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Rusos asesinos; Putin criminal



La guerra de Urania no sólo está cambiando la faz del mundo sino que está modificando, incluso, la forma de hacer la guerra. Los soldados rusos se niegan a morir por el capricho de Putin y se muestran como cobardes e ineficaces combatientes en el frente. Faltos de motivación, los rusos se transforman en asesinos o escapan del frente para salvar la vida.

Sin embargo, el riesgo de conflicto atómico mundial nunca fue tan real como ahora, ni siquiera en los tiempos más duros de la Guerra Fría. La desesperación del imprevisible y psicópata Putin ante la derrota de su ejército en Ucrania le está empujando a apretar el botón fatídico.

La debilidad de los combatientes rusos y la inesperada fuerza de los ucranianos, apoyados eficazmente por las armas occidentales, está desquiciando al Ejercito Ruso, que reacciona torturando y asesinando civiles en las ciudades ocupada de Ucrania.

Putin, también de los nervios porque está perdiendo la contienda y ve en peligro su liderazgo, ha amenazado de nuevo con utilizar armas atómicas.

La Unión Europea ha pedido una investigación tras las evidencias de que los rusos torturaron y asesinaron masivamente en Izium, donde se han descubierto fosas comunes con pruebas concluyentes de crímenes de guerra.

Por ahora se han hallado más de 440 tumbas en el sitio pero aún se desconoce el número real de víctimas, que se supone es de muchos miles.
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La escalada en la guerra de Ucrania continúa y el conflicto con los rusos, perdiendo ahora, es cada día más peligroso por temor a una reacción desesperada de Putin, tentado de utilizar sus armas atómicas para exterminar al enemigo.

Las torturas y asesinatos de civiles por parte de los soldados rusos reflejan desesperación y una especie de locura que sólo se produce en los grupos humanos desquiciados por el miedo y la derrota. Los soldados rusos, asustados y sin moral, asesinan como perros rabiosos.

"En el siglo XXI, estos ataques contra la población civil son impensables y aborrecibles" ha declara Jan Lipavsky, ministro de Exteriores de la República Checa, país que preside la Unión Europea y que ha solicitado una investigación oficial sobre los crímenes rusos.

La desmoralización de los rusos es un fenómeno inesperado, pero lógico. Las guerras caprichosas, que sólo responden al deseo de los políticos, como la de Ucrania, tienen poco futuro porque los soldados no quieren morir sin una razón poderosa para exponer la vida. Los ucranianos están motivados porque defienden su existencia como nación y su libertad, pero los rosos carecen de ánimo para el combate y eso se traduce en cobardía, escaso empuje y ataques sin potencia.

Ante la contraofensiva de los ucranianos, los soldados rusos se disfrazaban de civiles y escapaban del frente montados en bicicletas robadas o simplemente corriendo, ofreciendo un espectáculo vergonzante para el temible Ejercito Rojo, que adquirió fama y prestigio mundial después de su aplastante victoria sobre los nazis, en la II Guerra Mundial.

La guerra de Ucrania está demostrando al mundo que las guerras modernas ya no son posibles únicamente porque la deseen los que mandan. Los soldados tienen que estar fuertemente motivados o lucharan sin eficacia, intentando preservar sus vidas, sin arrojo ni valor.

Se trata de una gran noticia para la civilización humana porque a partir del conflicto de Ucrania las guerras de capricho serán escasas y los políticos canallas tendrán que recurrir a máquinas para agredir.

Francisco Rubiales

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Lunes, 19 de Septiembre 2022
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