ANÚLALOS votando a partidos pequeños y dignos, recurriendo al Voto en Blanco o con el Voto Nulo de Reproche

Afirmamos estar en contra de la partitocracia, pero la apoyamos cuando votamos a uno de sus partidos políticos. Luchamos contra la corrupción y la ineficiencia, pero las fortalecemos cuando depositamos nuestra papeleta electoral en favor de un candidato que ha sido previamente designado por un partido corrupto. En el mejor de los casos, usamos la papeleta electoral como un cuchillo y castigamos el mal gobierno eligiendo a otro partido que, probablemente, lo hará igual o peor. Castigar a un partido votando al contrario significa alimentar la partitocracia y apuntalar el sistema.

¿Cuantas veces la sociedad y su diversidad de instituciones nos han planteado verdaderas encrucijadas trucadas, dilemas inmorales que llevan siempre al error, sea cual sea la opción elegida? ¿Cuantas veces hemos caído en la trampa, eligiendo lo que creíamos era el menor de los males ¿Se puede ser medianamente honrado o moderadamente corrupto? ¿Acaso todavía no ha llegado la hora de decir "No" a la indecencia cuando votamos, que es el único momento de poder que nos queda como ciudadanos?

La voluntad política pertenece al ciudadano y jamás puede ser delegada o representada. El que deja que sus representantes decidan en su nombre pierde el derecho a ser ciudadano y engrosa las filas de la esclavitud política.

Votar a un partido que ha demostrado ser corrupto y que ha transformado la democracia en una sucia oligocracia es una traición y una estupidez.

En la España actual, corrompida, mal gobernada y sometida a la dictadura de los partidos políticos, no existe mejor manera de ser demócrata que castigando a los partidos políticos con nuestro voto. El voto libre y consciente de los demócratas debe ser un voto a pequeños partidos que defiendan valores y que aspiren a mejorar el sistema, como Escaños en Blanco o UPyD, pero cabe también el Voto en Blanco o un Voto Nulo que incluya un reproche concreto, una frase que plasme nuestra crítica a la partitocracia y a las traiciones, fracasos y desmanes de los partidos políticos.

Tanto el Voto en Blanco como el Voto Nulo de Reproche son opciones que cumplen con todos los requisitos democráticos: castigan a la partitocracia, no renuncian al ejercicio del sufragio universal, un derecho ganado con sangre por los demócratas a lo largo de la Historia, y castigan a los partidos políticos. El Voto en Blanco es la protesta clásica del demócrata cuando no existen opciones dignas o decentes, cuando los partidos y sus candidatos no son dignos de confianza. El Voto Nulo de Reproche va un poco más allá al acusar a la partitocracia, pero no de manera ambigua e inexpresiva, sino incluyendo en la papeleta un claro y contundente mensaje de reproche a los políticos.

Uno y otro dan una bofetada ciudadana, cívica y moral a esos partidos que incumplen en España todas y cada una de las reglas básicas de la democracia, que se atrincheran detrás de una Ley Electoral injusta y desigual, que consagra y retroalimenta la partitocracia y que margina a la ciudadanía, que sellan alianzas con partidos de ideología contraria, que han anulado al ciudadano, protagonista de la democracia, que no respetan la separación de poderes, que incumplen la Constitución, que conviven con la corrupción, que practican el amiguismo, el clientelismo y el nepotismo, que trucan los concursos públicos y las subvenciones para otorgar dinero y cargos a los suyos, que se atiborran de privilegios y que ni siquiera permiten unas elecciones verdaderamente libres, imposibles con listas cerradas y bloqueadas.

Votaremos con un Voto en Blanco o con un Voto Nulo de Reproche porque los políticos no han sido capaces de solucionar ni uno solo de los grandes problemas de nuestra sociedad: empleo, desigualdad, justicia, pobreza, inseguridad, convivencia, etc. y por muchas razones más entre ellas porque los ciudadanos han sido expulsados de la política, porque la corrupción anida en el corazón del Estado, porque los partidos políticos son insaciables en su poder, porque la sociedad civil ha sido ocupada por los partidos, porque la democracia ha sido asesinada y suplantada por una partitocracia que no queremos, porque el gobierno miente y la oposición, también, porque la Justicia es arbitraria, porque hay cientos de miles de enchufados, amigos del poder, familiares y asesores inútiles cobrando del erario público, muchos de ellos sin ni siquiera trabajar, porque muchos políticos se han hecho arrogantes, porque despilfarran el dinero escaso, porque han decidido endeudar a las próximas generaciones de españoles, porque lo único que saben fabricar es desempleados y pobres, porque el poder beneficia a los amigos y aplasta a los enemigos, porque la impunidad de los políticos se ha convertido en norma del sistema, porque queremos un mundo mejor y más limpio... y por mil motivos más.

Y, sin embargo, para asegurarse que el nocivo y fatal socialismo de Zapatero y Rubalcaba sea expulsado del poder, millones de españoles votarán a la derecha, acercándose a la urna con la nariz tapada, conscientes de que el PP se parece demasiado al PSOE y que ha demostrado claramente su convivencia fácil con la corrupción, su lejanía de la democracia y su tendencia al despilfarro y a los privilegios.

Sepa usted que la falsa democracia espñola le relega y le anula como ciudadano, salvo en el corto instante en el que usted deposita su voto en la urna. Aproveche ese único momento de poder para castigar a los que no merecen gobernar.Si usted no se siente satisfecho con ningún partido político, ni desea ser representado por los actuales políticos, vate a partidos pequeños que sean críticos con la suciedad reinante, anule su voto o vote en blanco. Son las opciones más limpias, libres y democráticas.

Vota por Nadie – Anúlalos – Tache a todos - ¡Liquide de golpe, con su voto, todos sus abusos y privilegios y contribuya a crear un mundo mejor!