Colaboraciones

SIN PENA NI GLORIA





Nada, todo ha quedado en "agua de borrajas". La 60ª Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas sólo ha supuesto otra oportunidad perdida, no existe ningún resquicio al optimismo. Los altos mandatarios mundiales sólo han podido llegar a un raquítico acuerdo para salir del paso, pero nada más. La falta de consenso ha obligado a aplazar asuntos decisivos como la reforma del Consejo de Seguridad, porque a los "miembros permanentes" con derecho a veto: Estados Unidos, Reino Unido, Federación Rusa, Francia y China, les viene muy bien que todo siga igual para seguir manipulando el cotarro a la medida de sus conveniencias y tampoco hay manera de hincarle el diente a la distribución de las competencias de la Secretaria General, cuyo actual titular, Kofi Annan, está señalado como beneficiario por vía paterno-filial de la gran corrupción que la ONU arrastra y no quiere ni oír hablar de cambios no vaya a ser que el primer cambio sea que se le pidan explicaciones y/o responsabilidades.

Es tanta la manipulación y el desastre que vive esta organización que voy a estar de acuerdo con el Presidente venezolano Hugo Chávez, que calificó el documento final de "nulo e ilegal" por no haber sido aprobado por votación y porque se les entregó a los delegados cinco minutos antes. Como toda respuesta Annan conminó a Chávez a retirar sus críticas y le amenazó con "sacarle" los colores por el incumplimiento por parte de Venezuela de sus obligaciones internaciones, es decir que lo mejor es taparse mutuamente las vergüenzas y aquí paz y después gloria.

Y para rematar sólo nos faltaba la candorosa propuesta de nuestro Rodríguez Zapatero sobre lo que él llama la "alianza de civilizaciones". Tampoco en Nueva York conseguimos que nos explicara claramente lo que significa su propuesta y que nos detallase, de una vez, con quien nos tenemos que aliar y cuanto habremos de ceder y ante quién. Su "alianza" se resume, hasta ahora, en un repertorio de frases huecas tales como que será "un camino poderoso hacia la paz" o que "pretende forjar una voluntad política colectiva y una acción concertada de civilizaciones para superar prejuicios", en resumen pura demagogia y cantos a la luna. Ni que decir que su ofrecimiento pasó sin pena ni gloria.

Pilar Aguarón


Franky  
Domingo, 18 de Septiembre 2005
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