El rector Joaquín Luque
Las universidades de Sevilla y Málaga han dado a los políticos mediocres de Andalucía una estupenda lección, uniéndo sus fuerzas para conseguir juntas ser designadas "Campus de Excelencia Internacional". La sociedad andaluza, hastiada de políticos que enfrentan y dividen y cansada de malas noticias, ha recibido el triunfo de las dos universidades andaluzas con alegría e ilusión.
Durante décadas, algunos políticos miserables han atizado el enfrentamiento entre sevillanos y malagueños para medrar y conseguir lo único que les interesa: votos y poder. Los alcaldes malagueños Pedro Aparicio, del PSOE, y Celia Villalobos, del PP, utilizaron el victimismo frente a Sevilla durante sus mandatos y estimularon irresponsablemente, el odio entre las dos provincias. Para sembrar la división y el enfrentamiento utilizaron argumentos falsos y rastreros, siempre orientados hacia el resentimiento. Decían que Sevilla recibia más dinero y privilegios que Málaga y que los malagueños estaban siendo marginados por el gobierno.
Nadie le paró los piés a aquellos alcaldes irresponsables y a otros muchos políticos que siguieron esa estela alimentando la disgregación y el enfrentamiento para ganar votos. Las élites del PSOE y del PP guardaron silencio y la Junta de Andalucía llegó a entrar en el peligroso juego compensando a Málaga de supuestas afrentas frente a Sevilla.
Pero hoy, los rectores de las universidades de Sevilla y Málaga ha ofrecido al pueblo andaluz justamente el ejemplo contrario, demostrando que la unión hace la fuerza y que trabajando justos se consigue más eficacia y metas más altas y complejas. Por lo pronto han conseguido unirse y presentar una serie de proyectos y programas de gran atractivo y fuerza innovadora y emprendedora, un esfuerzo que ha sido premiado con la concesión del exclusivo título de Campus de Excelencia Internacional, ansiado por todas las universidades del Europa.
Muchos de los asistentes, al comentar la conferencia, pusieron de relieve el ejemplo de grandeza y cooperación que las dos comunidades universitarias han ofrecido a Andalucía, "ante el cual muchos políticos deberían avergonzarse", como aseveró un empresario malagueño presente en el acto.
Durante décadas, algunos políticos miserables han atizado el enfrentamiento entre sevillanos y malagueños para medrar y conseguir lo único que les interesa: votos y poder. Los alcaldes malagueños Pedro Aparicio, del PSOE, y Celia Villalobos, del PP, utilizaron el victimismo frente a Sevilla durante sus mandatos y estimularon irresponsablemente, el odio entre las dos provincias. Para sembrar la división y el enfrentamiento utilizaron argumentos falsos y rastreros, siempre orientados hacia el resentimiento. Decían que Sevilla recibia más dinero y privilegios que Málaga y que los malagueños estaban siendo marginados por el gobierno.
Nadie le paró los piés a aquellos alcaldes irresponsables y a otros muchos políticos que siguieron esa estela alimentando la disgregación y el enfrentamiento para ganar votos. Las élites del PSOE y del PP guardaron silencio y la Junta de Andalucía llegó a entrar en el peligroso juego compensando a Málaga de supuestas afrentas frente a Sevilla.
Pero hoy, los rectores de las universidades de Sevilla y Málaga ha ofrecido al pueblo andaluz justamente el ejemplo contrario, demostrando que la unión hace la fuerza y que trabajando justos se consigue más eficacia y metas más altas y complejas. Por lo pronto han conseguido unirse y presentar una serie de proyectos y programas de gran atractivo y fuerza innovadora y emprendedora, un esfuerzo que ha sido premiado con la concesión del exclusivo título de Campus de Excelencia Internacional, ansiado por todas las universidades del Europa.
Muchos de los asistentes, al comentar la conferencia, pusieron de relieve el ejemplo de grandeza y cooperación que las dos comunidades universitarias han ofrecido a Andalucía, "ante el cual muchos políticos deberían avergonzarse", como aseveró un empresario malagueño presente en el acto.
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