Dificil entender el diálogo del papa Francisco con el partriarca Kirill, en la jungla castrista

Creo que antes de meternos en consideraciones políticas debemos hacer un poco de historia.

Hace mil años y por razones diversas, entre las que pesó mucho la política, se produjo la separación de la parte oriental de la Iglesia de la parte occidental. Han sido mil años de incomprensiones mutuas, con persecuciones mutuas y en definitiva enemistad casi total, excepto pequeños periodos de tolerancia.

Desde el punto de vista político hay muchas cosas que nos separan, pero evidentemente, nada que no se pueda arreglar dialogando o negociando. La cuestión es en el aspecto teológico. Hay varios detalles que no plantean mayores problemas y que con buena voluntad también se pueden resolver. Y no me refiero a las formas de la liturgia, que eso no plantea problemas.

El nudo de la cuestión está en la autoridad del Papa. Para los católicos, en cuestiones de fe y moral, el Papa es infalible pues está asistido por el Espíritu Santo y digamos, en estos casos, que son muy especiales y raros, Dios habla por la boca del Papa.

Los ortodoxos no tienen Papa, tienen patriarcas, iguales en dignidad y el Papa sería un patriarca más, el primero, por venir del primero de los apóstoles, pero con la misma autoridad que los demás. La asistencia de Dios, para las grandes cuestiones, no es sobre un patriarca, porque hay diez, contando al patriarca de Roma, sino sobre el "concilio", que podemos entender más o menos como en occidente.

Están mirando textos antiguos, de antes del cisma, para saber como funcionaban en esa época. Pero esto son cosas lentas y la unión va para largo, pero el deseo por ambas partes existe y por eso la reunión.

No es la primera reunión de un Papa con un Patriarca. Las relaciones con el patriarca de Constantinopla son bastante fluidas. Los otros patriarcas o bien son nominales y prácticamente no tienen función, como los de Antioquía o Alejandría, con relativamente pocos fieles o son posteriores y tienen menos prestigio. El patriarca de Moscú es el que tiene más fieles y por tanto es el de más peso, de ahí la importancia del encuentro.

Señalaré que se habla de unión con los ortodoxos porque las cuestiones teológicas que nos separan son mínimas, sin embargo con los protestantes es imposible la unión.

El Papa, los sucesivos papas, han expresado el deseo de reunirse, Francisco llegó a decir que se reuniría donde fuera y al parecer por parte ortodoxa el sentimiento era igual.

La política occidental de aislamiento a Rusia no deja muchas opciones para la reunión, teniendo en cuenta que al patriarcado de Moscú no le hace gracia la visita del Papa. Cuenten las posibilidades y verán que sólo podía ser en Cuba.

En cuanto a las críticas a una y otra parte, tienen mucho de envidia, hipocresía y propaganda política. Se critica que la visita del Papa sea una ayuda para el régimen, pero nos olvidamos que el Papa no va a salir del aeropuerto y por otra parte, el Sr Obama pudo haber condicionado las relaciones y el levantamiento del bloqueo al respeto a los derechos humanos y a la democratización. No lo hizo y nadie dijo nada, al contrario todos con el incienso.

Lo que hiciera el patriarca, los rusos sabrán qué fue y si lo han elegido considerarán que o bien no fue nada o está perdonado. También cuestión de hipocresía, pues estamos acostumbrados a las amnistías de toda clase de gentuza y no decimos nada, pero en algunos casos nos ponemos estupendos. Aquí hay que sumar que quien pierde al final es la política del bloque occidental con los USA a la cabeza y eso cuesta digerirlo.

También a Occidente, tan complaciente con el sincretismo religioso y tan perseguidor del catolicismo, no olvidemos que los principales países son de raíz protestante, le sienta muy mal cualquier acercamiento entre las iglesias, pues su posición de acoso a la Iglesia se vería dificultada.

Este encuentro hay que mirarlo como algo puramente religioso que afectará a los practicantes y a la larga, si las relaciones entre las iglesias se hacen intensas, a todo el mundo, pero para eso aún deben pasar muchos años. Sin embargo, los políticos lo ven como un acercamiento a Rusia y en estos momentos eso es lo peor que les puede pasar a los impresentables que tiranizan Occidente.