Información y Opinión

¿Por qué los andalucistas han sido expulsados del Parlamento de Andalucía?





Mágnum en www.lakodorniz.com
Han sido expulsados del Parlamento de Andalucía y arrojados a otra travesía del desierto, que quizás sea la última, porque no eran necesarios, porque lo que ofrecían al electorado no interesaba. Ofrecían más Andalucía, pero los ciudadanos tenían suficiente con el andalucismo de los socialistas y de los populares. Eran totalmente prescindibles, pero no se daban cuenta. Eran como un PSOE o un PP en pequeñito y sin poder. Los electores andaluces han preferido la versión original y grande.

Muchos andaluces lo vemos claro, pero no así los dirigentes andalucistas, que han demostrado de manera reiterada su incapacidad para interpretar los vientos y signos de la historia.

La única salida que les quedaba era transformarse en un partido democrático, defensor de la regeneración y de la limpieza del sistema, algo que el electorado demanda y que ni los socialistas ni los populares pueden ofrecer. Tenían que haber visto que la regeneración de Andalucía, después de tres décadas de dominio socialista, de corrupción y clientelismo, es caballo ganador.

Quizás lo hayan visto, pero sus errores recientes no le permitían alzar esa bandera. La gente piensa que, como el PSOE, son un partido de gobierno, que solo les interesa gobernar, no reformar y mejorar la sociedad. Cuando han gobernado en la Junta, con los socialistas, no se ha notado su presencia en el gobierno. Sus consejeros parecían consejeros del PSOE. Cuando han gobernado en ayuntamientos importantes, como el de Sevilla, en coalición con la derecha y con la izquierda, han demostrado lo mismo, que lo que les interesaba era gobernar y que les daba igual con quién. Para colmo de males, han salido de esas experiencias con la imagen manchada, con sospechas de corrupción.

Rosa Díez, con la bandera de la regeneración en sus manos, acaba de entrar en las Cortes y tiene la base para construir un partido nacional. El Andalucismo también tuvo diputados en las Cortes, varios y varias veces, pero nunca supo gestionar ese enorme capital. Nunca dejaron una huella propia, jamás supieron distinguirse de la mediocridad que les rodeaba, ni en Madrid, ni en Andalucía, ni en Cataluña, donde también tuvieron una insólita y esperanzadora representación.

La caída del Andalucismo, probablemente definitiva, es un motivo de luto para los andaluces, pero no por lo que han perdido, sino por lo que pudieron haber tenido y no tuvieron. El andalucismo pudo haber sido el único nacionalismo no excluyente y solidario de España, una energía, un impulso que lleva a su pueblo hacia el avance y el verdadero progreso, pero se convirtió en una jaula de grillos donde todos peleaban, donde lo importante parecía ser la lucha por el poder.

Los andaluces, lógicamente, han dicho que de eso ya tienen bastante con el PSOE y el PP,

Que no se consideren los andalucistas víctimas de la virulencia bipartidista porque son únicamente víctimas de ellos mismos, de no haber sido capaces de forjar la identidad y el mensaje que Andalucía esperaba de ellos.

La historia política de la España actual habría sido muy distinta si el Andalucismo hubiera dado la talla.

   
Viernes, 14 de Marzo 2008
Artículo leído 2629 veces

También en esta sección: