Información y Opinión

Sanchismo repugnante



El sanchismo no para de inundar España con actos y decisiones repugnantes. Nunca un gobierno de España avergonzó tanto a sus ciudadanos como el que preside Pedro Sánchez, que apoya más a los etarras que a sus víctimas, que se humilla ante el golpismo catalán que odia a España, que vota para que los niños sean adoctrinados en la homosexualidad en las escuelas, que lo corrompe todo y que miente y engaña a diario para conseguir sus fines.
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Una de las imágenes que circulan por Internet para resaltar la corrupción y los estragos del sanchismo en España
Basta observar la figura del ex ministro Ábalos, por ejemplo, para advertir hasta donde llega la bajeza del sanchismo: colocó a su hermana en el INEM, A su sobrino, que era policía raso, lo trasladó a la embajada de Roma. Hizo a su mujer delegada del gobierno. Su suegro, tesorero de FIDELSO, que recibió 5 millones de dinero público. Y otras decenas de abusos y arbitrariedades para beneficiar amigos y castigar a adversarios.

Pero como Ábalos hay centenares de ejemplos. Un vistazo al balance del ministro Grande Marlasca resulta aterrador, casi tanto como una visita a la hemeroteca del mismo Pedro Sánchez, de la que emerge un personaje mentiroso, falso, engañador, rencoroso y plagado de trucos y suciedades, todas ellas indignas de un presidente de gobierno que se autoproclama demócrata.

La últimas fechorías han sido durísimas: apoyar el homenaje público, en el País Vasco, al terrorista Parot, condenado por 39 asesinatos a más de 4.000 años de cárcel, y permitir que la bandera española sea retirada en los actos de su "mesa de diálogo" con Pere Aragonés, presidente de la Generalitat catalana.

Para más graves que sus actos, ya de por sí vergonzosos y humillantes, son sus políticas, sobre todo la que premia con dinero y concesiones a las autonomías más desleales y llenas de odio, como Cataluña y el País Vasco, mientras castiga con recortes y privaciones a las más leales y cumplidoras.

Su conducta está jalonada de mentiras, engaños y trucos, impropios de un dirigente democrático, además de abusos de poder, ostentación, despilfarro, rencor y venganza.

Su arrogancia y capacidad de rencor son temidas dentro del PSOE, partido al que ha podrido y destruido, despojándolo de valores y principios hasta convertirlo en una cofradía que sólo vive para el poder y el disfrute de sus beneficios.

El sanchismo ha extendido por toda España lo peor de los nacionalismos periféricos, la injusticia, el desequilibrio, la división, el enfrentamiento y los comportamientos mafiosos.

Lo que el sanchismo pretende es infectar el país, envilecer la vida política, desorientar y confundir a los ciudadanos y homogeneizar y esparcir a los cuatro vientos la suciedad para justificar y disfrutar de un poder cada vez con menos trabas.

En su camino hacia la tiranía, Sánchez ha pervertido notablemente el concepto de democracia, desmontando sus defensas y sus valores hasta convertirla en unas simples elecciones, que quizás no sean todo lo limpias que debieran.

El comportamiento envilecido del sanchismo tiene sus reflejos en todos los ámbitos de la vida española, desde el parlamento hasta la vida diaria de los ciudadanos, a los que empobrece, esquilma, engaña y manipula sin escrúpulos, sin olvidar la Justicia y los valores que la sociedad cultivó durante siglos, como la honradez, la decencia, la dignidad y el culto a la verdad.

Sánchez ha comprado medios de comunicación y voluntades utilizando el dinero de los impuestos y ha corrompido, desde dentro del Estado, las carreras de miles de funcionarios y servidores públicos, que contemplan escandalizados como sólo se progresa y asciende a cambio de cerrar los ojos y someterse al poder sanchista.

Sánchez ha podrido a la nación entera, a la que ha convertido en cómplice por su silencio y pasividad ante sus transgresiones y suciedades masivas.

Francisco Rubiales


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Viernes, 17 de Septiembre 2021
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