La vieja Andalucía del PSOE, PP e IU agoniza

La andaluza de 2015 ha sido una de las campañas electorales mas tristes y lamentables de le etapa democrática española. Ante las urnas se enfrentan algunos partidos emergentes (sobre todo Ciudadanos y Podemos), pujantes y con capacidad de ilusionar, a tres partidos agotados (PSOE, PP e IU), sin ideas, carcomidos por la corrupción y el fracaso y sin otra fuerza que las que se derivan del clientelismo y de un pasado que protagonizaron como fuerzas hegemónicas.

Ha sido una campaña sin ciudadanos, sin ideas ni proyectos y con candidatos de una mediocridad insultante, sin capacidad de ilusionar, sin propuestas convincentes y sin ni siquiera altura intelectual, moral o dialéctica.

Los dos debates a tres bandas (PSOE, PP e IU), transmitidos en directo por Canal Sur y TVE, respectivamente, han ofrecido a los ciudadanos la imagen nítida de la lamentable clase dirigente andaluza, en la que el de IU era ninguneado por los dos representantes del PSOE y del PP, que, por su torpeza y escasa calidad política, invitaban al electorado a salir corriendo y escapar, tanto del territorio andaluz como de las urnas abiertas.

Dicen que Moreno Bonilla, "Juanma" para los amigos y para los que quieren hacer negocios con su partido, ganó el debate, a pesar de su insultante mediocridad, porque la socialista Susana, presidenta de Andalucía, perdió los papeles y ofreció ante las cámaras la imagen de una pequeña dictadora, incapaz hasta de controlar sus impulsos casi autoritarios. Pero la verdad es que ninguno de los tres merecieron un solo voto andaluz democrático y decente, aunque es posible que logren una amplia cosecha de votos sometidos, clientelares, interesados, esclavos y aborregados.

La comparecencia de Susana Díaz en directo ha sido un rotundo fracaso y, sobre todo, un terrible fallo de su equipo de estrategia porque se le permitió exhibir, ante los sorprendidos andaluces y españoles que la vieron en directo, la mas triste y pobre imagen que un político democrático pueda ofrecer ante su pueblo.

Imaginarse a Susana debatiendo o negociando con los demás líderes europeos causa vergüenza, pero lo que exhibió ante la opinión pública explica al menos por qué Andalucía es la tierra española campeona del desempleo, el avance de la pobreza, la baja calidad de la enseñanza, el fracaso escolar y la corrupción institucional mas abyecta.

Pero no salio mucho mejor parado el candidato de la derecha, un mediocre bien entrenado, menos fiable que un alacrán y tan poco atractivo que los televidentes, ante el espectáculo lamentable que ofrecían aquellas momias del PP y del PSOE, miraban con entrañable compasión y hasta simpatía al pobre representante de una Izquierda Unida que se hunde y que hasta puede desaparecer, víctima del empuje de un Podemos ambicioso y sin complejos, que quiere adueñarse de la izquierda española en pleno y del poder completo.

Las encuestas indican que los andaluces desaprovecharán el domingo 22 de marzo, cuando se abran las urnas, otra oportunidad para cambiar su liderazgo político por otras opciones políticas mas prometedoras y limpias. La previsión es que el PSOE gane las elecciones y la única emoción de la jornada electoral está en saber con que porcentaje vencerá el socialismo, que lleva mas de tres décadas gobernando Andalucía, si Izquierda Unida resiste o se hunde y que apoyo recibirán partidos emergentes que irrumpen con fuerza, como Ciudadanos y Podemos, entre otros.