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Rajoy dice que se bajaría el sueldo, pero no lo hace





El líder de la derecha española, Mariano Rajoy, se ha mostrado dispuesto, en estos tiempos de crisis, a renunciar a parte de su sueldo para ayudar a mejorar la situación económica de España, porque considera que “hay que apretarse el cinturón” desde las instituciones y organismos públicos. Lo declaró en una entrevista concedida a Telecinco.

Y los ciudadanos nos preguntamos ¿Por qué no se lo baja? ¿Es que sólo estaría dispuesto a hacerlo si él fuera el presidente del gobierno? Nada ni nadie le impide renunciar a parte de su actual sueldo, que es de unos 100.000 euros anuales como parlamentario, más los importantes complementos que recibe como presidente del Partido Popular.

Podría también, para dar ejemplo, entregar parte de su sueldo a Cáritas o a otra ONG de garantizada honradez y eficiencia, gracias a las cuales muchos desamparados y nuevos pobres españoles están comiendo cada día. No sólo el presidente del gobierno debe ser ejemplar. También podría serlo el líder de la oposición, obligado a demostrar a los votantes españoles que él es diferente al jerarca de la Moncloa.

Rajoy insistió en la importancia de tomar medidas que favorezcan la creación de empleo, en lugar de subir impuestos. A su juicio, si el Gobierno sube finalmente impuestos como el IVA sólo servirá para incentivar el fraude y puso el ejemplo de que este verano la economía sumergida ha aumentado un 30% con motivo de la crisis y aseguró que la subida de impuestos se va a “invitar” a los ciudadanos a defraudar con técnicas ya habituales como no pedir facturas para evitar el pago del IVA.

Rajoy criticó la gestión económica del Gobierno de Zapatero, al que acusó de hacer declaraciones “sin sentido” y que “no sirven para nada” como cuando dijo recientemente a la revista Newsweek que basta con salir a la calle para comprobar que las cosas van bien en España.

Detrás de esas declaraciones y de muchos de los abundantes errores políticos de España se esconde la arrogancia y el privilegio de los políticos, que se han autodotado de sueldos millonarios, pensiones de lujo y de tantas ventajas que su situación les impide conocer las privaciones y dramas del pueblo. La clase política española, a golpe de privilegios, se ha convertido en una tribu de millonarios alienados y sin otra obligación que l sumisión al líder, que, rodeados de dinero, privilegios, guardaespaldas, coches oficiales y otras muchas ventajas, vive aislada del lodazal general en el que sse ha convertido España, gracias a su mala gestión y pésimo liderazgo.



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Jueves, 24 de Septiembre 2009
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