Lapidación de una adúltera
Algunos musulmanes radicales, violando la ley y exhibiendo una arrogancia que España jamás debe tolerar, han creado las "brigadas de la moral", agrupaciones que dictan y aplican una pretendida "ley islámica" que nada tiene que ver con la ley que regula la convivencia entre los españoles. La actuación de esas brigadas en Cataluña, donde ya han cometido crímenes, constituye una ocasión única para que el gobierno español demuestre su fuerza y rigor expulsando a esos brigadistas de territorio español.
La imagen inquietante de debilidad y entreguismo que se está labrando el gobierno Zapatero en asuntos como la piratería somalí, las relaciones con Marruecos, el asunto de Gibraltar, la cuestión del Sahara Occidental y otros muchos, aconsejan que Zapatero aproveche ese indecente nacimiento de "un Estado dentro de otro Estado" para expulsar a los radicales musulmanes que pretenden imponer en España una ley ajena a las leyes democráticas con las que nos hemos dotado los ciudadanos libres.
El secuestro y juicio islamista a una mujer en Reus por un grupo de fanáticos religiosos musulmanes es, según explicaron fuentes del Ministerio del Interior dedicadas a la lucha antiterrorista, «la expresión más violenta» de un fenómeno que cada vez preocupa más en España. La mujer, secuestrada y condenada por adúltera, logró escapar y denunciar el caso ante la policía antes de ser "ejecutada" por nueve magrebies dispuestos a exhibir en España una arrogancia que en Marruecos esconden y reprimen ante las fuerzas de seguridad del sultán.
Esa reedición en España de juicios similares a los que practican los talibanes en Afganistán debe ser reprimida con toda dureza y cortada de raiz, no sólo para aplicar la ley, que es la obligación del gobierno, sino también para defender la existencia del Estado español frente a fanáticos que han llegado a España sin respeto, sin educación y sin espíritu de paz.
La imagen inquietante de debilidad y entreguismo que se está labrando el gobierno Zapatero en asuntos como la piratería somalí, las relaciones con Marruecos, el asunto de Gibraltar, la cuestión del Sahara Occidental y otros muchos, aconsejan que Zapatero aproveche ese indecente nacimiento de "un Estado dentro de otro Estado" para expulsar a los radicales musulmanes que pretenden imponer en España una ley ajena a las leyes democráticas con las que nos hemos dotado los ciudadanos libres.
El secuestro y juicio islamista a una mujer en Reus por un grupo de fanáticos religiosos musulmanes es, según explicaron fuentes del Ministerio del Interior dedicadas a la lucha antiterrorista, «la expresión más violenta» de un fenómeno que cada vez preocupa más en España. La mujer, secuestrada y condenada por adúltera, logró escapar y denunciar el caso ante la policía antes de ser "ejecutada" por nueve magrebies dispuestos a exhibir en España una arrogancia que en Marruecos esconden y reprimen ante las fuerzas de seguridad del sultán.
Esa reedición en España de juicios similares a los que practican los talibanes en Afganistán debe ser reprimida con toda dureza y cortada de raiz, no sólo para aplicar la ley, que es la obligación del gobierno, sino también para defender la existencia del Estado español frente a fanáticos que han llegado a España sin respeto, sin educación y sin espíritu de paz.
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