España: la oposición rompe relaciones con el gobierno de Zapatero

Creo que es la mejor decisión de Rajoy desde que es presidente de partido.

ZP legitima al terrorismo negociando con él asuntos políticos y el reparto de parte del territorio nacional. Cualquier partido o persona que apoye a ZP legitima a ZP. Es cómplice de ZP.

ZP hace concesiones al terrorismo por el único mérito de asesinar, torturar y extorsionar. Premia el delito de terror. Hace apología del terror. Cualquiera que apoye a ZP, lo legitima. Es cómplice de ZP.

ZP justifica, legaliza y ampara a los terroristas, por acción y omisión. Apoyar a ZP es legitimarlo y convertirse en su cómplice.

España era una Nación con un Estado que pretendía ser democrático y con leyes válidas para ello. No es compatible el Estado de derecho y el incumplimiento de la legalidad que lo soporta. El gobierno de la Nación de forma incomprensible ha decidido, en asociación con otras fuerzas políticas y organizaciones radicales y delictivas, dejar a España fuera de la legalidad que le permita el normal desarrollo del Estado de Derecho, con el único objetivo de ceder al chantaje de los asesinos y de partidos y organizaciones cuyo objetivo es el acabar con la Nación española, tanto en su vertiente territorial como ciudadana.

Para ello, mediante el engaño y el subterfugio, ya ha conseguido avanzar en ciertos aspectos que bajo la apariencia de "mejoras", concede la independencia a Cataluña, entregándosela a la burguesía fascista- independentista y a los fascistas-radicales, solo pendiente de ratificar mediante un próximo referéndum de autodeterminación, cediendo además el derecho a expolio de España y poder político sobre ella.

Aparentemente (Puede estar todo arreglado desde hace tiempo), iniciará negociaciones con los nazis asesinos, pero no parece que sea para imitar la traición descarada con el estatuto catalán. La ambición de los terroristas apuntan a cotas mucho más elevadas y la actitud complaciente de ZP apunta a que serán complacidos incluso por encima de sus propias reivindicaciones, como ya hiciera con los catalanes.

A todo esto, de forma leal a la legalidad democrática, El PP aguanta el tirón quedando políticamente aislado como único avalista y cabeza visible del Estado de Derecho, tras el abandono del mismo por el resto de fuerzas políticas en un vergonzoso ejercicio de traición al mismo.

La situación actual queda con un partido que representa alrededor de la mitad de ciudadanos, en solitario dentro del Estado de Derecho, y autoexcluidos, fuera de él, el resto de partidos y el propio gobierno, todos ellos en representación de alrededor de la otra mitad de los ciudadanos.

No hay pues ninguna duda de quién debe ser automáticamente designado para la recuperación de la legalidad y gobernabilidad de la España democrática y quiénes deben ser detenidos y juzgados por el delito de alta traición con actuaciones que evidencian una actitud claramente delictiva en un uso y abuso del poder del Estado para fines bastardos que perjudican gravemente a la Nación y que la deja virtualmente fuera del concierto de naciones democráticas.

Esta claro que traidores, radicales, delincuentes y asesinos no pueden estar ocupando o influyendo en el gobierno de una Nación democrática, por ilegal y contradictorio. Ningúna nación civilizada se puede permitir esta incongruencia suicida.

Es el momento de que el Jefe del Estado se decante por el establecimiento de la normalidad democrática, en cumplimiento de la Constitución. Si ama a España y quiere evitar males mucho mayores, que sin duda vendrán, deberá tomar las medidas legales que le permiten remediarlo. No todo el mundo se va a resignar ser gobernado por un palurdo radical, rodeado de nazis y fascistas y guiñando a los asesinos.

Es el momento de hacer cambios para, al menos, seguir como estábamos.