Información y Opinión

Sánchez ha desarmado a España y a los españoles



Al alentar a los violentos que impidieron que la Vuelta Ciclista concluyera ayer con éxito, Sánchez demostró su bajeza, irresponsabilidad como político y el profundo daño que está causando a España, país al que ha desarmado y envilecido.

Por culpa de Sánchez, España, al reventar la final de la Vuelta Ciclista, protagonizó ayer un ridículo mundial vergonzante.

España no ha padecido un felón de tanta maldad y tan dañino como Sánchez desde Fernando VII.

Desarmar al Estado español frente a la violencia, la sedición, la rebelión, el golpismo y la corrupción es una auténtica canallada, una felonía y un abuso de poder insoportable.

No contento con reformar los delitos de sedición y malversación y con indultar a delincuentes confesos que no se arrepienten y con convertir en un juguete propio el Tribunal Constitucional y la Fiscalía del Estado, Sánchez quiere también controlar por completo la Justicia y silenciar a la prensa crítica.

Todo para controlar el poder de manera férrea y antidemocrática y para que los suyos abusen y roben con impunidad.

La España de Sánchez es ya una cueva de ladrones, golpistas y corruptos.

Algunos medios de prensa libres señalan a Sánchez como "el nuevo Otegui"
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Tirano cuando se siente seguro; gallina asustada frente al pueblo indignado.
Pero el mayor delito del sanchismo quizás no sea la destrucción de la ética, la corrupción del Estado de Derecho y el asesinato de la democracia, sino el desarme de los ciudadanos, indefensos frente a los políticos y a los delincuentes, que en España son los únicos que tienen armas, además de los policías y soldados.

En las redadas entre gitanos y en barrios marginados, como las Tres Mil Viviendas de Sevilla, suelen incautarse todo tipo de armas, incluso de guerra, mientras los ciudadanos están desarmados y van a la cárcel si se resisten con demasiado ímpetu ante un delincuente que penetra en sus hogares.

Los ciudadanos desarmados y desprotegidos son una de las peores canalladas del sanchismo, que acapara, más que ningún otro gobierno en el pasado y con un descaro hiriente, el grueso de las fuerzas policiales para su propia protección y la de sus propiedades.

Los aliados de Sánchez que odian a España y quieren destruirla, un grupo putrefacto y miserable donde militan los socialistas degenerados, los comunistas, los delincuentes golpistas catalanes, los amigos del terrorismo de ETA y los nacionalistas mercenarios vascos, están eufóricos con Sánchez y nunca van a abandonar su coalición antiespañola, gracias a la cual están alcanzando su objetivo soñado de destruir la nación desde dentro.

Sánchez está fuera de control y el PSOE se ha convertido en una comparsa tétrica y corrupta que le acompaña en la obra de demolición de España, mientras las grandes instituciones y poderes de la nación, desde la Monarquía a la Justicia, sin olvidar a las fuerzas armadas, la prensa libre, la Universidad y la sociedad civil, están paralizadas y contemplan sin moverse el acuchillamiento y ruina de España.

Ante el abuso de poder continuado y el uso de la daga contra España, la ciudadanía es la única esperanza de salvación. Ei grueso de los ciudadanos, milagrosamente y a pesar de vivir en una pocilga sin ética fabricada por los políticos, permanecen ajenos a la gran orgía corrupta de los poderosos y conservan grandes dosis de decencia, civismo y amor a su nación.

La reacción de la ciudadanía se plasma cada día en un crecimiento poderoso de los votos a VOX, el único partido que permanece ajeno ya la orgía corrupta y que es capaz de enfrentarse al grueso de la maldad del Estado sanchista.

El sanchismo nos ha empobrecido, ha indultado, premiado y exaltado a los golpistas, ha traicionado los grandes valores, ha desarbolado el Estado de Derecho, nos ha endeudado hasta la locura, despilfarra, miente como nadie en la Historia de España, engaña, incumple sus promesas, practica la opacidad más oscura, falsea los datos y las cuentas y entierra la verdad bajo una montaña de estiércol político y ético.

Votar a Sánchez o apoyar sus desmanes son ya pura traición a España.

Hacerle pagar esas maldades, traiciones y fechorías no es una opción sino un deber para toda persona decente, digna y con amor a España.

Francisco Rubiales

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Lunes, 15 de Septiembre 2025
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