Comunicación y Medios

Manuel Chaves: lección de periodismo





El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, dio una valiosa y sorprendente lección de periodismo auténtico cuando dijo que "al buen periodismo le cuadran mal las grandes y llamativas mayúsculas", ya que la verdad que persigue es "aproximativa, provisional, discutible, abierta y sujeta a rectificación". Estas palabras las pronunció el lunes, 11 de diciembre, en el acto de entrega de los Premios Andalucía de Periodismo en el que criticó "las deficientes relaciones que una parte -parte minoritaria, pero significativa- del periodismo español tiene con la verdad".

Chaves aseguró que el buen periodismo suele convertirse en mal periodismo cuando "su vinculación primera deja de ser la verdad y pasa a ser otra cosa, sea ésta el poder, el dinero, la propia trinchera o incluso vinculaciones más políticamente correctas como la Seguridad Nacional, el Orden Mundial o la Patria".

Agregó que e n esto, como en otras cosas, el periodismo se parece "no poco" a la política, que históricamente ha cometido "los más inclementes desmanes cuando ha empuñado la Verdad con mayúsculas como una espada flamígera con la que imponer a toda costa una determinada concepción de la sociedad, de la historia, del futuro o, por qué no, incluso del pasado". "Cuando la política juega a eso, es peligrosa; y lo es hasta el punto de llegar a retorcer leyes, traicionar libertades o provocar guerras ilegales e injustas", advirtió Chaves, quien precisó que "cuando el periodismo juega a eso, es falaz; y lo es hasta el punto de no permitir jamás que la realidad le estropee un buen reportaje".

Chaves, que aludió a la "cierta propensión al atrincheramiento" de la profesión, se refirió al Informe Anual de la Profesión Periodística 2006, publicado por la Asociación de la Prensa de Madrid, según el cual el 81% de los periodistas entrevistados admite que la imagen social del periodismo en Espa ña es regular, mala o muy mala. Según el presidente andaluz, las razones de ello son "múltiples", aunque las principales tienen que ver directamente con "las deficientes relaciones que una parte -parte minoritaria, pero significativa- del periodismo español tiene con la verdad".

"Me refiero a la vinculación interesada con una Verdad escrita, por supuesto, con grandes y llamativas mayúsculas cuyo falso brillo apenas logra, sin embargo, ocultar el cínico desprecio que ese mal periodismo siente por los hechos cuando éstos se empeñan en estropear un buen reportaje. O una buena guerra preventiva. O incluso una buena conspiración", agregó.

Franky  
Miércoles, 13 de Diciembre 2006
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