La "presidencia" europea de Zapatero está sirviendo para que los españoles empiecen a abandonar las tinieblas, vean la luz y descubran que han elegido como presidente del gobierno a un personaje de opereta, sin preparación alguna para el liderazgo, desprestigiado y capaz de llevar a España hacia la ruina y la derrota.
La luz ha tenido que llegar de fuera porque España ha estado en tinieblas desde 2004. El gobierno ha sabido ocultar el drama de las carencias del presidente gracias a un marketing político sofisticado y a la complicidad de los principales medios de comunicación, que, a cambio de publicidad, concesiones y ventajas, se han alejado de la verdad, que es la esencia de la democracia, para defender "la verdad del poder" y ocultar sistemáticamente los grandes dramas de España y los errores y memeces del inquilino de la Moncloa.
Las tinieblas han ocultado la luz en España gracias al trabajo de numerosos periodistas sometidos, convertidos en cultivadores del engaño y en auténticos "perros del poder"; del PSOE, que ha renunciado a demasiados principios y valores para cerrar filas y proteger al inepto que nos gobierna; de los grandes sindicatos, atiborrados de dinero y privilegios que no merecen; y de una élite empresarial sin escrúpulos que está haciendo pingües negocios con el dinero público.
Para desgracia de España, la oposición, casi tan inepta como el gobierno, también ha contribuido a que la luz de la verdad se haya apagado en la sociedad española.
La verdad empieza ahora a aflorar en España gracias a Europa. Para vergüenza de los españoles, impregnados de cobardía y miedo, la claridad ha tenido que venir del exterior. Los medios de comunicación europeos, inmunes a la maquinaria de propaganda y de compra de voluntades que funciona desde la Moncloa, critican y ridiculizan a Zapatero, al que le afean sus fracasos en España, su soberbia, su altisonancia hueca y su vergonzosa pretensión de pretender arreglar la crisis en Europa cuando ni siquiera ha sido capaz de controlarla en España, cuya economía, antes envidiada mundialmente por su crecimiento y capacidad de generar empleo y riqueza, es hoy considerada como la más "enferma" de Europa.
Algunos sienten dolor ante el maltrato que sufre el presidente porque dicen que esas críticas y desprecios dañan a España, pero la verdad es que España se lo merece por haber elegido a Zapatero como presidente del gobierno, no una vez sino dos veces, a pesar de que en 2008 era ya considerado por muchos críticos como un incapaz, un pésimo gobernante y un manipulador sin remedio.
Por ese tremendo error, España está pagando un precio enorme: el país se acerca a los cinco millones de parados reales y el foso que separa a ricos de pobres no para de crecer, mientras el tejido productivo se hace añicos, con 127.000 empresas destruídas y casi 300.000 autónomos expulsados del mercado.
Pero la factura es todavía más onerosa y pesante: cientos de miles de españoles están engrosando las filas de la pobreza, pierden sus viviendas, hacen cola en los comedores de caridad y muchos de ellos duermen ya en las calles, bajo cartones y plásticos, mientras el altisonante "lider" sonriente de la Moncloa habita en una burbuja de lujo, despilfarro y alienación elitista, amenazando a Europa con sanciones económicas y provocando una carcajada gigante cuyo eco se escucha desde Letonia a Gibraltar.
La propaganda, las mentiras, las sonrisas del gobierno y la complicidad de los medios de comunicación amigos de Zapatero no tienen alcance europeo, ni fuerza suficiente para poder conseguir en Europa lo que han logrado en España: que las tinieblas dominen a la luz, la mentira se imponga a la verdad y que el torpe y mal gobernante aparezca como un héroe progresista, anticipo del futuro.
El Financial Times, el Franfurter y muchos otros medios y representantes de gobiernos europeos, todos ellos con mayor sentido de la verdad y de la decencia, están consiguiendo que en España penetre algo de luz y que Zapatero empiece a aparecer ante los muchos españoles engañados con su verdadero rostro, el de un caudillo tan torpe como peligroso, capaz de llevar a España hasta la ruína.
Colocar a Zapatero al lado de Van Rompuy o de líderes normales como Ángela Merkel o Sarkozy ha sido demoledor para el pobre español. Zapatero parece un enano político de juguete al lado de los restantes dirigentes europeos, a pesar de que ninguno de ellos sea un portento político. En el liderazgo internacional se perciben el respeto, el apego a la democracia, la pericia para evitar tropiezos y confrontaciones, la cultura y otros valores ausentes del liderazgo español. Van Rompuy, por ejemplo, es sólido, cauto y culto, con una licenciatura en filosofía y un doctorado en economía, una formación que le lleva a tener ideas y propuestas para salir de la crisis que están en las antípodas de las de Zapapatero.
La luz ha tenido que llegar de fuera porque España ha estado en tinieblas desde 2004. El gobierno ha sabido ocultar el drama de las carencias del presidente gracias a un marketing político sofisticado y a la complicidad de los principales medios de comunicación, que, a cambio de publicidad, concesiones y ventajas, se han alejado de la verdad, que es la esencia de la democracia, para defender "la verdad del poder" y ocultar sistemáticamente los grandes dramas de España y los errores y memeces del inquilino de la Moncloa.
Las tinieblas han ocultado la luz en España gracias al trabajo de numerosos periodistas sometidos, convertidos en cultivadores del engaño y en auténticos "perros del poder"; del PSOE, que ha renunciado a demasiados principios y valores para cerrar filas y proteger al inepto que nos gobierna; de los grandes sindicatos, atiborrados de dinero y privilegios que no merecen; y de una élite empresarial sin escrúpulos que está haciendo pingües negocios con el dinero público.
Para desgracia de España, la oposición, casi tan inepta como el gobierno, también ha contribuido a que la luz de la verdad se haya apagado en la sociedad española.
La verdad empieza ahora a aflorar en España gracias a Europa. Para vergüenza de los españoles, impregnados de cobardía y miedo, la claridad ha tenido que venir del exterior. Los medios de comunicación europeos, inmunes a la maquinaria de propaganda y de compra de voluntades que funciona desde la Moncloa, critican y ridiculizan a Zapatero, al que le afean sus fracasos en España, su soberbia, su altisonancia hueca y su vergonzosa pretensión de pretender arreglar la crisis en Europa cuando ni siquiera ha sido capaz de controlarla en España, cuya economía, antes envidiada mundialmente por su crecimiento y capacidad de generar empleo y riqueza, es hoy considerada como la más "enferma" de Europa.
Algunos sienten dolor ante el maltrato que sufre el presidente porque dicen que esas críticas y desprecios dañan a España, pero la verdad es que España se lo merece por haber elegido a Zapatero como presidente del gobierno, no una vez sino dos veces, a pesar de que en 2008 era ya considerado por muchos críticos como un incapaz, un pésimo gobernante y un manipulador sin remedio.
Por ese tremendo error, España está pagando un precio enorme: el país se acerca a los cinco millones de parados reales y el foso que separa a ricos de pobres no para de crecer, mientras el tejido productivo se hace añicos, con 127.000 empresas destruídas y casi 300.000 autónomos expulsados del mercado.
Pero la factura es todavía más onerosa y pesante: cientos de miles de españoles están engrosando las filas de la pobreza, pierden sus viviendas, hacen cola en los comedores de caridad y muchos de ellos duermen ya en las calles, bajo cartones y plásticos, mientras el altisonante "lider" sonriente de la Moncloa habita en una burbuja de lujo, despilfarro y alienación elitista, amenazando a Europa con sanciones económicas y provocando una carcajada gigante cuyo eco se escucha desde Letonia a Gibraltar.
La propaganda, las mentiras, las sonrisas del gobierno y la complicidad de los medios de comunicación amigos de Zapatero no tienen alcance europeo, ni fuerza suficiente para poder conseguir en Europa lo que han logrado en España: que las tinieblas dominen a la luz, la mentira se imponga a la verdad y que el torpe y mal gobernante aparezca como un héroe progresista, anticipo del futuro.
El Financial Times, el Franfurter y muchos otros medios y representantes de gobiernos europeos, todos ellos con mayor sentido de la verdad y de la decencia, están consiguiendo que en España penetre algo de luz y que Zapatero empiece a aparecer ante los muchos españoles engañados con su verdadero rostro, el de un caudillo tan torpe como peligroso, capaz de llevar a España hasta la ruína.
Colocar a Zapatero al lado de Van Rompuy o de líderes normales como Ángela Merkel o Sarkozy ha sido demoledor para el pobre español. Zapatero parece un enano político de juguete al lado de los restantes dirigentes europeos, a pesar de que ninguno de ellos sea un portento político. En el liderazgo internacional se perciben el respeto, el apego a la democracia, la pericia para evitar tropiezos y confrontaciones, la cultura y otros valores ausentes del liderazgo español. Van Rompuy, por ejemplo, es sólido, cauto y culto, con una licenciatura en filosofía y un doctorado en economía, una formación que le lleva a tener ideas y propuestas para salir de la crisis que están en las antípodas de las de Zapapatero.
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