El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha fracasado en su actual viaje a Nueva York, donde se ha exhibido como dirigente político torpe y escasamente valorado por la comunidad internacional. Por la escasa calidad de sus contactos, por la reducida asistencia a su acto empresarial central y por sus inconvenientes declaraciones, puede afirmarse sin temor que el viaje de ZP a Nueva York fue ridículo y cómico.
El diario económico Expansión titula que "Los primeros ejecutivos de las empresas americanas dejan plantado a Zapatero", refiriéndose a la escasa presencia de empresarios destacados en la reunión que organizó la Camara de Comercio de Estados Unidos en España. El acto contó con cinco veces menos asistentes y con una representación de inferior calidad que los actos similares protagonizados en la misma ciudad por otros presidentes españoles como Felipe González y José María Aznar.
La prensa española comenta que el plantón de los máximos responsables de las grandes compañías de Estados Unidos supone un nuevo varapalo para el presidente del Gobierno, cuya valoración ha caído dentro de España al compás del fuerte agravamiento de la crisis económica. Y es que EEUU es el primer inversor en España y sus empresas aquí ubicadas facturan cerca de 70.000 millones de euros, el 7% del PIB.
Pero no es ese fracaso el único cosechado en la visita porque el presidente español. Cuando afirmo ante su audiencia "Queremos ser un buen amigo de EE UU", parecía reconocer su error al despreciar en el pasado a la primera potencia mundial, una postura que le ha costado a las empresas españolas decenas de miles de millones de dólares en pérdidas desde que Zapatero ofendió la bandera de Estados Unidos en un desfile militar de Madrid y desde que las tropas españolas, por orden expresa de Zapatero, abandonaron Irak sin ni siquiera coordinar su retirada con sus aliados.
Los contactos de su agenda también reflejan la escasa relevancia internacional de Zapatero y el contenido de su discurso revela su torpeza como líder, ya que lanzó innecesariamente puyas a sus vecinos Sarkozy y Berlusconi. El jefe del principal partido de la oposición española, Mariano Rajoy, del Partido Popular, ha comentado el desdichado viaje a Nueva York diciendo que para defender la economía española no es necesario meter el dedo en el ojo a Berlusconi y Sarkozy.
También ha dicho Zapatero que España posee el sistema financiero más sólido del mundo, una fanfarronada inconveniente, que tal vez tenga que tragarse pronto, sobre todo si se considera que el sistema financiero español también incluye a las decenas de pequeñas y medianas cajas de ahorros, apuntaladas, plagadas de políticos cobrando sueldos y dietas y acosadas por las deudas y los impagos.
El diario económico Expansión titula que "Los primeros ejecutivos de las empresas americanas dejan plantado a Zapatero", refiriéndose a la escasa presencia de empresarios destacados en la reunión que organizó la Camara de Comercio de Estados Unidos en España. El acto contó con cinco veces menos asistentes y con una representación de inferior calidad que los actos similares protagonizados en la misma ciudad por otros presidentes españoles como Felipe González y José María Aznar.
La prensa española comenta que el plantón de los máximos responsables de las grandes compañías de Estados Unidos supone un nuevo varapalo para el presidente del Gobierno, cuya valoración ha caído dentro de España al compás del fuerte agravamiento de la crisis económica. Y es que EEUU es el primer inversor en España y sus empresas aquí ubicadas facturan cerca de 70.000 millones de euros, el 7% del PIB.
Pero no es ese fracaso el único cosechado en la visita porque el presidente español. Cuando afirmo ante su audiencia "Queremos ser un buen amigo de EE UU", parecía reconocer su error al despreciar en el pasado a la primera potencia mundial, una postura que le ha costado a las empresas españolas decenas de miles de millones de dólares en pérdidas desde que Zapatero ofendió la bandera de Estados Unidos en un desfile militar de Madrid y desde que las tropas españolas, por orden expresa de Zapatero, abandonaron Irak sin ni siquiera coordinar su retirada con sus aliados.
Los contactos de su agenda también reflejan la escasa relevancia internacional de Zapatero y el contenido de su discurso revela su torpeza como líder, ya que lanzó innecesariamente puyas a sus vecinos Sarkozy y Berlusconi. El jefe del principal partido de la oposición española, Mariano Rajoy, del Partido Popular, ha comentado el desdichado viaje a Nueva York diciendo que para defender la economía española no es necesario meter el dedo en el ojo a Berlusconi y Sarkozy.
También ha dicho Zapatero que España posee el sistema financiero más sólido del mundo, una fanfarronada inconveniente, que tal vez tenga que tragarse pronto, sobre todo si se considera que el sistema financiero español también incluye a las decenas de pequeñas y medianas cajas de ahorros, apuntaladas, plagadas de políticos cobrando sueldos y dietas y acosadas por las deudas y los impagos.