Los demócratas españoles miran con miedo al PP, que tiene que abandonar su cobardía y complejos

Hace unos días dije que afortunadamente el Sr Rajoy había pasado al olvido. Se ve que tengo el don de la profecía pues, salió en seguida a pontificar un nuevo disparate. Así que me callaré y no diré nada del personaje, que está muy bien en el olvido.

Está clara la posición del pp: progresismo puro y duro. Y lo lo vemos en Madrid, donde el Sr Almeida no pierde ocasión en demostrar que a progre no le gana nadie e incluso la Sra Ayuso. de vez en cuando nos recuerda que es del pp.

Están en su derecho, cada uno es dueño de sus ideas y de sus apuestas de gobierno. La desgracia es el suelo de votantes que lo hacen pensando que votan a un partido de derechas, cosa que no tendría la menor importancia si no fuera porque con sus votos favorecen el progresismo y por tanto, la ruina.

Vista la actitud suicida, para nosotros, del pp y puesto que tiene ese suelo de entusiastas, no se entiende muy bien que se vaya a la izquierda con la feliz idea de captar a votantes socialistas desencantados, cuando está claro que los socialistas o se abstienen o si deciden cambiar el voto, se van directamente a vox. La ganancia por la izquierda es menor que la pérdida por la derecha.

Y dado que la pérdida de votos es mayor que la ganancia, está claro que las encuestas mienten descaradamente, cuando les dan una situación de aumento y la psoe no le dan la disminución que debe´ria producirse, aún a pesar de esa masa de fieles incondicionales y aunque las últimas le dan una caída y un aumento al psoe, con esta convención se producirá un aumento. Sin embargo los escaños suben con timidez, mientras y eso es lo curioso, vox disminuye.

Y si bien es cierto que vox debe nutrirse de desencantados del pp y algunos socialistas debería subir en votos y escaños. Podría ser que el psoe recoja a los podemitas y ciudadanos y el pp a ciudadanos, con lo que mantendrían sus posiciones, pero vox debería subir, pero incluso desciende.

La parrafada anterior va en el sentido de plantear una posible situación, que entiendo no es más que elaborar, por parte de las encuestas una profecía que se va a cumplir, porque las encuestas están para eso, para repartir los escaños y que la gente lo encuentre normal.

El domingo fueron las votaciones en Alemania. La Sra Merkel ha tenido el honor, al parecer es cosa de la llamada derecha, de hundir en la miseria a su partido y elevar a un socialismo que todos vaticinaban como abocado a la desaparición.

Pero la cosa no queda ahí, como ya se está convirtiendo en costumbre, desde que saltó la liebre en USA, aquí han aparecido voces criticando fraudes más o menos descarados. Como la ausencia de papeletas de la presunta extrema derecha, hasta rotura de urnas y cambio de resultados. Al parecer allí todavía no saben como hacer las cosas bien.

Ahora que los pperos están de reunión, deberían tomar nota que los analistas achacan el hundimiento de la derecha alemana en las políticas progres de la Sra Merkel, pero tanto allí como aquí, nadie se hace eco de lo mal que le sientan a los votantes esas políticas. Tal vez porque se trate de mantener a los socialistas como fuerza a tener en cuenta. Y eso me lleva a lo de siempre, que las líneas políticas vienen de arriba y ellos se limitan a obedecer como buenos sicarios.

Leí hace unos días que el pp está preparando la gran coalición. No sabía nada sobre la convención, lo cual me induce a pensar que en esta van a establecer las líneas adecuadas para que esa coalición se produzca y su ambición será que el Sr Casado sea el presidente y la mitad de los ministros, socialistas.

La situación en España es de parálisis, parálisis a todos los niveles, no sólo en la cosa pública, que con la plandemia ya ni siquiera se molestan en parecer que funcionan. Y si no, prueben a pedir cita, si consiguen que les cojan el teléfono, la cita se la dan para varios días, demasiados. Lo único que funciona es la recaudación y lo ha conseguido a base de aumentar escandalosamente el personal y aún así, cualquier procedimiento se alarga mucho.

Es una sensación, que tengo, de vivir en la inercia. Esto funciona, hasta incluso en la empresa privada, por costumbre, pero no porque nadie haga algo por mejorar.

Y ante esta parálisis el pp pretende gobernar para mejorar la economía, que, por supuesto, es necesario, pero es mucho más necesario elevar la moral del pueblo y de eso nadie piensa ocuparse.

Y lo más importante es quitar ese sentimiento de resignación social. Ya se aceptan las cosas resignadamente y sin esperanza, vemos como la sociedad se hunde de forma inexorable y lo aceptamos como inevitable. Y el problema es ese, que más que problema es una desgracia, porque los problemas tienen solución, aunque cueste, las desgracias o las calamidades, no tienen solución, sólo cabe sobrellevarlas. Así que sobre llevamos lo que hace la casta sin ni siquiera pensar que se podrían buscar soluciones, ya lo hemos aceptado como una desgracia. Y por eso nadie va preguntarse si los resultados de las votaciones son reales o nos han metido le pucherazo.

El PP valiente y sin complejos no existe ni existirá, de momento. Esos valiente y sin complejos se llama VOX.