Mientras que la crisis económica pone a España de rodillas y cientos de miles de españoles entran en los territorios de la pobreza, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, principal responsable de la depresión económica que sufre el país, seguirá contando con 640 asesores y colaboradores el próximo año, sólo cuatro menos que en 2009, con unos gastos de personal de 29,58 millones de euros, un 4,6 por ciento más que este ejercicio.
Su negativa a abandonar el despilfarro y a asumir la austeridad que, por obligación, ya aceptan millones de familias españolas, constituye un mal ejemplo condenable y despreciable.
El diario ABC publica hoy en portada la información sobre el despilfarro en asesores del presidente Zapatero afirmando:
Los 640 asesores y colaboradores de Presidencia del Gobierno se dividen en 16 altos cargos, 192 trabajadores eventuales, 336 funcionarios y 96 laborales fijos (en 2009 eran 100). Si bien en total son cuatro menos que en el presente ejercicio, el equipo de Zapatero sigue siendo mayor que el de José María Aznar, que acabó su mandato en 2004 con 550 empleados en Presidencia.
Pese a la mínima reducción de asesores, el gasto de personal del presidente del Gobierno se ha disparado casi en un millón y medio de euros en tan sólo un año. Si en 2009 el presupuesto de personal era de 28,28 millones de euros, en 2010 es de 29,58, un 4,6 por ciento más. En 2004, el último Gobierno de Aznar destinó 16 millones para los gastos de personal de Presidencia del Gobierno.
Zapatero parece haber olvidado que el poder, en democracia, tiene que ser ejemplarizante y que el líder tiene que ser ejemplar para que sea respetado. Antes de esquilmar a los ciudadanos con importantes subidas de impuestos, el gobierno español debería haber afrontado, para dar ejemplo, un riguroso plan de austeridad que no se ha producido, menos aun en la Moncloa, donde el despilfarro sigue campeando y enhibiendo a plena luz toda su indecencia política.
Su negativa a abandonar el despilfarro y a asumir la austeridad que, por obligación, ya aceptan millones de familias españolas, constituye un mal ejemplo condenable y despreciable.
El diario ABC publica hoy en portada la información sobre el despilfarro en asesores del presidente Zapatero afirmando:
Los 640 asesores y colaboradores de Presidencia del Gobierno se dividen en 16 altos cargos, 192 trabajadores eventuales, 336 funcionarios y 96 laborales fijos (en 2009 eran 100). Si bien en total son cuatro menos que en el presente ejercicio, el equipo de Zapatero sigue siendo mayor que el de José María Aznar, que acabó su mandato en 2004 con 550 empleados en Presidencia.
Pese a la mínima reducción de asesores, el gasto de personal del presidente del Gobierno se ha disparado casi en un millón y medio de euros en tan sólo un año. Si en 2009 el presupuesto de personal era de 28,28 millones de euros, en 2010 es de 29,58, un 4,6 por ciento más. En 2004, el último Gobierno de Aznar destinó 16 millones para los gastos de personal de Presidencia del Gobierno.
Zapatero parece haber olvidado que el poder, en democracia, tiene que ser ejemplarizante y que el líder tiene que ser ejemplar para que sea respetado. Antes de esquilmar a los ciudadanos con importantes subidas de impuestos, el gobierno español debería haber afrontado, para dar ejemplo, un riguroso plan de austeridad que no se ha producido, menos aun en la Moncloa, donde el despilfarro sigue campeando y enhibiendo a plena luz toda su indecencia política.
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