Como presidente de Europa, Zapatero dice a los ciudadanos europeos: «Podemos ofrecer a Europa un modelo de protección social eficiente», una promesa más que agregar a su lujoso balance de engaños y trampas ¿Cómo puede ofrecer un modelo eficiente de protección social quien, bajo su mandato, ha permitido que se eleve la cifra de parados hasta casi cinco millones y se llenen las calles de España de nuevos pobres, de gente sin hogar que duerme en los portales y de personas infelices que hacen cola en los comedores sociales?
En esa España socialmente protegida de ZP hay ya casi un millón de familias sin ingresos, que viven al margen de toda protección social pública.
Quiere emplear con los europeos las mismas tácticas que emplea con los españoles, pero en Europa lo tiene más difícil porque los ciudadanos de Europa viven en democracias menos degradadas que la española y están vacunados frente a engañabobos y políticos mesiánicos.
Simultáneamente, la ministra Trindad Jimenez, aventajada aprendiz de ZP, afirma nada menos que en España hay menos pobres gracias al Gobierno.
Es posible que ante la imposibilidad de ser líder europeo del progreso y la prosperidad, Zapatero pretenda ahora convertirse en el "redentor" de los 80 millones de pobres que hay en Europa. Cree que engañar a los pobres y necesitados debe resultarle más fácil que hacerlo con los que trabajan y todavía consumen.
"España puede ofrecer al resto de países miembros un modelo de protección social eficiente y digno de atención", señaló recientemente en la Conferencia Inaugural del Año Europeo Contra la Pobreza y la Exclusión Social.
Pero cuando alcanzó el cénit del esperpento fue cuando prometió mejores políticas de empleo que eviten el crecimiento del paro en la Unión Europea. El rey del paro ofreciendo trabajo en Europa después de convertir a España en un enorme parking de ciudadanos inactivos.
Para sorpresa de muchos de los que le escuchan, Zapatero se atrevió a hablar también de la redención de los jóvenes y de los ancianos, los primeros amenazados por el paro y los segundos necesitados de atención y protección, sin mencionar que casi la mitad de los jóvenes españoles en edad de trabajar está en paro, que ser mileurista es ya un privilegio en España y que los ancianos españoles, que ya contaban con pensiones miserables, reciben ahora menos dinero porque Zapatero, incapaz de ser austero y de abandonar el despilfarro, les ha subido los impuestos.
En esa España socialmente protegida de ZP hay ya casi un millón de familias sin ingresos, que viven al margen de toda protección social pública.
Quiere emplear con los europeos las mismas tácticas que emplea con los españoles, pero en Europa lo tiene más difícil porque los ciudadanos de Europa viven en democracias menos degradadas que la española y están vacunados frente a engañabobos y políticos mesiánicos.
Simultáneamente, la ministra Trindad Jimenez, aventajada aprendiz de ZP, afirma nada menos que en España hay menos pobres gracias al Gobierno.
Es posible que ante la imposibilidad de ser líder europeo del progreso y la prosperidad, Zapatero pretenda ahora convertirse en el "redentor" de los 80 millones de pobres que hay en Europa. Cree que engañar a los pobres y necesitados debe resultarle más fácil que hacerlo con los que trabajan y todavía consumen.
"España puede ofrecer al resto de países miembros un modelo de protección social eficiente y digno de atención", señaló recientemente en la Conferencia Inaugural del Año Europeo Contra la Pobreza y la Exclusión Social.
Pero cuando alcanzó el cénit del esperpento fue cuando prometió mejores políticas de empleo que eviten el crecimiento del paro en la Unión Europea. El rey del paro ofreciendo trabajo en Europa después de convertir a España en un enorme parking de ciudadanos inactivos.
Para sorpresa de muchos de los que le escuchan, Zapatero se atrevió a hablar también de la redención de los jóvenes y de los ancianos, los primeros amenazados por el paro y los segundos necesitados de atención y protección, sin mencionar que casi la mitad de los jóvenes españoles en edad de trabajar está en paro, que ser mileurista es ya un privilegio en España y que los ancianos españoles, que ya contaban con pensiones miserables, reciben ahora menos dinero porque Zapatero, incapaz de ser austero y de abandonar el despilfarro, les ha subido los impuestos.
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