Colaboraciones

TODOS PODEMOS SER TALIBANES



Millones de ciudadanos de todo el mundo estamos luchando contra la tiranía y contra la corrupta imbecilidad y maldad de los tiranos y sus secuaces. Es una lucha dura porque ellos tienen más recursos y cuentan con el presupuesto, la elaboración de las leyes y hasta el monopolio de la violencia

Nosotros tenemos la razón, que es un arma excelente. Sin embargo, para derrotar a la chusma sin ética que nos quiere esclavizar tenemos que ser mejores que ellos, única manera de vencer.

Nuestro mundo nos empuja hacia el talibanismo, una actitud viciosa que nos espera detrás de cada esquina. Militar en uno de nuestros partidos políticos es, probablemente, una apuesta eficaz para convertirnos en talibanes que aceptan sólo las ideas propias y rechazan las ajenas, aunque sean razonables. La política, en general, y otras muchas actividades, son peligrosas y condenables escuelas de talibanes.

Publicamos hoy, como colaboración, un magnífico artículo de Francisco Garrudo, catedrático jubilado de Filología Inglesa en la Universidad de Sevilla, que nos ayuda a ser mejores, que nos enseña a detectar la senda talibana y que explica como el alma de los talibanes está dentro de nosotros y forma parte de nuestro comportamiento.

Damos la bienvenida al profesor Garrudo a este blog de reflexión, lucha por la verdadera democracia y combate contra el abuso y la corrupción.
---



Todos, sin excepción. Individual y colectivamente. Ideológicamente, muy a menudo. Aunque no inmolemos físicamente a quien disiente de nuestra visión fundamentalista. Porque hay muchas maneras de inmolar y anular.

Todas las religiones, desafortunadamente, todas, han pasado o están pasando por la fase talibán. Y no solo pienso en las persecuciones dogmáticas de la inquisición. Hubo quien murió, o pudo haber muerto, en la hoguera por negar o solo dudar de algunas "verdades" absurdas e incomprensibles para mí hoy en día. O por invalidar desde el conocimiento científico alguno de esos absurdos dogmas.

También hubo inquisición protestante en muchos países nórdicos y del nuevo mundo. Y nunca faltarán las persecuciones de brujas, en Salem y en todo el orbe. La mujer, incomprensible para el varón inseguro, por la atracción incontrolable que sobre él ejerce, ha sido objeto de especial fijación en la mente talibán.

Cuando pienso que mi ideología no necesita de revisión y contraste con quien disiente soy un poco talibán.

Cuando mi mente es solo un depósito de consignas fijadas por el grupo ideológico con que me identifico y no acepto otra visión que no contemple el respeto a esas consignas ideológicas inamovibles, que para mí son dogmas, soy un poco talibán.

Cuando mi GPS ideológico me ha situado en el oeste o izquierda, o en el este o derecha, y solo reconozco esa posición como único norte, y no acepto corrección alguna de mi posición, ni acepto bondad alguna en un partido que no sea el mío, soy un poco talibán.

Cuando un partido no reconoce el menor valor en sus rivales de lucha por el poder, es un poco talibán.

Aunque no matemos a quien no acepte nuestro dogma... Aunque solo descalifiquemos sin argumentos ni razonamientos, y solo por ello menospreciemos, estamos siendo un poco talibán.

Francisco Garrudo

- -
Viernes, 3 de Septiembre 2021
Artículo leído 998 veces

También en esta sección: