La gran enseñanza de Zapatero

¿Se han enterado de que a Salvador Sostres, escritor y articulista de El Mundo, la redacción de este diario le ha retirado la columna que publicó el pasado día 7 de este mes?, y todo porque la reflexión que contenía ha herido a cantidad de criterios enormemente susceptibles que abundan en la sociedad española de hoy en día, donde está permitido que de las noches de la ciudades se hayan adueñado la morralla humana del griterío, las borracheras y el no dejar dormir al prójimo, todo bendecido por los ayuntamientos, la policía y las autoridades que encima no paran de montarles todo tipo de algarabías nocturas a dicha gentucería humana para que se sientan ciudadanos de primera y no decaiga su ánimo; pero donde a la par no se puede hacer una reflexión escrita y pública sobre una lamentable muerte porque esto pone de los nervios y sí quita el sueño a los hipócritas y "buenistas" hasta el grado de considerarlo inadmisible y forzar al propio Pedro J. Ramírez a retirar dicho artículo.

Vale, para quien quiera leer dicho artículo retirado y satanizado por los "buenistas" e hipócritas de la España desquiciada de hoy por hoy, he aquí lo que decía (y juzguen por ustedes mismos):



Salvador Sostres, “Un chico normal”. El Mundo, Madrid, 7 de abril de 2011:

«El chico rumano de 21 años que ha estrangulado a su novia embarazada, también rumana, de 19, “era un chico normal”, según han dicho de él sus vecinos y conocidos. “Discutían como cualquier pareja”, ha explicado la madre de la víctima. Después de cometer el crimen -o de presuntamente cometerlo, hasta que no se celebre el juicio- el chaval, horrorizado por lo que había hecho, telefoneó a su padre a Rumania y le mostró el cadáver de su novia muerta a través de una webcam.

Porque un chico normal de 21 años que está enamorado de su novia embarazada, es normal que pierda el corazón y la cabeza, el sentido y el mundo de vista, si un día llega a su casa y su chica le dice que le va a dejar y que, además, el bebé que espera no es suyo.

Ni puedo justificar ni justifico un asesinato, ni cualquier forma de maltrato tenga consecuencias más leves o más graves. No pienso que haya causas morales que puedan justificar matar a alguien, ni que puedan servir siquiera de atenuantes en el juicio. Digo que a este chico le están presentando como un monstruo y no es verdad. Es un chico normal que se rompió por donde todos podríamos rompernos.

Porque hay muchas formas de violencia, y es atroz la violencia que el chico recibió al saber que iban a dejarle y que el niño que creía esperar no era suyo. No te causa la muerte física, pero te mata por dentro y aquel día algo de ti muere para siempre. No justifico lo que hizo, ni creo que se pueda justificar, pero no es un monstruo: es un chico normal sometido a la presión de una violencia infinita, una violencia que no por ser física es menos violenta; un chico que luego tuvo una reacción terrible, inaceptable e inasumible, criminal, y que no sólo terminó con la vida de su novia y la de la criatura que esperaba, sino que terminó, en cierto modo, con la suya propia.

Espero que si algún día me sucede algo parecido disponga del temple suficiente para reaccíonar quemándome por dentro si que el incendio queme a nadie más. Pero me reconozco en el dolor del chico, en su hundimiento, en su caída al fondo de sí mismo oyendo las explicaciones de su novia. Me reconozco en su desesperación, muy normal y nada monstruosa: en su herida, en su desgarro. Quiero pensar que no tendría también su reacción, como también lo quieres pensar tú. Pero, ¿podríamos realmente asegurarlo? Cuando todo nuestro mundo se desmorona de repente, cuando se vuelve frágil y tan vertiginosa la línea entre el ser y el no ser, ¿puedes estar seguro de que conservarías tu serenidad, tu aplomo?, ¿puedes estar seguro de que serías en todo momento plenamente consciente de lo que hicieras?

Que la justicia dicte su sentencia y que sea tan severa como tenga que ser. Ante un asesinato no hay causas morales. Pero este chico no es un monstruo. Es un chico normal disparado al centro de su querer, arrancado a la vez de la novia y de su hijo, sometido a una violencia brutal que al no ser física nunca se considera, pero que ahoga y machaca lo mismo que cualquier otra violencia.

Hay muchas formas de violencia. La mayoría de los que escriben y leen sobre sucesos ignora cómo a veces el amor se convierte en escoria y en desgracia y se abraza desesperadamente a la tragedia.»

Después de leer el artículo de Salvador Sostres sobre el autor del homicidio en cuestión, me quedo estupefacto por la interpretación sectaria e interesada que hacen del mismo. Y todo ello teniendo en cuenta que el artículo hace referencia e intenta analizar el impacto psicológico sufrido por el presunto homicida, al llegar a cometer un acto tan deleznable. El autor del artículo, intuyendo lo que se le vendría encima, trata de sosegar de antemano los ánimos de esas fuerzas siempre dispuestas a las hogueras y al linchamiento, y dice “Ni puedo justificar ni justifico un asesinato, ni cualquier forma de maltrato tenga consecuencias más leves o más graves. No pienso que haya causas morales que puedan justificar matar a alguien, ni que puedan servir siquiera de atenuantes en el juicio. Digo que a este chico les están presentando como un monstruo y no es verdad. No es un monstruo. Es un chico normal que se rompió por donde todos podríamos rompernos”.

¿Y dónde coño está la aberración del artículo?. ¿Quizás porque osa quitarles la pieza de caza de las garras de esas harpías siempre dispuestas a la condena y a cobrar según el número y las estadísticas de la misma?.

Viendo las reacciones de los “buenistas” del país, siempre dispuestos a hacer justicia en carnes ajenas, no puedo olvidar que ha sido esta tierra la inventora de la Inquisición y el Santo Oficio: los cadalsos, las mazmorras siempre estuvieron a disposición de la denuncia del primer hijo de puta que se le cruzaran los cables. ¡Poco hemos progresado!.

Lo que yo veo detrás de todo esto es una LEY CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO que es la mayor PERVERSIDAD ideada por mente humana, pues resuma ODIOS por los cuatro costados y potencia heridas difíciles de cerrar, enfrentando a unos contra otros. ¿No es un medio más para los abusos y el chantaje más despreciable contra los hombres?. Analizar la maldita ley, sus víctimas y sus nefastas consecuencias sería demasiado largo para este espacio, pero al menos preguntémonos quiénes pueden ser sus cabezas pensantes.

Todos sabemos que detrás de ella está esa “jauría de hembristas” resentidas dispuestas a montar hogueras a la menor oportunidad, organizadas en ONGs con presupuestos supermillonarios. Al tener que ganarse el sueldo y la subvención, están siempre alerta y en disposición para saltarle a la yugular al primer cretino que se les ponga a tiro, como mandan sus cánones. En esta ocasión le ha tocado a Sostres por no calificar el hecho abiertamente de ASESINATO, cuando la duda y la decencia podría hacerlo, en principio, como HOMICIDIO. ¡Sólo los Jueces podrán pronunciarse!. Para ellas la inocencia ha dejado de existir (y no lo digo por este caso) y asesoran a sus víctimas para que el hacha de guerra no vuelva a enterrarse jamás en aquellas pobres familias que caigan en sus garras.

¿El avance de la IGUALDAD?. Tanto Ministerio y tantos millones de euros para esta farsa. Sólo pura DEMAGOGIA: Igualdad, sí, pero criminalizando al varón de antemano, humillándolo, arrodillándolo de por vida. Todo lo que hacen lo hacen para lo mismo, para erradicar la decencia allí donde reine. ¡Malditas hipócritas!.

llevo un par de días sin comentar, no por nada, estoy un poco depre y no consigo el punto de enfado suficiente para escribir un comentario.

Ciertamente aquí si se puede hablar de una oportunidad histórica, pero como esto es España, pasará como ocurre siempre.

Cándido

Tal vez sea mi estado de ánimo, pero como dice el Sr Rajoy tiene la oportunidad de pasar a la Historia como uno de los grandes, pero me temo que pasará como el continuador del peor presidente que han conocido los siglos. Seguramente digan que mejoró la situación y tal y cual. Pero es que hasta yo soy capaz de mejorar la situación.

Un Andaluz

Acertado comentario sobre un crimen que nos lo meterán como la aberración de un monstuo porque de esta forma alguien o alguienes ganan dinero o poder o ambos.

Con lo cual volvemos al principio del artículo.

Sr. Teófilo, para tener una idea mínimamente aproximada de la PERVERSIDAD que puede llegar a guarda una ley como esta, no le desearía a nadie que se viera en la tesitura de tener que llevar a su propia mujer a un hospital, después de haber sufrido un accidente. Para que vea que ni siquiera un título universitario es garantía de nada. Nos falta seriedad para enfrentarnos a los hechos, es cuestión de mentalidad y educación y eso no se aprende de un día para otro. Pues bien, las miradas cómplices y llenas de reproches entre enfermeras y médicos te asesinarían el alma. Ante una situación así – totalmente posible – uno no tendría otra defensa para rebajar el bochorno, que levantar los brazos al tiempo que gritar: “¡A mí que me registren!, y poner nuestra mejor sonrisa.

Me da pánico pensar cómo la mayoría de la gente suele tratar estos asuntos que por su misma naturaleza dramática deberían ser tratados con una sensibilidad especial. A este pobre hombre, antes de que la gente conozca todos los hechos o de ofrecerle garantías procesales – eso y no otra cosa significa “estado de derechos” – ya se le ha condenado, antes de llegar al juez, y debe ir al paredón, por el único hecho de ser HOMBRE, privilegio que nos ha sido reservado en honor a la tan cacareada IGUALDAD . En caso de que los hechos hubiesen sido otros y fuera la mujer la “presunta” homicida, entonces cómo no, lo habría hecho como buena heroína en “defensa propia”, y a todo el mundo le hubiera parecido lógico y normal, siguiendo el cómodo cencerro de la propaganda de las“hembristas”, a las que les hubiese resultado maravilloso y una batalla más ganada.

Traduzcamos la ley a vote pronto: Los hombres ya somos culpables, de antemano, por el simple hecho agravante de ser hombres, y por serlo siempre seremos malos y sospechosos y tendremos que probar nuestra inocencia. En cambio, no hay mujeres malas, todas son buenas, ángeles y se les presume siempre la inocencia y la bondad.

Por otra parte, hay que ser muy bestias y no tener ni pizca de vergüenza para criminalizar un escrito como ese. Sé que somos el culo de Europa en Educación, pero por muy pencos que hayamos alcanzado ser, no creo que nos falte la más básica comprensión lectora para entender un escrito tan claro como ese. Lo que sí sé es que nos sobra fanatismo, oscuridad mental y mala leche para que nada pueda crecer con seriedad, sensibilidad y respeto entre nosotros.

P.D.: El Mundo, no deja de ser un panfleto para borregos sin cerebro que sólo sigue sus propios intereses. Ante los gritos indignados de las arpías, defensoras y garantes de nuestra moral para monos, es lógico que diera un paso atrás.

Saludos!!!.