Es 'duro' ser andaluz hoy

Nunca debemos permitir que la calidad de andaluz, o la de español, sea empañada por los acciones de los ocupas del Estado. Conozco gente maravillosa de León. Nada que ver con la desgracia, para toda España, de ZP.

Me ha chocado como los medios de comunicación se prodigaron en la expresión: "Los ciudadanos de Marbella deben limpiar el nombre de su ciudad", o algo similar. ¿Los ciudadanos de Marbella? Será el Estado, a través de los jueces y la policía los que le deben y le han de devolver la dignidad y su patrimonio robado a los ciudadanos.

La casta de ocupas no tiene absolutamente nada que ver con el grueso de la ciudadanía. Ellos están mafiosamente confabulados frente al ciudadano y autoelevado por encima de él. El delincuente lo es, sea de donde sea y por lo que sea. La mayoría ciudadana del mundo solo somos sus víctimas. Bien en el metro, el tranvía, en una esquina o en el Estado. Siempre sus víctimas.

Si el ciudadano y los delincuentes organizados del Estado tuvieran una relación política con éstos, como sus servidores, no habrían pasado quince o veinte años hasta su descubrimiento oficial. Si en el Estado hubiera alguien suficientemente "limpio" como para 'tirar la primera piedra', la ciudadanía no habría estado siendo sistemáticamente robada por esos delincuentes. Ese "alguien limpio" hubiera denunciado desde su deber y derecho a hacerlo. Pero no ha ahbido suerte. No hubo ni uno solo durante tantísimos años. La delincuencia ha sido heredada a los siguientes de sus anteriores, año tras año. Recordemos que la omisión del deber o el silencio ante el conocimiento de delito también puede ser delito.

La única diferencia de las delincuencias del Estado entre el asunto de Marbella y el de ERC o HB, por ejemplo, es que los de Marbella están en prisión y los catalanes son socios de gobierno del gobierno y los terroristas, ladrones especialistas en extorsión, vascos, negocian el reparto de la nación con los ocupas del Estado.

No hace falta mencionar la rapidez y eficacia en enterrar la comisión de la "trama de Madrid" o el rápido olvido, por todos, del "tres por ciento", o el Carmel...Levante, Baleares, ...Con muy fundadas sospechas de que son pequeños accidentes que despuntan el gran meollo de la putrefacción generalizada. Pequeños accidentes que permiten dar carácter oficial a la delincuencia sabida y conocida por casi totdos, durante largos años de impotencia. Pequeños accidentes por venganzas de avaros o discriminados en el reparto del "botín", nunca porque nadie tirase "la primera piedra".

¿Es posible durante tantos años ni una sola mano inocente entre millones de afectados, implicados, beneficiados o conocedores?

No. No tienen nada que ver. La basura con patas ha pululado a su libre albedrío por y como han querido, desde nuestro entorno hasta nuestra vida privada. Somos víctimas, no cómplices.

¿Democracia? ¿Ha mencionado alguien la palabra democracia? ¿Porqué los de Marbella no tienen de compañeros de celda a los responsables del Carmel, de HB, de ERC, de la Generalidad, de la trama de Madrid y de un largo etc.?

Parece surrealista llegar al colmo de la corrupción dentro de la propia corrupción. Una corrupción que discrimina "positivamente" a otra corrupción.

El delincuente civil es un desgraciado. El delincuente ventajista desde los poderes del Estado que traiciona sus deberes, los principios y servicios encomendados y la confianza del ciudadano, es un vulgar canalla miserable mil veces mas vil, sea un bedel o el presidente de gobierno. Se le debería regular el doble de penas que para delitos similares en los delincuentes civiles.

No. No voy a consentir que me haga daño esa basura despreciable. Sigo estando igual de orgulloso de ser andaluz y español que hace un mes o un año. Hermoso sentimiento que ellos nunca tuvieron y que tal vez ya nunca se permitan sentir.

Saludos

Es tan bueno el comentario de Clandestino como el post de Franky. Yo también soy andaluz y, aunque reconozco que es duro serlo, si uno ama la limpieza y la democracia, no me considero culpable de nada sino, por el contrario, un ciudadano oprimido y degradado por la partitocracia que, en Andalucía, es especialmente corrupta y escasamente demócrata. Lo de Marbella, Jerez, Ubrique, Sevilla... no es nada más que el vértice del iceberg porque toda España es una enorme llaga purulenta y pestilente. ¿La causa? No existe la democracia sino el dominio opresor de una clase política profesional que sustityó, sin transición ni cambio real alguno, a la invicta pero agotada nomenklatura del Franquismo. Ahora se ve claro aquello que dijo el Caudillo de que todo estaba atado y bien atado. Los que le sucedieron, en el fondo, eran tan poco demócratas como él y, en la práctica, una casta emergente sucedió a otra casta agotada.