibraltar, lo que pienso es que es mala idea mezclar la política con el fútbol.

Puede que Gibraltar debería ser español, pero actualmentente es inglés. No creo que eso vaya a cambiar porque los mismos gibraltareños no quieren. Aunque el motivo principal son los impuestos. Gibraltar es un paraíso fiscal y España un infierno fiscal. Arreglemos primero nuestro infierno. Y todos los paraísos fiscales deben ser prohibidos por igual, no sólo Gibraltar. Una vez hecho esto, la cuestión territorial sería más coherente. Pero quizás tampoco nos importe llegado el caso.

Yo me preocuparía más por territorios que actualmente son españoles pero que desde dentro no lo parecen. Y que se convierten en estercoleros multiculturales que son núcleos de criminalidad que irradian hacia el resto. Por temas del buenismo genérico.

Este mismo problema no sólo le ocurre a España si no también a Inglaterra. Y precisamente con este problema por delante de la cara de los ingleses, les engañaron los políticos para que apoyarán la salida de la UE.

A pesar del escándalo en prácticamente toda Europa, casi nadie hace nada y esto se oculta en los medios de comunicación masivos (asquerosamente en mi opinión).

El gobierno español y de cada país del mundo, tiene toda la legitimidad y potestad para aplicar políticas que defiendan sus territorios que actualmente están siendo no solo invadidos, si no también llenados de violencia y anarquía, núcleos delictivos que están completamente bajo su jurisdicción.

Así que el problema no es Gibraltar, yo diría que primero lo es todo lo demás. ¡España es español! Y se tiene toda la legitimidad para defender que lo siga siendo. Pero no quieren defender España. Como en la mayor parte de Europa tampoco defienden sus propios países.

Un saludo

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DEMOCRACIA SEVERA. MÁS ALLÁ DE LA INDIGNACIÓN


Lo que hoy llamamos "democracia" es un triste remedo de lo que fue ese sistema en sus orígenes. Los políticos han aprendido a violarla y la han desnaturalizado y desarmado. "Democracia Severa, mas allá de la indignación" (Tecnos 2015), de Francisco Rubiales Moreno y Juan Jesús Mora Molina, es un libro que denuncia la degradación de la democracia y señala las reformas que el sistema necesita para que sea justo y decente y para que los políticos estén bajo control.
A la democracia le faltan piezas de gran importancia: exigencias éticas, controles a los políticos, que deben ser examinados, psiquica y moralmente, por comisiones independientes, auténtica separación de los poderes y otorgar un papel preponderante a la sociedad civil y al ciudadano, que deben influir y, sobre todo, supervisar la labor de los gobernantes, pudiendo, incluso, destituirlos. La impunidad debe acabar, como también la tolerancia frente a la corrupción y esos cheques en blanco que permiten a los políticos gobernar como les da la gana, ignorando la opinión de los ciudadanos, que son sus jefes y los soberanos del sistema.
Democracia Severa, que ya está en las librerías, aporta lucidez, libertad y solvencia ciudadana. Es una reflexión de denuncia que señala los puntos débiles de nuestro sistema y ayuda a la regeneración y a construir un mundo mejor.
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Las revelaciones de Onakra el escriba de Dios

Este libro, publicado por Francisco Rubiales Moreno, Las Revelaciones de Onakra, el escriba de Dios, no es, como los tres anteriores del mismo autor (Democracia Secuestrada, Políticos, los Nuevos Amos y Periodistas sometidos), un ensayo de pensamiento político, sino una original narración que recoge misteriosas revelaciones sobre la llegada de los primeros ángeles a la Tierra, sus relaciones con las especies vivientes del planeta, el nacimiento de la inteligencia humana y el inicio de esa lucha a muerte entre el bien y el mal que domina la existencia humana, desde el principio hasta el final de los tiempos.
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Periodistas sometidos. Los perros del poder

Periodistas Sometidos. Los perros del poder (Editorial Almuzara, 2009), el último libro publicado por Francisco Rubiales, ha sido acogido con gran interés por políticos, periodistas y ciudadanos interesados en conocer con detalle la profunda crisis del periodismo en España, el sometimiento al poder de miles de periodistas y de redacciones completas, la agonía del periodismo libre, independiente y crítico y la rotura de la vieja alianza entre periodistas y ciudadanos, sin la cual la democracia deja de existir.
Es el tercer y último libro de la trilogía de pensamiento político que comenzó con Democracia Secuestrada (Almuzara 2005) y continuó con Políticos, los nuevos amos (Almuzara 2007).
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Políticos, los nuevos amos

Políticos, los nuevos amos es el nuevo libro de Francisco Rubiales, publicado tras el éxito de Democracia secuestrada.

Como afirma el ex ministro Manuel Pimentel en el Prólogo,"Políticos, los nuevos amos afronta el problema de la degradación del poder con extraordinaria valentía, claridad y profundidad".
Pimentel, que recomienda la lectura del libro a los presidentes, ministros, altos cargos políticos, militantes y a cualquier ciudadano inquieto y preocupado por la democracia, lo define como un libro "duro, libre, alejado de lo políticamente correcto, capaz de provocar reflexiones y golpes de conciencia muy dolorosos".
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Democracia Secuestrada

La rebelión ya ha comenzado. Los ciudadanos quieren regresar del exilio y revitalizar una democracia que está postrada y secuestrada. El ciudadano será de nuevo el protagonista en una democracia auténtica y regenerada. El ser humano está dispuesto a construir a cualquier precio la catedral del futuro. Hay una fuerza desconocida que le impulsa a hacerlo, a pesar de sus cobardías, dudas y fracasos Pero, hasta conseguirlo, tendrá que atravesar desiertos y desfiladeros poblados de peligros y de alimañas dispuestas a defender con sangre y fuego sus privilegios.
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