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Si la derecha española no cambia radicalmente, Pedro Sánchez seguirá en el poder durante décadas



Con Pedro Sánchez al frente de la nación, España se encuentra inerme y mal gobernada frente a los peores desafíos: coronavirus, nueva crisis económica, enemistad con Estados Unidos y los aliados, tensiones territoriales en el norte de África y un nacionalismo catalán y vasco crecido, que está decidido a destrozar y despedazar la nación.

La derecha española es la gran culpable de que Pedro Sánchez esté en el poder. Se deterioró tanto y generó tanta frustración entre sus votantes que dejaron de votar al PP y dispersaron sus votos entre Ciudadanos, VOX, la abstención y otros partidos diminutos. La derecha ha decepcionado robando, con su cobardía y, sobre todo, con su corrupción. Decepcionó con Aznar, pero esa decepción fue insignificante comparada con la que generaron Rajoy y su inepta Soraya, que desaprovecharon una poderosa mayoría absoluta entregada por los españoles para que rectificaran el rumbo de España y acabaran con la sucia herencia dejada por Zapatero.

Sin la menor duda, el gran culpable de que Pedro Sánchez haya logrado resucitar a un PSOE que Zapatero dejó en agonía es el Partido Popular.
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Estos dos ineptos son los grandes culpables de que estemos bajo la bota de Pedro Sánchez
En España la derecha conservadora no supieron gobernar como el país requería. Por falta de experiencia e ideas, por un exceso de egos y por abrazar la cobardía y la corrupción como grandes lineas políticas, inyectaron al agonizante PSOE y a la derrotada izquierda un vida inesperada y el vigor suficiente para alcanzar el poder. La moción de censura y la posterior victoria en las urnas de Pedro Sánchez son la obra más estúpida y traidora del PP y el mayor fracaso histórico de la derecha española desde la instauración de la II República.

El PP, al no ser capaz de liderar un proyecto sólido y creíble para la mayoría conservadora que siempre fue el pueblo español, generó la frustración suficiente para convertir el país en una fábrica de indignados, de la que surgieron nuevas opciones políticas como Ciudadanos y VOX, ambos consecuencia del fracaso de una derecha que, con Pablo Casado, sigue por su misma ruta decepcionante, decadente y cobarde, sin ser capaz de cambiar su rumbo, de pedir perdón ni de reconocer su enorme culpa en lo que es la España del presente.

Ese enorme fracaso de los que estaban llamados a gobernar España por muchas décadas, apoyados en el carácter conservador de la mayoría de los españoles y el apoyo de las clases medias amantes del orden y la estabilidad, ha permitido la victoria de la ideología del “todo vale”, representado osada y brillantemente por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, los insólitos e inesperados mandamases de una España que es sociológicamente conservadora, anticomunista y de derechas.

El PP ha hecho posible el casi milagro de que Pedro Sánchez llegue al poder mintiendo y engañando, incluso a sus propios electores hasta media hora antes de ganar las elecciones con un programa económico brutal y destructivo que si es aplicado destruirá gran parte de la riqueza y prosperidad de España.

El binomio nefasto Sánchez-Iglesias ya está donde pretendía, en el poder, con todo el territorio libre para asegurar ese poder y no perderlo jamás. Sin barrera alguna que le frene, lo cambiará todo para seguir mandando. Es un tipo sin escrúpulos al que los españoles, cometiendo un error imperdonable, hemos entregado el timón de nuestra España, dándole "licencia para matar".

Nadie moverá un dedo para salvar España salvo los propios españoles. Los que esperan que la Unión Europe, la OTAN o los Estados Unidos intervengan para frenar la locura del sanchismo y de su aquelarre de comunistas, golpistas y proterroristas, todos bajo el denominador común del odio a España, están equivocados.

Estamos solos frente a una turba sin escrúpulos, dispuesta a todo.

Francisco Rubiales


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Domingo, 1 de Marzo 2020
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