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Nunca votes a los "sin Dios"



El artículo expone la tesis de que quizás el peor error de los demócratas españoles haya sido haber permitido que les gobiernen gente que no cree en Dios y que, en consecuencia, tienen tendencia a creer sólo en ellos mismos, en sus privilegios y ventajas terrenales, sin poseer otra moral o principio que el propio provecho.
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Acabo de encontrarme con un amigo que imparte clases a empresarios en una importante escuela de negocios y me ha sorprendido al hacerme reflexionar sobre lo que el denomina como "la clave para entender el mundo". Dice que la única manera de entender nuestro mundo es asumiendo que solamente existe una división importante, la que separa a los humanos en dos bandos: el de los que creen en Dios y el de los no creyentes.

"Si crees en Dios, entonces tiene sentido hablar de democracia, de principios, de valores y de todo lo que tú defiendes en tu blog, pero si no crees en Dios, entonces el centro del mundo eres tú mismo y no tienen sentido la moral, la bondad, el respeto, la democracia y todos esos valores que tu proclamas", afirmó.

Me pregunta: "¿Has reflexionado alguna vez sobre qué motivos puede tener alguien que no cree en Dios ni espera premio o castigo por sus actos para respetar a los demas. anteponer el bien común al propio beneficio o ser altruista, por ejemplo? Lo lógico es que quien no cree en Dios sea egoísta e intente sacar todo el jugo posible a la vida, incluyendo la rapiña, el poder y otros vicios atrayentes". "Lo lógico para un no creyente -agrega- es seguir el principio que proclama el autobús ateo: 'Disfruta de la vida'".

"La democracia, los valores, el respeto mutuo y hasta la misma convivencia sólo tienen sentido si se cree en un Dios que premia y castiga. Los no creyentes no pueden ser demócratas y si aceptan la democracia es desde una actitud hipócrita, porque les conviene y extraen del sistema ventajas y privilegios. Si Dios, finalmente, no existiera, los que tienen razón son ellos, pero si existe, la razón es nuestra".

"Es cierto -afirma- que en muchas sociedades se está observando un retorno de Dios a la cultura y a los planteamientos personales del hombre, después de un siglo XX en el que la idea de Dios fue mandada al exilio, pero en España ese movimiento no existe y estamos completamente en manos de los "sin Dios".

Y continúa explicándome que "Los 'sin Dios', como Zapatero y otros, muchos de ellos encuadrados en logias masónicas o partidos que buscan exclusivamente el poder, no entienden de ética, ni de igualdad, ni de democracia, ni de verdad, porque, al carecer de Dios, ellos se consideran el centro del universo y entonces lo único que tiene sentido es el dominio, la opresión, la mentira, el engaño, la corrupción y todo lo que a ellos les permite ser los dueños del mundo y disfrutar de los privilegios".

"Elegir a los sin Dios para que dirijan a un pueblo de creyentes es como poner al lobo al frente del rebaño".

Intelectualmente, la reflexión es minuciosa y cierta. Si no crees en un Dios que premia o castiga, según el comportamiento, ¿para qué respetar la igualdad, la justicia, la verdad, la democracia y otros valores que dejan de tener sentido cuando no se cree en un ser supremo que demanda ética y que impone unas reglas a los humanos?

"Cuando le hablas a ZP de ética y de justicia es como si le hablaras a un buzón de correos. Tu problema y el de muchos españoles es que estais analizando el mundo como si los que nos gobiernan tuvieran las mismas creencias que nosotros, cuando no es así. Para ellos, al no creer en Dios ni en una vida posterior con premios y castigos, lo único que tiene sentido es el egoísmo y la avaricia. Sin el sentido de la trascendencia, son depredadores. Nuestro problema es que estamos eligiendo, para que nos gobiernen, a gente que, al no creer en Dios, carecen de respeto a cualquier valor o principio que no sea el propio provecho."

Y argumenta: "Esa es la única clave para entender a Zapatero y a su gobierno. Esa es la verdadera clave para entender el comportamiento de ciertos políticos, a los que únicamente interesan sus sueldos, privilegios, ventajas y el poder, generador de placeres en la vida terrenal, la única en la que ellos creen."

Y concluye: "Si Zapatero y sus secuaces leyeran un día Voto en Blanco, sus carcajadas llegarían hasta Calcuta. Cada vez que leo Voto en Blanco, me doy cuenta de que está redactado por un creyente y que su gran problema es que piensa que todos los demás ciudadanos también creen en los valores, en la ley natural y en un Dios que premia y castiga, cuando eso no es verdad, sobre todo en España, donde el actual gobierno y la cúspide de los grandes poderes está plagada de ateos proactivos".


   
Jueves, 28 de Mayo 2009
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