Verdades inconfesables en el "caso Bárcenas"

Basta aplicar el sentido común, un sentido que cada día está mas ausente de la vida política española, para descubrir que Rajoy y el PP tienen terror a Bárcenas y que por eso no le denuncian. Es elemental. También es obvio que Bárcenas tiene armas, argumentos y secretos para hacer temblar al PP. Y, por último, tambien es verdad que Bárcenas lo único que pide a su partido, el PP, es que le dispensen a él el mismo trato que han dispensado en el pasado a decenas de líderes, salvados de la justicia y del castigo por la influencia del partido.

Son verdadedes evidentes en el caso Bárcenas y que, curiosamente, nadie menciona, a pesar de que están dentro de la lógica mas elemental y del sentido común. Todo el mundo condena a Bárcenas y le señala como "delincuente", pero ¿nadie piensa que podría estar diciendo la verdad y que solo es uno más entre los políticos con alto rango, con la diferencia de que se siente acosado y se está defendiendo con lo que sabe?

En el reciente debate sobre el Estado de la Nación el "miedo" de Rajoy a Bárcenas estuvo presente en cada instante. El hecho de que Rajoy se negara a mencionarlo no fue por querer mantenerse lejos de la delación o del detalle podrido, sino porque él sabe que no puede arrojar ni un gramo de leña al fuego y porque muchas cosas, demasiadas, dependen del silencio y de la calma de Bárcenas.

Toda la capacidad de influir del PP se ha concentrado en convertir a Bárcenas en un tipo odioso. Con la ayuda de la imagen de chulo que tiene el sujeto, el PP ha conseguido que la prensa y la opibnión pública lo crucifiquen e ignoren su presunción de inocencia. Pero, en honor a la Justicia y para equlibrar las cosas, cabría preguntarse ¿Y si lo que dice Bárcenas fuera verdad y la cúpula del PP hubiera cobrado sobres de dinero negro durante los últimos años?

La mejor prueba de que los dos grandes partidos españoles son "solidarios" en los asuntos graves de corrupción fue la actitud de Rubalcaba, que no entró a "matar" a pesar de que tenía enfrente a un Rajoy moribundo, destrozado por el caso Bárcenas, sospechoso de anidar y proteger la corrupción dentro de su partido, perdiendo a chorros adhesiones populares y con la sociedad en contra porque, desvergonzadamente, ha hecho pagar a los empleados, clases medias y gente desprotegida el grueso de la factura de la crisis, sin apenas tocar el comportamiento indecente y los privilegios de los partidos. Rubalcaba tenía mas miedo que el mismo Rajoy a que Bárcenas se decidiera a hablar porque el PSOE también saltaría por los aires si empiezan a airearse los grandes secretos de la sucia partitocracia española.

No hay pruebas de que los dirigentes del PP recibieron sobres suplementarios con dinero negro, pero pocos españoles creen que eso no sea cierto. Creen que lo hacen los partidos y buena parte de las empresas. Cuando entra dinero negro, siempre suele salir en negro, para lo cual lo mas fácil es entregarlo a los directivos como compensación por sus esfuerzos, lealtades y servicios. Pensar que ese dinero puede introducirse en el circuito del dinero legal y blanco es una estupidez supina, lo mismo que encargar una "auditoria" para descubrir si ha habido o no dinero negro, un recurso absurdo que ha empleado el PP para engañar a los españoles, a los que debe considerar (quizás con razón) bastante imbéciles.

Barcenas ha sido durante muchos años una pieda eficiente y eficaz del PP, apreciado por sus máximos dirigentes. Recuerden que Arenas avaló su ejemplaridad. Nunca habría tenido problemas salvo por dos razones: la primera es su enemistad con Dolores de Cospedal y el nuevo equipo ejecutivo de Rajoy y la segunda es porque quedó implicado y atrapado en el caso Gürtel y no encontró en su partido el apoyo que esperaba encontrar, a pesar de que lo pidió y exigió.

Su reacción fue la lógica en estos casos, la que la Biblia describe en la historia de Sanson, que prefirió morir matando, derribando el templo con él y todos los filisteao dentro.

Es evidente que el "caso Bárcenas" ha sido una patata hirviente en manos del PP, desde que empezó. El partido, turbado, confuso, acosado y aterrorizado, ha dudado, balbuceado, mentido y rectificado. Dijo que estaba "fuera" del partido, pero estaba dentro, con despacho, coche y cobrando. El diario "El País" detallaba el 22 de febrro que el PP dio de baja al ex tesorero cuando se publicaron los ya famosos papeles.

El PP ha cometido el "error" de no proteger lo suficiente a su ex tesorero, olvidando una de las reglas de oro de las mafias, que es proteger con todas las fuerzas a los que llevan la contabilidad, poseedores de los secretos mas oscuros y valiosos. Las mafias americanas dueñas de Chicago, Las Vegas, Miami, Nueva York y otras ciudadaes norteamericanas en los años 20 del pasado siglo cayeron, sobre todo, porque sus contables hablaron y contaron los grandes secretos al FBI.

¿Por qué creen ustedes que el PSOE sigue apoyando y colocando en las listas, para hacerlos aforados, a sus recaudadores? Al partido podría costarle la vida que esos personajes, dedicados durante años a recaudar dineros y a cerrar tratos inconfesables y muchas veces delictivos con personas y empresas, se enfadaran y empezaran a hablar.

¿Me dice usted que soy un "irreverente" porque comparo a los partidos políticos con las mafias? Le recuerdo que cuando un partido político antepone sus intereses al bien común y relega a un segundo plano el servicio a los ciudadanos, abrazando la conquista y el control del poder como prioridad absoluta, empieza a comportarse exactamente igual que una banda mafiosa. Mire usted, si nos ceñimos a la verdad y a los datos existentes, teniendo en cuenta los centenares de casos abiertos en tribunales por corrupción y otros delitos, no existen en España asociaciones que merezcan mas que los partidos políticos ser precintadas por la Justicia por "asociación de malhechores", excepción hecha de ETA.