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Asesinos de la democracia


Nota

Más que por robar y utilizar el dinero público como si fuera de ellos, los políticos españoles son corruptos y deleznables por asesinar la democracia, con todo lo que eso conlleva de desprecio al ciudadano, a las leyes y a los valores. Hay muchos principios básicos de la democracia que los políticos españoles pisotean, pero hay dos que son de una suciedad insoportable: el primero es el incumplimiento constante de la voluntad popular y del criterios de las mayorías y el segundo es anteponer los criterios e intereses de los partidos políticos al interés general y el bien común.

La democracia establece que los partidos deben practicar la democracia interna y ser puentes eficaces entre los ciudadanos y el poder político, anteponiendo siempre el interés general al propio, pero los partidos hacen justo lo contrario: son autoritarios y verticales, sin debate ni democracia interna, y anteponen el interés del partido al bien común, violaciones del sistema más graves, si cabe, que el robo y la corrupción.

Por eso, cuando un político te dice "Yo no soy un corrupto", lo que quizás quiera decir es que no es un ladrón, pero seguro que es un corruptor de la democracia, porque lo es el sistema del que él forma parte destacada.
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Asesinos de la democracia
Robar no es la peor corrupción de la política española. Es mucho más grave y sucio anteponer los intereses propios y los del partido al interés general, el bien común y la salud de la nación. Ese tipo de corrupción, la más rastrera, vil, injusta, antidemocrática y dañina, la practican los políticos españoles, prácticamente sin excepción. Ese vicio de anteponer el interés particular al bien común, mucho mas grave que robar, prevaricar, cobrar sobres en dinero negro o enriquecerse gracias al cargo público que se desempeña, es el que hace de España uno de los países más podridos del planeta.

Pero son muchos los déficits que alejan a España de una política digna y decente. Uno de los más graves es la violación constante y reiterada de la voluntad popular y del criterios de las mayorías, fundamento de la democracia. Hay reivindicaciones populares que congregan a la inmensa mayoría de los ciudadanos, a las que los partidos, porque no les conviene, cierran los ojos y los oídos, cometiendo así un delito contra la democracia, la decencia y la Justicia.

Los españoles quieren que se adelgace el Estado, que es el mas monstruoso de toda Europa y el que mas políticos mantiene, y desea también que se supriman poderes autonómicos y muchas instituciones y empresas públicas sin utilidad real, creadas por los políticos solo para colocar a sus amigos y compañeros de partido. También quieren que desaparezca la financiación de los partidos políticos con dinero procedente de los impuestos y que se castigue con cárcel de por vida a los corruptos que no devuelvan el botín sustraído. Quieren también que se limiten los poderes de los partidos y del mismo gobierno, por ejemplo en capítulos como el endeudamiento y el despilfarro, que son auténticos escándalos que arruinan la nación. También quieren que los privilegios de los políticos se reduzcan y, sobre todo, que se democratice el sistema, que es hoy más parecido a una dictadura de partidos que a una verdadera democracia.

Dentro del enorme capítulo de la democratización de España destacan tres dramas que la ciudadanía quiere solucionar, pero los partidos se niegan: la representatividad, la separación de poderes y el sistema electoral.

Los españoles, en realidad, no están representados por sus diputados y senadores porque estos no responden ante los ciudadanos, sino antes las cúpulas de sus partidos, que son los que los eligen y los sitúan en las listas electorales, que el ciudadano no puede alterar en las urnas, una aberración que deslegitima y desvirtúa la democracia. Hay que introducir cambios como el diputado de distrito, que acercaría el representante a sus electores, algo que repugna a los centralizados y antidemocráticos partidos políticos actuales.

La separación de poderes, consustancial a la democracia, en España es un desastre vergonzoso. El Congreso y el Senado están sometidos a los partidos y al poder ejecutivo y la Justicia está también bajo control e injerencia de los partidos y del poder ejecutivo, que tienen la desfachatez de nombrar jueces y magistrados y decidir sobre las carreras de los que administran la Justicia.

El sistema electoral, por último es un verdadero caos antidemocrático porque falla en lo sustancial: el valor del voto para que se respete el principio de "un hombre un voto", básico en democracia. En España, para beneficiar a los nacionalistas y a determinados partidos, el valor del voto es diferente en cada provincia, lo que hace que un diputado en el País Vasco necesite muchos menos votos para ser elegido que en Madrid, por ejemplo.

Hay muchas mas carencias y reivindicaciones justas en el sistema político español, que hace aguas por todas partes, pero que los partidos se niegan a resolver porque los políticos ejercen una indecente y egoísta dictadura sobre la población, que les deslegitima y les convierte en adversarios, mas que en representantes, del ciudadano. Mencionar todas las carencias y violaciones en un articulo corto, como éste, resulta imposible, pero basta con la muestra analizada para alcanzar la conclusión de que España está en manos de personas que carecen de la dignidad y la decencia básicas para representar y gobernar a un pueblo libre de ciudadanos.

Francisco Rubiales


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Sábado, 7 de Enero 2017
Artículo leído 3266 veces




Comentarios:

1.Publicado por vanlop el 07/01/2017 13:40

Hoy no se me ocurre nada que añadir porque lo dice con total claridad, ni siquiera notas marginales.

Sí mencionaré que es muy curioso o no, que haya un exceso de personal en la Administración y falten funcionarios. En algunos departamentos el déficit es terrorífico, amenazando con bloquear ese departamento.

Pero si nos fijamos bien, donde faltan es en los departamentos en los que se necesita una preparación especial y no son posibles las interinidades. En Hacienda se jubilan dos mil funcionarios más que los que entran, y ahí no es posible le dedo provisor, tienen que ser oposiciones y luego un curso para aprender lo necesario.

Lo mismo ocurre con las fuerzas de seguridad, faltan 20 000 miembros y se jubilan más de los que entran a pesar de las convocatorias masivas, pero como tampoco cabe la interinidad y además han de pasar un año en la escuela, no se puede hacer mucho más pues las escuelas tienen la capacidad casi al límite.

Otra cuestión es si necesitamos tanta policía, porque en el franquismo las fuerzas eran menos de la mitad y además tenían muchos días de descanso. Pero supongo que el cambio social a peor y la relajación de las leyes, obliga a tener cada vez más policías.

La cuestión es que en global, cada vez son más los que cobran del presupuesto, luego ahí deben intervenir los dedos empleadores para conseguir, con unos empleos precarios, aunque eternos, la fidelidad de tantas familias. Porque la gente lo tiene claro, en cuanto sacan las escasas oposiciones que se convocan, dejan la sumisión.

Liberché

No cabe duda que la sociedad quiere cambiar lo que hay, pero para eso debe salir de la sociedad gente capaz de hacerlo. Esa gente existe, existen los votos para conseguirlo, el problema es que esa gente no puede ponerse en situación de recibir los votos.

Fíjese en vox, un partido que cumple todas las expectativas para ser un partido bastante votado y sin embargo no les vota nadie.

Aparte del silencio informativo, que contrasta con el desborde podemita, que hasta cuando estornuda su líder, sale en los medios, les falta una definición ideológica con un cuerpo doctrinal que haga pensar a la gente. No se puede pedir el voto "porque me lo merezco" y porque soy la alternativa decente a lo que hay. Tampoco se puede ir a unas elecciones por primera vez diciendo que puedes sacar un escaño, has de ir diciendo que vas a sacar mayoría y luego ya se verá.

Así que el deseo de cambio existe y es fuerte, pero las alternativas son patéticas y la casta no va a dejar que salga ninguna con verdaderas posibilidades.

2.Publicado por Anro Libertché el 07/01/2017 15:04
LA SEUDO DEMOCRACIA EN ESPAÑA REGIDA POR CRIMNALES.

No basta con declarar asesinos de la democracia, a la mayoría de políticos en España. Y aunque las excepciones no confirman la regla, no hay más solución que perseguirlos desenmascararlos y ponerlos a disposición de los tribunales, con mesa de jurados populares, sin más trámites, que las pruebas, indicios, comprobaciones e imputaciones de las que puedan ser acusados, por vía y carácter prioritario de urgencia y expeditiva sin más consideraciones. Si o sí.

La lentitud y trabas de la mediatizada, politizada, nula independencia y parcialidad de la Justicia en España, de ninguna manera, puede seguir actuando con la misma legislación, resortes, medios y herramientas, que por obstaculización y ninguneo de los poderes políticos viene ejerciendo.

En el fondo los ciudadanos de España siguen creyendo en la Justicia, como única esperanza, de limpieza, transparencia, regeneración y reconversión del sistema, sin embargo dicha esperanza se ve difuminada con trampas, obstaculizaciones y limitaciones, que imponen las aberrantes normas legislativas que los partidos políticos y en particular los gobernantes vienen sometiendo al sistema judicial, y en definitiva a los ciudadanos. Es decir, todo un cutrerío bochornoso y perversión legislativa, que la mayoría de gobernantes y dirigentes políticos, siguen ejerciendo a espalda de los ciudadanos, siendo conscientes de las infames injusticias que se cometen contra los ciudadanos y en definitiva, contra lo que debe ser una verdadera y auténtica democracia de los ciudadanos, que No de los partidos y políticos.

Y efectivamente, “son muchos los déficits que alejan a España de una política digna y decente. Uno de los más graves es la violación constante y reiterada de la voluntad popular y de los criterios de las mayorías, fundamento de la democracia. Hay reivindicaciones populares que congregan a la inmensa mayoría de los ciudadanos, a las que los partidos, porque no les conviene, cierran los ojos y los oídos, cometiendo así un delito contra la democracia, la decencia y la Justicia. Los españoles quieren que se adelgace el Estado, que es el más monstruoso de toda Europa y el que más políticos mantiene, y desea también que se supriman poderes autonómicos con muchísimas instituciones triplicadas y empresas públicas sin utilidad real, creadas por los políticos solo para colocar a sus amigos y compañeros de partido. También quieren que desaparezca la financiación de los partidos políticos con dinero procedente de los impuestos y que se castigue con cárcel de por vida a los corruptos que no devuelvan el botín sustraído. Quieren también que se limiten los poderes de los partidos y del mismo gobierno, por ejemplo en capítulos como el endeudamiento y el despilfarro, que son auténticos escándalos que arruinan la nación. También quieren que los privilegios de los políticos se reduzcan y, sobre todo, que se democratice el sistema, que es hoy más parecido a una dictadura de partidos que a una verdadera democracia”.

Y mientras los ciudadanos, no seamos conscientes, responsables y consecuentes, con actitudes críticas serias, denunciables, con pruebas, testigos, causas y conocimientos, en contra de las fechorías, corrupciones, injusticias y deslealtades de los políticos y gobernantes, seguiremos siendo una nación de ciudadanos engañados y estafados, por una clase política, que sin ningún género de dudas, no vacilaran en seguir cometiendo todo tipo de abusos, atropellos, robos, estafas y saqueos al Estado, cuyos únicos dueños y soberanos son los ciudadanos.

La pasividad, la contemporización, no tener conciencia cívica democrática, la desidia, “el no va conmigo”, son los más nefastos, deleznables y condenables comportamientos, que los ciudadanos decentes puedan asimilar y adoptar. Y todo ello, por la complicidad inconsciente, que implica la comodidad de “mira para otro lado”, dejando impunes e invulnerables, los delitos que la clase política comete contra los fundamentos y esencias de lo que significa el Estado de Derecho.

Atte. A. Libertché

3.Publicado por José Luis Hernández Plaza el 07/01/2017 15:18
Nos van a subir los impuestos, de hecho ya han subido los combustibles, y eso repercute en todo. Somos un macropais administrativamente hablando, y se ha dicho hasta la saciedad , que somos el pais más "gueso " de Europa, pero nadie se ha atrevido a adelgazarlo, a pesar de llevarlo tímidamente en los programas, porque sería enviar al paro, pero cobrando, a un ingente número de funcionarios.
Tan solo si fuéramos capaces de llegar a esos 20 millones de cotizantes, a lo mejor se podría intentar algo, pero lo consdero el sueño de una noche de verano, por tanto dificilmente realizable.
Si los partidos políticos se tuviésen que autofinanciar, en lugar de vivir de las subvenciones, que no hay que olvidar qye salen de nuestros bolsillos, la cosa podría ser distinta, pero si no es ahora, y hemos tenido las corrupelas que hemos tenido, ¿que sería entonces".

El bipartidismo está haciendo equilibrios en el alambre, con un Rajoy dando largas cambiadas, y un Psoe en caída libre con un Comité Federal de ..."la señorita Pepis", que da grima, sin patalones suficientes para meter en cintura a los díscolos seguidores de Pedro Sánchez, ese que resulto ser más tonto que ZP, y ahora monta una nueva sede en Ferraz. ¿A que juegan?.

Al gallego le viene de p.m., no digamos a Podemos, pero todo tiene su relativismo, y España se puede ir al garete con estos "jueguecitos".

Podemos en Vistaalegre pretenden que todos canten la internacional, con el retropuño en alto al unísono, pero resulta complicado, demasiadas voces discordantes. En buena lógica se irán desinflando, la juventud es la única enfermedad que se cura con el tiempo.

Con esta merienda de negros nacional , el panoramas vaticina una nueva crisis, con una Europa convulsa puteando a Putin , que no quiere perder su imperio, y y un Tramp, que la puede liar parda. Mientras nuestros dirigentes jugando al Excalectric politico, y nosotros ...de espectadores.
Estamos cambiando de coches con mucha facilidad, nos venden que son muy contaminantes. En estas Fiestas hemos fundido las tarjetas de crédito de tanto pasarlas por la maquinita, pero al final de mes el banco nos cruje-

José Luis Hernández (KAZAZA)

4.Publicado por jose el 09/01/2017 00:37
En nuestra opinión desde el año 1979, los españoles dejamos de ser iguales ante la ley y por tanto dejamos de ser una democracia. Así lo veo: El sistema político español ha fracasado por la ruina económica de mantener 17 Estados desiguales, que es equivalente a que tuviésemos 200 Ministerios y más de 17 Vicepresidencias con todas sus ramificaciones, que su coste obliga a trabajar más de la mitad del año para mantener la actual estructura política, a lo que hay que añadir la imposición de ciudadanos de distintas categorías políticas, de primera son vascos, navarros, seguidos de los catalanes y en último lugar los de Ceuta y Melilla. Los privilegios, han sido el fundamental camino para hacer inviable España. Impedir el yo legislo para ti pero tu para mí no, es rebajar, degradar a los ciudadanos que eligen representantes en las Cortes Generales, todos votan la misma ley, pero unos quedan excluidos de su aplicación, indignidad discriminatoria de los privilegios, si todos pueden votarla ha de imponerse sobre las leyes autonómicas. La situación de igualdad se sustituye por un privilegio odioso, lo vemos como un envilecimiento político, al no haber expresamente figurado en el Título Octavo de la Constitución que las competencias asumidas por una Comunidad Autónoma, imposibilitan que los Diputados y Senadores elegidos por los votantes de esa Comunidad, puedan intervenir en las leyes que traten sobre esas materias, por no ser de aplicación a los ciudadanos de su territorio, que son quienes los han elegido. Discriminación grave, que altera los valores de las votaciones, no es igual que una ley la voten los Diputados y Senadores que proceden de los territorios que no tienen asumida esa competencia, que además, lo hagan los que si la tienen y que por tanto no se aplica en esa Comunidad Autónoma. Esta ventaja discriminatoria, es la que ha dado más poder a los separatistas, al obtener más prerrogativas económicas y de cesión de competencias, cuando el Gobierno de la Nación ha necesitado sus votos. Las mayorías cambiarían completamente para cada materia a aprobar y nadie saldría discriminado, si se aplicase el Derecho Fundamental a la igualdad, impidiendo que puedan votar una ley, los Diputados y Senadores de las Comunidades que han asumido la competencia de la materia que trate la ley y por tanto no ser de aplicación en la Comunidad de procedencia. Los partidos independentistas perderían mucho poder, al tener muchas competencias asumidas sus Comunidades, no podrían intervenir en muchas leyes, al ser la supletoriedad de la ley estatal, solo una tolerancia interesada y que puede cambiar en cualquier momento la Autonomía. Lo fundamental es que la paridad política de todos los españoles se imponga, y que el valor superior de la igualdad, que proclama el artículo 1 de la Constitución, deje de ser violado desde el año 1979, para cumplir con la definición de Estado democrático de Derecho. Los privilegios territoriales corrompen el sistema político, violando también el artículo 10 de la Carta Magna en su correlación con los artículos 1, 2 y 7 de los Derechos Humanos y el Tratado de la Unión Europea.
Hay que añadir también la discriminación en la elección y cese del Presidente del Gobierno, al igualar el voto de aquellos que tienen depositadas más competencias en el Gobierno de la Nación, con aquellos que le han quitado muchas más competencias, cuando debe existir proporcionalidad en el valor del voto, por el camino que vamos el Gobierno de todos los españoles, podría prácticamente no tener competencias en un territorio y los Diputados y Senadores del mismo votar todas nuestras leyes y en la elección y cese del Presidente de Gobierno. Ver en Internet "La Discriminación Política en España".
La violación de los artículos1, 14, y 139 supone la inconstitucionalidad de muchas leyes, sean orgánicas o no, al haber sido necesarios para su aprobación los votos de Senadores y Diputados procedente de las Autonomías que no les afectaban esas leyes, como se ha descrito anteriormente, en este momento podemos tener hasta 17 categorías de ciudadanos, corrupción que altera la igualdad de los españoles y el poder de los ciudadanos según los territorios, para determinar en cada momento, que nos queda a los españoles de soberanía nacional, al haberse violado el fundamento de toda democracia, de la igualdad ante la ley y la Constitución.

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Este blog no es una plataforma de promoción del Voto en Blanco, sino un medio de castigo al mal gobierno y a la política antidemocrática que utiliza el termino “Voto en Blanco” por lo que conlleva de protesta y castigo al poder inicuo.

El voto en blanco es una bofetada democrática a los poderes políticos ineptos y expresa la protesta ciudadana en las urnas cuando padece gobiernos insoportables, injustos y corruptos. Es un gesto democrático de rechazo a los políticos, partidos y programas, no al sistema. Conscientes del riesgo que representaría un voto en blanco masivo, los gestores de las actuales democracias no lo valoran, ni lo contabilizan, ni le otorgan plasmación alguna en las estructuras del poder. El voto en blanco es una censura casi inútil que sólo podemos realizar en las escasas ocasiones que se abren las urnas. Esta bitácora abraza dos objetivos principales: Valorar el peso del voto en blanco en las democracias avanzadas y permitir a los ciudadanos libres ejercer el derecho a la bofetada democrática de manera permanente, a través de la difusión de información, opinión y análisis.




HIENAS Y BUITRES. PERIODISMO Y RELACIONES PERVERTIDAS CON EL PODER


Hienas y buitres es un libro escrito para despertar y movilizar las conciencias dormidas e intoxicadas desde el poder. Leerlo representa un vuelo rasante por encima de los secretos de la comunicación moderna y de los recursos y trucos que utiliza el poder para ejercer el dominio.
Las relaciones entre políticos y periodistas siempre han sido tormentosas. Son dos poderes decisivos que en las últimas décadas han pretendido dominar el mundo. En ocasiones lo han mejorado, pero otras veces lo han empujado hacia el drama y el fracaso. Políticos y periodistas se aman y se odian, luchan y cooperan, nos empujan hacia el progreso y también nos frenan. Son como las hienas y los buitres, que comen y limpian huesos juntos, pero sin soportarse. Al desentrañar el misterio, aprenderemos también a defendernos de sus fechorías.
Los medios son la única fuerza del siglo XXI que tiene poder para poner y quitar gobiernos y para cambiar los destinos del mundo.
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DEMOCRACIA SEVERA. MÁS ALLÁ DE LA INDIGNACIÓN


Lo que hoy llamamos "democracia" es un triste remedo de lo que fue ese sistema en sus orígenes. Los políticos han aprendido a violarla y la han desnaturalizado y desarmado. "Democracia Severa, mas allá de la indignación" (Tecnos 2015), de Francisco Rubiales Moreno y Juan Jesús Mora Molina, es un libro que denuncia la degradación de la democracia y señala las reformas que el sistema necesita para que sea justo y decente y para que los políticos estén bajo control.
A la democracia le faltan piezas de gran importancia: exigencias éticas, controles a los políticos, que deben ser examinados, psiquica y moralmente, por comisiones independientes, auténtica separación de los poderes y otorgar un papel preponderante a la sociedad civil y al ciudadano, que deben influir y, sobre todo, supervisar la labor de los gobernantes, pudiendo, incluso, destituirlos. La impunidad debe acabar, como también la tolerancia frente a la corrupción y esos cheques en blanco que permiten a los políticos gobernar como les da la gana, ignorando la opinión de los ciudadanos, que son sus jefes y los soberanos del sistema.
Democracia Severa, que ya está en las librerías, aporta lucidez, libertad y solvencia ciudadana. Es una reflexión de denuncia que señala los puntos débiles de nuestro sistema y ayuda a la regeneración y a construir un mundo mejor.
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Las revelaciones de Onakra el escriba de Dios

Este libro, publicado por Francisco Rubiales Moreno, Las Revelaciones de Onakra, el escriba de Dios, no es, como los tres anteriores del mismo autor (Democracia Secuestrada, Políticos, los Nuevos Amos y Periodistas sometidos), un ensayo de pensamiento político, sino una original narración que recoge misteriosas revelaciones sobre la llegada de los primeros ángeles a la Tierra, sus relaciones con las especies vivientes del planeta, el nacimiento de la inteligencia humana y el inicio de esa lucha a muerte entre el bien y el mal que domina la existencia humana, desde el principio hasta el final de los tiempos.
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Periodistas sometidos. Los perros del poder

Periodistas Sometidos. Los perros del poder (Editorial Almuzara, 2009), el último libro publicado por Francisco Rubiales, ha sido acogido con gran interés por políticos, periodistas y ciudadanos interesados en conocer con detalle la profunda crisis del periodismo en España, el sometimiento al poder de miles de periodistas y de redacciones completas, la agonía del periodismo libre, independiente y crítico y la rotura de la vieja alianza entre periodistas y ciudadanos, sin la cual la democracia deja de existir.
Es el tercer y último libro de la trilogía de pensamiento político que comenzó con Democracia Secuestrada (Almuzara 2005) y continuó con Políticos, los nuevos amos (Almuzara 2007).
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Políticos, los nuevos amos

Políticos, los nuevos amos es el nuevo libro de Francisco Rubiales, publicado tras el éxito de Democracia secuestrada.

Como afirma el ex ministro Manuel Pimentel en el Prólogo,"Políticos, los nuevos amos afronta el problema de la degradación del poder con extraordinaria valentía, claridad y profundidad".
Pimentel, que recomienda la lectura del libro a los presidentes, ministros, altos cargos políticos, militantes y a cualquier ciudadano inquieto y preocupado por la democracia, lo define como un libro "duro, libre, alejado de lo políticamente correcto, capaz de provocar reflexiones y golpes de conciencia muy dolorosos".
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Democracia Secuestrada

La rebelión ya ha comenzado. Los ciudadanos quieren regresar del exilio y revitalizar una democracia que está postrada y secuestrada. El ciudadano será de nuevo el protagonista en una democracia auténtica y regenerada. El ser humano está dispuesto a construir a cualquier precio la catedral del futuro. Hay una fuerza desconocida que le impulsa a hacerlo, a pesar de sus cobardías, dudas y fracasos Pero, hasta conseguirlo, tendrá que atravesar desiertos y desfiladeros poblados de peligros y de alimañas dispuestas a defender con sangre y fuego sus privilegios.
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