Pasados unos días desde que se pidió, por fin llegó el libro. La espera ha valido la pena. Empecé a leerlo y enseguida acaparó mi interés. Al mismo tiempo que iba devorando sus páguinas brotaban en mi mente una multitud de dudas, muchas de ellas nacidas por el desconocimiento, por mi parte, de algunos aspectos del tema.
Analizando las diferentes facetas del libro, llego a la conclusión que tiene un calado tal que no se puede opinar de él sin haber profundizado lo suficiente.
Lo primero que me pregunto es ¿Qué tipo de literatura tengo entre mis manos? ¿Se trata de una historia novelada? ¿Y de una nivola unamuniana? ¿Es quizás fantasía teológica o una teología de ciencia ficción?
Al empezar la segunda lectura, esta vez acompañada por abundante material, me doy cuenta que el libro está muy documentado en apocrifros del A.T., libros del A.T. incluso por textos del N.T., pero, sobre todo, por uno que es crucial "el libro de Enoc".
En el Génesis podemos ver los pasajes que se citan y como el manuscrito ha ido pasando de generación en generación (Enoc,Matusalém,Lamec y Noé).etc.
Este libro describe la segunda venida de Cristo con sus ángeles. El libro de Enoc fué muy apreciado por los primeros cristianos con numerosísimas citas. La antiguedad del libro es dificil ignorarla porque hay versiones que van desde el S.II A.C hasta los 5500 años A.C., por lo que sería el libro más antiguo que ha escrito el ser humano. Personalmente, esa pretendida antigüedad me parece una gran exageración.
Volviendo al libro de "Onakra el escriba de Dios ", me sorprende que la acción comience en Florencia, concretamente en Piazza del Limbo, donde más de una vez he oído que allí está el punto mágico del universo, y digo que me sorprende porque por Florencia tengo una atracción casi patológica y no es la primera vez que estando allí me ocurren cosas difícil de explicar desde la razón.
Conforme voy leyendo, me hago las siguientes reflexiones:
- El libro tiene una gran originalidad que lo hace atractivo desde las primeras líneas.
-Unos documentos que el autor recibe de forma misteriosa son la base en la que se sustentan tanto la trama del libro como la inspiración del autor.
-Un personaje siniestro con gran peso en la trama es Satanás, que no se debe confundir con ese personajillo pobrecito y desgraciado, invento de las religiones monoteístas y del Zoroastrismo dualista, pero un desconocido en la mayor parte de las culturas, como Hinduistas, Budistas, Confucionistas, Taoístas, Sintoístas, Griegas, Romanas, Polinesias, Animistas africanas y muchas más, pudiéndose afirmar que no es el Diablo el que asusta a los hombres, sino que son los hombres los que utilizan al demonio para manipularlo en contra de sus congéneres. Por tanto, la Maldad es otra cosa que está tan extendida en el mundo que a veces sus múltiples manifestaciones se distinguen sólo por su nomenclatura: Azazel, Hitler Demonio o Doctor Muerte, de la misma manera que da igual llamar al infierno Averno, Auschwiz, Mauthausen o Majoanek.
La venida de Onakra puede salvar a la Humanidad. Por eso el interés del Demonio en impedirlo. Esta afirmación que para alguien puede ser Ciencia-Ficción, no es tan descabellada. ¿Acaso la Humanidad no está en peligro de desaparecer, víctima de la tecnología termo-nuclear? ¿Estamos a tiempo de detener esta loca carrera de armamento de destrucción masiva?
No va, por tanto, muy descaminado el autor cuando expresa su terror por la situación que atraviesa la Humanidad, que inexorablemente está perdiendo la partida (Isaías 29-14) y, aunque algunas cosas se hagan o digan en sentido figurado, la conclusión es siempre la misma: "Mucho tiene que cambiar esta Sociedad para no ser víctimas del terror apocalíptico".
Si este libro es inspirado o no, yo no lo sé. Me gustaría que lo fuese, pero tanto si lo es como si no lo es, aporta una esperanza como único camino de salir del desastre que nos va envolviendo.
El momento cumbre del libro está en la gran batalla entre el bien y el mal.
Cuando se llega a ese punto que se complementa con el Primer Gran Juicio, me ocurrió que estaba leyendo el texto y al mismo tiempo no dejaba de mirar las pocas hojas que quedaban. Una vez terminado produce cierta tristeza.
Sin embargo, hay un aspecto positivo a tener en cuenta: el deseo de que pronto el autor nos obsequie con una segunda parte.
Jose Francisco López Puerto.
Analizando las diferentes facetas del libro, llego a la conclusión que tiene un calado tal que no se puede opinar de él sin haber profundizado lo suficiente.
Lo primero que me pregunto es ¿Qué tipo de literatura tengo entre mis manos? ¿Se trata de una historia novelada? ¿Y de una nivola unamuniana? ¿Es quizás fantasía teológica o una teología de ciencia ficción?
Al empezar la segunda lectura, esta vez acompañada por abundante material, me doy cuenta que el libro está muy documentado en apocrifros del A.T., libros del A.T. incluso por textos del N.T., pero, sobre todo, por uno que es crucial "el libro de Enoc".
En el Génesis podemos ver los pasajes que se citan y como el manuscrito ha ido pasando de generación en generación (Enoc,Matusalém,Lamec y Noé).etc.
Este libro describe la segunda venida de Cristo con sus ángeles. El libro de Enoc fué muy apreciado por los primeros cristianos con numerosísimas citas. La antiguedad del libro es dificil ignorarla porque hay versiones que van desde el S.II A.C hasta los 5500 años A.C., por lo que sería el libro más antiguo que ha escrito el ser humano. Personalmente, esa pretendida antigüedad me parece una gran exageración.
Volviendo al libro de "Onakra el escriba de Dios ", me sorprende que la acción comience en Florencia, concretamente en Piazza del Limbo, donde más de una vez he oído que allí está el punto mágico del universo, y digo que me sorprende porque por Florencia tengo una atracción casi patológica y no es la primera vez que estando allí me ocurren cosas difícil de explicar desde la razón.
Conforme voy leyendo, me hago las siguientes reflexiones:
- El libro tiene una gran originalidad que lo hace atractivo desde las primeras líneas.
-Unos documentos que el autor recibe de forma misteriosa son la base en la que se sustentan tanto la trama del libro como la inspiración del autor.
-Un personaje siniestro con gran peso en la trama es Satanás, que no se debe confundir con ese personajillo pobrecito y desgraciado, invento de las religiones monoteístas y del Zoroastrismo dualista, pero un desconocido en la mayor parte de las culturas, como Hinduistas, Budistas, Confucionistas, Taoístas, Sintoístas, Griegas, Romanas, Polinesias, Animistas africanas y muchas más, pudiéndose afirmar que no es el Diablo el que asusta a los hombres, sino que son los hombres los que utilizan al demonio para manipularlo en contra de sus congéneres. Por tanto, la Maldad es otra cosa que está tan extendida en el mundo que a veces sus múltiples manifestaciones se distinguen sólo por su nomenclatura: Azazel, Hitler Demonio o Doctor Muerte, de la misma manera que da igual llamar al infierno Averno, Auschwiz, Mauthausen o Majoanek.
La venida de Onakra puede salvar a la Humanidad. Por eso el interés del Demonio en impedirlo. Esta afirmación que para alguien puede ser Ciencia-Ficción, no es tan descabellada. ¿Acaso la Humanidad no está en peligro de desaparecer, víctima de la tecnología termo-nuclear? ¿Estamos a tiempo de detener esta loca carrera de armamento de destrucción masiva?
No va, por tanto, muy descaminado el autor cuando expresa su terror por la situación que atraviesa la Humanidad, que inexorablemente está perdiendo la partida (Isaías 29-14) y, aunque algunas cosas se hagan o digan en sentido figurado, la conclusión es siempre la misma: "Mucho tiene que cambiar esta Sociedad para no ser víctimas del terror apocalíptico".
Si este libro es inspirado o no, yo no lo sé. Me gustaría que lo fuese, pero tanto si lo es como si no lo es, aporta una esperanza como único camino de salir del desastre que nos va envolviendo.
El momento cumbre del libro está en la gran batalla entre el bien y el mal.
Cuando se llega a ese punto que se complementa con el Primer Gran Juicio, me ocurrió que estaba leyendo el texto y al mismo tiempo no dejaba de mirar las pocas hojas que quedaban. Una vez terminado produce cierta tristeza.
Sin embargo, hay un aspecto positivo a tener en cuenta: el deseo de que pronto el autor nos obsequie con una segunda parte.
Jose Francisco López Puerto.
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