¿Que ocurriría en Occidente si una luz milagrosa inundara nuestros embotados y manipulados cerebros y descubriéramos de pronto que los malos somos nosotros y que casi todos los males del planeta se deben a la depredación de los llamados países libres de Occidente? ¿Y si descubriéramos que el terrorismo no es otra cosa que la defensa de los oprimidos y desesperados o el mecaninismo de dignidad y defensa de gente que ha sido previamente aplastada y despojada de casi todo? ¿Y si llegásemos a las crueles conclusiones de que la democracia es una envoltura falsa que sirve de tapadera a gobernantes depravados y que esos que dicen creer en la democracia nos gobiernan a golpe de mentiras y engaños ?
¿Fue la guerra de Irak, que acabó con el "régimen" de Sadam Hussein, un montaje para arrebatar el codiciado petroleo, montado por un cuatrero norteamericano, un pirata británico y un José María Aznar, inspector de Hacienda atolondrado, que vio claro que había que unirse a los ladrones porque habría un suculento botín que repartir?
Los ciudadanos están descubriendo con estupor que la democracia parece mas a un disfraz que a un verdadero sistema de convivencia porque es fácilmente violado por los gobernantes y porque el sistema ni siquiera es capaz de disciplinar a sus partidos y políticos, que muchas veces actúan como enemigos de los ciudadanos y del mismo sistema.
Dudas de gran calado invaden el análisis de la famosa "Primavera Árabe", que según numerosos investigadores fue ideada, impulsada y financiada por los servicios de inteligencia norteamericanos y británicos para desestabilizar el poder creciente del mundo musulmán. Las mismas sospechas recaen sobre la financiación, por parte de Occidente, del peor terrorismo mundial, el del Estado Islámico, o sobre la "occidentalización" de Ucrania y otros procesos aparentemente de liberación que en realidad fueron simples operaciones de insurgencia alimentadas desde las potencias anglosajonas.
¿Que pasaría si descubriéramos que el asesinato de Carrero Blanco fue una conspiración de Estados Unidos y otros países europeos, con cómplices dentro del mismo Franquismo, para asegurar que la sucesión de Franco fuera un sistema controlado por los falsos demócratas occidentales?
¿Y si descubrieramos que atentados tan brutales como los de las Torres Gemelas, la estación de Atocha, Londres y el reciente de París no fueran otra cosa que operaciones de falsa bandera, organizadas por los servicios de inteligencia para moldear la opinión pública, inyectar miedo en la ciudadanía y preparar la opinión para futuras agresiones de captura de pozos petroleros?
Tengo un amigo que es capaz de contar una especie de "contra-historia" en la que los malos somos los buenos y los buenos son los hoy considerados malos. Es una historia tan cargada de lógica que da terror y que te hace pensar que has sido engañado casi desde el principio de los tiempos por una clase poderosa que se ha dedicado mas a engañar y a manipular la verdad y la Historia que a gobernar.
En esa contra-Historia se demuestra que gran parte de la Historia que aprendemos está falseada y que muchos de los hechos que consideramos heroicos o gestas fueron canalladas y abusos. Recuerdo que me impresionó la tesis de que los esclavos no se liberaron ellos sino que fueron "liberados" por sus amos cuando descubrieron que era mas económico y rentable pagarles un sueldo de miseria y dejarlos abandonados que mantenerlos y tratarlos como patrimonio. También recuerdo que la descolonización fue un proceso similar, apoyado por las mismas metrópolis cuando aprendieron que era mas fácil explotar a las antiguas colonias que mantenerlas como territorio propio. Tampoco puedo olvidar la teoría de que las democracias ganaron la guerra fría contra el comunismo porque supieron aferrarse al concepto de libertad y manejaron mejor la economía y la propaganda internacional, pero eran los países comunistas los que representaban mejor el mundo de los valores, de la solidaridad, el protagonismo del pueblo (por lo menos sobre el plano teórico), la educación gratuita, la cultura y el apoyo a los mas débiles.
Pero la lista de mentiras y de trampas impuestas por los países occidentales hegemónicos para seguir dominando el mundo a capricho es inmensa y eso que apenas se conoce una pequeña parte de la gran mentira. Está demostrado que los mismos norteamericanos volaron el acorazado Maine y culparon a los españoles para declararles la guerra y echarlos de Cuba y la sospecha de que Washington conocía de antemano el ataque japonés a Pearl Harbur y que lo silenciaron para que la opinión pública aceptara la posterior declaración de guerra a Japón nunca consiguieron apagarla.
La última gran conspiración de la que se habla, también ideada para fortalecer el poder de Estados Unidos y sus aliados, es la actual bajada del precio del petroleo, una operación ideada para arruinar y poner de rodillas a algunos adversarios que necesitan el dinero del crudo, como Rusia, Venezuela y otros.
¿Fue la guerra de Irak, que acabó con el "régimen" de Sadam Hussein, un montaje para arrebatar el codiciado petroleo, montado por un cuatrero norteamericano, un pirata británico y un José María Aznar, inspector de Hacienda atolondrado, que vio claro que había que unirse a los ladrones porque habría un suculento botín que repartir?
Los ciudadanos están descubriendo con estupor que la democracia parece mas a un disfraz que a un verdadero sistema de convivencia porque es fácilmente violado por los gobernantes y porque el sistema ni siquiera es capaz de disciplinar a sus partidos y políticos, que muchas veces actúan como enemigos de los ciudadanos y del mismo sistema.
Dudas de gran calado invaden el análisis de la famosa "Primavera Árabe", que según numerosos investigadores fue ideada, impulsada y financiada por los servicios de inteligencia norteamericanos y británicos para desestabilizar el poder creciente del mundo musulmán. Las mismas sospechas recaen sobre la financiación, por parte de Occidente, del peor terrorismo mundial, el del Estado Islámico, o sobre la "occidentalización" de Ucrania y otros procesos aparentemente de liberación que en realidad fueron simples operaciones de insurgencia alimentadas desde las potencias anglosajonas.
¿Que pasaría si descubriéramos que el asesinato de Carrero Blanco fue una conspiración de Estados Unidos y otros países europeos, con cómplices dentro del mismo Franquismo, para asegurar que la sucesión de Franco fuera un sistema controlado por los falsos demócratas occidentales?
¿Y si descubrieramos que atentados tan brutales como los de las Torres Gemelas, la estación de Atocha, Londres y el reciente de París no fueran otra cosa que operaciones de falsa bandera, organizadas por los servicios de inteligencia para moldear la opinión pública, inyectar miedo en la ciudadanía y preparar la opinión para futuras agresiones de captura de pozos petroleros?
Tengo un amigo que es capaz de contar una especie de "contra-historia" en la que los malos somos los buenos y los buenos son los hoy considerados malos. Es una historia tan cargada de lógica que da terror y que te hace pensar que has sido engañado casi desde el principio de los tiempos por una clase poderosa que se ha dedicado mas a engañar y a manipular la verdad y la Historia que a gobernar.
En esa contra-Historia se demuestra que gran parte de la Historia que aprendemos está falseada y que muchos de los hechos que consideramos heroicos o gestas fueron canalladas y abusos. Recuerdo que me impresionó la tesis de que los esclavos no se liberaron ellos sino que fueron "liberados" por sus amos cuando descubrieron que era mas económico y rentable pagarles un sueldo de miseria y dejarlos abandonados que mantenerlos y tratarlos como patrimonio. También recuerdo que la descolonización fue un proceso similar, apoyado por las mismas metrópolis cuando aprendieron que era mas fácil explotar a las antiguas colonias que mantenerlas como territorio propio. Tampoco puedo olvidar la teoría de que las democracias ganaron la guerra fría contra el comunismo porque supieron aferrarse al concepto de libertad y manejaron mejor la economía y la propaganda internacional, pero eran los países comunistas los que representaban mejor el mundo de los valores, de la solidaridad, el protagonismo del pueblo (por lo menos sobre el plano teórico), la educación gratuita, la cultura y el apoyo a los mas débiles.
Pero la lista de mentiras y de trampas impuestas por los países occidentales hegemónicos para seguir dominando el mundo a capricho es inmensa y eso que apenas se conoce una pequeña parte de la gran mentira. Está demostrado que los mismos norteamericanos volaron el acorazado Maine y culparon a los españoles para declararles la guerra y echarlos de Cuba y la sospecha de que Washington conocía de antemano el ataque japonés a Pearl Harbur y que lo silenciaron para que la opinión pública aceptara la posterior declaración de guerra a Japón nunca consiguieron apagarla.
La última gran conspiración de la que se habla, también ideada para fortalecer el poder de Estados Unidos y sus aliados, es la actual bajada del precio del petroleo, una operación ideada para arruinar y poner de rodillas a algunos adversarios que necesitan el dinero del crudo, como Rusia, Venezuela y otros.