España: 12 de octubre y "Estado de Bochorno"

Lamentable y bochornoso el espectáculo de ayer, día nacional de España, en Madrid: todo un Estado que se autotitula "democrático" diseñando un desfile militar en el que se separa al pueblo de sus dirigentes y de sus Fuerzas Armadas, sólo para evitarle la vergüenza a Zapatero de escuchar los merecidos abucheos que le dedica su pueblo. El Estado español al servicio de un mequetrefe y de espaldas a sus ciudadanos. Si el PP tuviera sensibilidad democrática, habría boicoteado el antidemocrático espectáculo. Las FF.AA., también. Nadie parece entender en España que quien es soberano en democracia es el ciudadano.

Algunos políticos, ignorantes de lo demócrata y víctimas de tendencias totalitarias, condenan los abucheos porque dicen que representan una "falta de respeto". Ignoran dos aspectos fundamentales del problema: el pueblo no tiene otra forma de expresarse y lo que es realmente una falta de respeto es lo que ha hecho Zapatero con su pueblo: empobrecerlo, arrebatarle la alegría, la esperanza y la confianza, desprestigiarlo a nivel internacional y destruir muchos de sus fundamentos y valores, como la unidad, el espíritu de conciliación, la igualdad entre los pueblos y el futuro, que gracias a su pésima gestión, es hoy tenebroso y descorazonador.

A juzgar por los acontecimientos, nadie en España parece tener la mínima sensibilidad democrática para condenar y repudiar acontecimientos y comportamientos como los de ayer en el Paseo de la Castellana, donde la clase política y los representantes de las grandes instituciones del Estado, empezando por le monarca, no sintieron vergüenza ante el espectáculo de todo un Estado que, para defender al mequetrefe que nos ha llevado hasta la ruina y la vergüenza, separa a los ciudadanos de sus dirigentes y de sus fuerzas armadas. Todo para evitar unos abucheos que constituyen el mayor motivo de orgullo y la manifestación más noble del espíritu ciudadano de libertad y autogobierno que todavía subsiste en el pueblo español.

¿También quieren arrebatar al pueblo su derecho a protestar y a rechazar a aquellos malos gobernantes que, con su pésima gestión, han conducido al país hasta el borde del abismo?

Defender a Zapatero frente a un pueblo, que, con razón y justicia, le abuchea, es una actitud deplorable y antidemocrática que refleja la baja calidad de nuestra democracia, en la que ha participado toda la élite política de la nación. Si hubieran tenido sentido de la democracia y de la decencia, habrían llegado a la conclusión de que cuando el pueblo, que es soberano y protagonista en democracia, aunque ellos no lo sepan ni lo admitan, protesta, es por algo. Zapatero es un ser amortizado y en decadencia, que ha sufrido ya la peor humillación para cualquier verdadero demócrata: ser rechazado masivamente por su pueblo. Él no se ha marchado voluntariamente. De haber podido, habría permanecido en el poder décadas enteras. Si se ha ido es porque ha fracasado, porque los españoles le rechazan y porque si hubiera sido el cabeza de lista del PSOE en as eleccecciones del 20 de noviembre, es probable que el socialismo, humillado, ni siquiera habría conseguido 80 diputados.

Entre Zapatero y su pueblo, la "casta" ha optado por Zapatero y ha hecho todo lo posible porque sus oídos no escuchen los pitos y gritos que se ha ganado a pulso. Han demostrado su profundo alejamiento del pueblo y han protagonizado una gran vergüenza nacional y un bochorno que mancharán nuestra historia.