La Junta de Andalucía ha vuelto a marginar a la COPE en su reciente de reparto de frecuencias de radio, sin otorgarle ni una sólo frecuencia por su línea editorial crítica e independiente, mientras que ha premiado a la fiel y amiga cadena SER con más emisores que a ninguna otra cadena.
COPE, a pesar de ser una de las cadenas radiofónicas más importantes del país y con mayor implantación en todo el territorio nacional, ha emitido un comunicado en el que considera que esta decisión del gobierno andaluz obedece a cuestiones políticas y no técnicas, ya que los criterios que marcaba la convocatoria, como interés general del proyecto, viabilidad técnica y económica, programación o empleo, estaban contemplados en las ofertas que la Cadena COPE remitió a la Junta de Andalucía.
De las 54 licencias de radio comerciales concedidas este martes, 14 han ido a parar a la Cadena Ser, ocho a Onda Cero y siete a Punto Radio.
La Junta de Andalucía, que ya había marginado a las emisoras críticas, sobre todo a la COPE, en anteriores repartos de frecuencias, se muestra así contumaz y recalcitrante en su actitud antidemocrática e injusta, anteponiendo sus intereses políticos y odios al interés general.
Ni siquiera el acoso de los tribunales a su política, sospechosa de varios casos de corrupción, entre ellos el gravísimo de los falsos EREs y la concesión arbitraria de subvenciones y ayudas públicas a instituciones y empresas, y las tendencias electorales que reflejan las encuestas, que revelan un intenso rechazo de los ciudadanos a la política de la Junta y al partido socialista, han servido para cambiar la política arbitraria del pasado y para conseguir justicia y equidad en el nuevo reparto de emisoras, reflejo de un comportamiento típico de distadoras, en las que se castiga la crítica y se premia la sumisión y la colaboración con el poder, no de una justicia democrática que otorga a cada uno lo que le corresponde, según sus méritos y derechos.
COPE, a pesar de ser una de las cadenas radiofónicas más importantes del país y con mayor implantación en todo el territorio nacional, ha emitido un comunicado en el que considera que esta decisión del gobierno andaluz obedece a cuestiones políticas y no técnicas, ya que los criterios que marcaba la convocatoria, como interés general del proyecto, viabilidad técnica y económica, programación o empleo, estaban contemplados en las ofertas que la Cadena COPE remitió a la Junta de Andalucía.
De las 54 licencias de radio comerciales concedidas este martes, 14 han ido a parar a la Cadena Ser, ocho a Onda Cero y siete a Punto Radio.
La Junta de Andalucía, que ya había marginado a las emisoras críticas, sobre todo a la COPE, en anteriores repartos de frecuencias, se muestra así contumaz y recalcitrante en su actitud antidemocrática e injusta, anteponiendo sus intereses políticos y odios al interés general.
Ni siquiera el acoso de los tribunales a su política, sospechosa de varios casos de corrupción, entre ellos el gravísimo de los falsos EREs y la concesión arbitraria de subvenciones y ayudas públicas a instituciones y empresas, y las tendencias electorales que reflejan las encuestas, que revelan un intenso rechazo de los ciudadanos a la política de la Junta y al partido socialista, han servido para cambiar la política arbitraria del pasado y para conseguir justicia y equidad en el nuevo reparto de emisoras, reflejo de un comportamiento típico de distadoras, en las que se castiga la crítica y se premia la sumisión y la colaboración con el poder, no de una justicia democrática que otorga a cada uno lo que le corresponde, según sus méritos y derechos.
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