Podemos sigue conectando perfectamente con la indignación de los españoles y con sus ansias de castigar a la "casta" política y está creciendo como la espuma, pero solo en las zonas urbanas. En las zonas rurales, la implantación de "Podemos" es mas irregular y difícil, lo que le impedirá conseguir los escaños suficientes para gobernar. Sin embargo, si el PP y el PSOE, con sus imbecilidades y escándalos de corrupción, continúan regalando votos y adhesiones a Podemos, ese partido podría obtener lo que hoy parece imposible: una mayoría absoluta y el gobierno de la nación en las próximas elecciones generales.
He sondeado estas vacaciones de Navidad a expertos sociólogos, habituados a procesar encuestas y a elaborar informes sociológicos complejos y me aseguran que lo mas probable, con los datos y tendencias disponibles en estos momentos, es que Podemos consiga igualar en las urnas al PP y al PSOE y que ninguno de los tres partidos pueda gobernar en solitario, sin alianzas.
En ese escenario, solo hay dos alianzas con posibilidades de formar gobierno: PP-PSOE o PSOE-Podemos. Cualquiera de las dos tendría mayoría suficiente para gobernar. La alianza PP-Podemos queda descartada por absurda e incompatible.
En consecuencia, toda la batalla tras las bambolinas, rica en presiones, advertencias y amenazas, gira en torno a las posibles alianzas del PSOE. Las grandes empresas han hecho saber a los socialistas que no deberían pactar con Podemos y hasta exigen un compromiso por escrito para que después de las elecciones no haya sorpresas. Esas mismas grandes empresas, con la gran banca al frente, lo que prefieren es una "Gran Coalición PP-PSOE", que gobierne con poder suficiente para salir de la crisis, completar las reformas, incluso una constitucional, y cerrar con garantías la crisis de Cataluña, al mismo tiempo que ponen cerco a Podemos para debilitarlo.
Esa es la estrategia que en estos momentos se abre paso y opera en los despachos, que son un hervidero de llamadas, contactos y presiones de todo tipo.
El gran temor, compartido por el gran capital y los dos grandes partidos españoles, es que Podemos siga subiendo y pueda alcanzar una mayoría suficiente para gobernar, algo que parece seguro podrá conseguir en algunas ciudades, en las elecciones municipales, pero que resulta casi imposible en las generales, salvo que la imbecilidad de los dos grandes partidos y la corrupción galopante le empujen y aúpen hasta sentar en la Moncloa a Pablo Iglesias, algo que, según los grandes empresarios, sería un auténtico "desastre" para la economía española y para las actuales alianzas y posicionamientos de España en el mundo.
He sondeado estas vacaciones de Navidad a expertos sociólogos, habituados a procesar encuestas y a elaborar informes sociológicos complejos y me aseguran que lo mas probable, con los datos y tendencias disponibles en estos momentos, es que Podemos consiga igualar en las urnas al PP y al PSOE y que ninguno de los tres partidos pueda gobernar en solitario, sin alianzas.
En ese escenario, solo hay dos alianzas con posibilidades de formar gobierno: PP-PSOE o PSOE-Podemos. Cualquiera de las dos tendría mayoría suficiente para gobernar. La alianza PP-Podemos queda descartada por absurda e incompatible.
En consecuencia, toda la batalla tras las bambolinas, rica en presiones, advertencias y amenazas, gira en torno a las posibles alianzas del PSOE. Las grandes empresas han hecho saber a los socialistas que no deberían pactar con Podemos y hasta exigen un compromiso por escrito para que después de las elecciones no haya sorpresas. Esas mismas grandes empresas, con la gran banca al frente, lo que prefieren es una "Gran Coalición PP-PSOE", que gobierne con poder suficiente para salir de la crisis, completar las reformas, incluso una constitucional, y cerrar con garantías la crisis de Cataluña, al mismo tiempo que ponen cerco a Podemos para debilitarlo.
Esa es la estrategia que en estos momentos se abre paso y opera en los despachos, que son un hervidero de llamadas, contactos y presiones de todo tipo.
El gran temor, compartido por el gran capital y los dos grandes partidos españoles, es que Podemos siga subiendo y pueda alcanzar una mayoría suficiente para gobernar, algo que parece seguro podrá conseguir en algunas ciudades, en las elecciones municipales, pero que resulta casi imposible en las generales, salvo que la imbecilidad de los dos grandes partidos y la corrupción galopante le empujen y aúpen hasta sentar en la Moncloa a Pablo Iglesias, algo que, según los grandes empresarios, sería un auténtico "desastre" para la economía española y para las actuales alianzas y posicionamientos de España en el mundo.