Información y Opinión

Sobre la cobardía de Europa frente al empuje islamista





Bochornosa ha sido la cobardía de Europa frente al salvaje empuje de la cultura islámica en el asunto de las caricaturas de Mahoma publicadas en Dinamarca. Europa, presa del relativismo político e ideológico, vieja y cansada, se ha hecho pragmática como una prostituta y ya no es capaz de defender ni su rica cultura ni sus valores.

El blog de Javier Caraballo lo expresa de manera contundente y clara: " Ahí están las reacciones entre nosotros tras las caricaturas de Mahoma. Como que la Union Europea llame “imprudente” al periódico danés y exija “una gran sensibilidad” frente al islam. O que el Gobierno español se limite a pedirle respeto a las dos partes, al que dibuja viñetas obscenas y al que quema embajadas. Piruetas de pensamiento, parábolas habituales. Como la de ese reputado catedrático andaluz que este fin de semana afirmaba que “cuando, en nombre de la libertad de encender fuego se enciende una cerilla en una gasolinera, lo esperable o lo buscado es que se produzca una explosión”. Y añadía que todo se debe a una campaña canalla para imponerse y demostrar que es imposible la convivencia con el mundo islámico que no respeta las libertades democráticas. “Eso es fundamentalismo puro y duro”, decía. Ya ven, como si fuera cualquier cosa comenzar aceptando que una sociedad se asemeja a un bidón de gasolina ."

Está bien exigir respeto a las sensibilidades religiosas, pero ese respeto tiene que funcionar en las dos culturas, no sólo en Europa. Los islamistas se indignan ante unos dibujos de Mahoma, pero en la cobarde Europa nadie se indigna cuando se asesinan sacerdotes en Turkía o se encarcela a cristianos por practicar su fe en privado, o se prohibe abrir una iglesia cristiana en Riad, Damasco, Teherán y otras decenas de capitales musulmanas.

El problema de Europa es la cobardía que emana de la opulencia y que se manifiesta en la incapacidad para defender valores y principios. Ni siquiera la democracia, que es un valor genuino de los europeos, funciona ya en este anciano continente, donde los gobiernos han perdido la sensibilidad cívica y están dando un triste espectáculo con su divorcio de los ciudadanos, su atrincheramiento en el poder político y con su incapacidad para entusiasmar a sus respectivos pueblos.

Los europeos saben que la única manera digna de relacionarse con la cultura islámica es aplicando con rigor la reciprocidad: si ellos queman una embajada, aquí se cierra una embajada; si ellos quieren abrir una mezquita o una madrasa, que se permita hacer lo mismo en Rabat, El Cairo, o Riad; si ellos encarcelan a los cristianos en Riad, sólo por practicar la fe cristiana en privado, Europa debe encarcelar a musulmanes por hacer lo mismo, o expulsarlos porque encarcelarlo sería demasiado vil para nuestras leyes. La reciprocidad ha sido y debe seguir siendo la regla de oro de las relaciones internacionales. Son miles los musulmanes cultos que afirman que si Europa impusiera la reciprocidad y el rigor en sus relaciones con el mundo islámico, eso ayudaría a democratizar y modernizar la cultura musulmana, donde la tolerancia está ausente y donde no existe ni un sólo país democrático.

Cada día se hace más real el duro vaticinio de que "está muriendo Europa y está naciendo Eurabia".

Franky  
Martes, 7 de Febrero 2006
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