Dícese en mi tierra que jaranera es una persona bulliciosa y alborotada, pendenciera, tramposa, dada al engaño, a la trampa, poco respetuosa. No encuentro mejor calificativo que éste de mi pueblo cuando nos referimos decimos o avisamos que alguien no es de fiar, no es trigo limpio.
La alharaca del independentismo, al que se han sumado una pléyade DE mediocridades y vividores oportunistas, ha llegado a su cuesta abajo, se pasó su momento y, como si de una estrella del mundo casposo se tratase, ya recurre a la cirugía estética para dar el pego y retrasar su batacazo.
El corte de manga que el pueblo catalán ha dado a los Carod Rovira-Laporta (Möet)-.Montilla (el chuletero) y a los de las urnas IKEA de la Consulta Independentista ha sido claro y determinante.
Cuando algunos de estos ha presentado otra petición para una consulta general, la han tirado a la papelera en la Generalitat. Tal vez piensen que de ridículo ya tienen bastante.
Los circos y extravagancias de los independistas han dañado profundamente a una región que tradicionalmente ha sido el motor de España. Un detalle que emerge de encuestas de esta semana: de cada diez nuevos médicos en España, solo uno elige hacer el MIR en Barcelona y 8 en Madrid. Parece que la lengua no abre las puertas a los profesionales de elite y esto es extremadamente peligroso ya que el futuro de España no está en los camareros a albañiles sino en ingenieros, médicos, etc.
Han politizado el fútbol como medida desesperada. El Barcelona, hoy, es considerado como una herramienta política y sus signos, escudo, colores han quedado identificados con el catalanismo independentista de los Laporta, Carod Rovira y demás charivaris. Pero observemos que en el partido de fútbol Argentina-Cataluña se vendieron 30.000 y al final, para que hubiese gente en el campo donde jugaba Cataluña, han tenido que regalar las entradas. A pesar de estas ofertas, el campo solo acogió a 52.000 asistentes y se podía ver en las panorámicas los huecos y claros propios de partidos de aficionados o entre viejas glorias pro-victimas de un terremoto.
La industria catalana está pagando un alto precio por las payasadas del independentismo. Sus productos han perdido la simpatía y la preferencia de los españoles, que son sus clientes principales. Sus vinos no se venden como antes. Intentan exportar pero la competencia es enorme.
Las estadísticas de opinión de voto recientes, indican claramente que los Carod & Co. tienen los mismos. simpatizantes de siempre: ellos, sus familiares, amigos y algunos empleados.
En las Vascongadas se emite el mensaje del Rey como algo normal, como debía haber ocurrido siempre. La Iglesia Católica dispone de obispos vascos sin carné firmado por Arzallus y el “placet” de Setién. Los nacionalistas independentistas están en el banquillo por decisión del electorado vasco. Hasta elementos como Otegui conminan a sus correligionarios a tirar las pistolas y no fabricar más bombas lapa.
Todo esto son signos inequívocos de que el tiempo de la caspa política independentista está cerca del fin. Su generoso gran patrocinador, nuestro presidente Zapatero, pierde apoyo de un telediario a otro.
Que esto continúe así depende de los ciudadanos. El ciudadano debe hacer oír su voz y su opinión de forma democrática. De hacerlo cada día peor y contar cuentos se encargan ellos.
Ligur
¡¡¡UN CIUDADANO UN VOTO. TODOS LOS VOTOS EL MISMO VALOR!!!
La alharaca del independentismo, al que se han sumado una pléyade DE mediocridades y vividores oportunistas, ha llegado a su cuesta abajo, se pasó su momento y, como si de una estrella del mundo casposo se tratase, ya recurre a la cirugía estética para dar el pego y retrasar su batacazo.
El corte de manga que el pueblo catalán ha dado a los Carod Rovira-Laporta (Möet)-.Montilla (el chuletero) y a los de las urnas IKEA de la Consulta Independentista ha sido claro y determinante.
Cuando algunos de estos ha presentado otra petición para una consulta general, la han tirado a la papelera en la Generalitat. Tal vez piensen que de ridículo ya tienen bastante.
Los circos y extravagancias de los independistas han dañado profundamente a una región que tradicionalmente ha sido el motor de España. Un detalle que emerge de encuestas de esta semana: de cada diez nuevos médicos en España, solo uno elige hacer el MIR en Barcelona y 8 en Madrid. Parece que la lengua no abre las puertas a los profesionales de elite y esto es extremadamente peligroso ya que el futuro de España no está en los camareros a albañiles sino en ingenieros, médicos, etc.
Han politizado el fútbol como medida desesperada. El Barcelona, hoy, es considerado como una herramienta política y sus signos, escudo, colores han quedado identificados con el catalanismo independentista de los Laporta, Carod Rovira y demás charivaris. Pero observemos que en el partido de fútbol Argentina-Cataluña se vendieron 30.000 y al final, para que hubiese gente en el campo donde jugaba Cataluña, han tenido que regalar las entradas. A pesar de estas ofertas, el campo solo acogió a 52.000 asistentes y se podía ver en las panorámicas los huecos y claros propios de partidos de aficionados o entre viejas glorias pro-victimas de un terremoto.
La industria catalana está pagando un alto precio por las payasadas del independentismo. Sus productos han perdido la simpatía y la preferencia de los españoles, que son sus clientes principales. Sus vinos no se venden como antes. Intentan exportar pero la competencia es enorme.
Las estadísticas de opinión de voto recientes, indican claramente que los Carod & Co. tienen los mismos. simpatizantes de siempre: ellos, sus familiares, amigos y algunos empleados.
En las Vascongadas se emite el mensaje del Rey como algo normal, como debía haber ocurrido siempre. La Iglesia Católica dispone de obispos vascos sin carné firmado por Arzallus y el “placet” de Setién. Los nacionalistas independentistas están en el banquillo por decisión del electorado vasco. Hasta elementos como Otegui conminan a sus correligionarios a tirar las pistolas y no fabricar más bombas lapa.
Todo esto son signos inequívocos de que el tiempo de la caspa política independentista está cerca del fin. Su generoso gran patrocinador, nuestro presidente Zapatero, pierde apoyo de un telediario a otro.
Que esto continúe así depende de los ciudadanos. El ciudadano debe hacer oír su voz y su opinión de forma democrática. De hacerlo cada día peor y contar cuentos se encargan ellos.
Ligur
¡¡¡UN CIUDADANO UN VOTO. TODOS LOS VOTOS EL MISMO VALOR!!!
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