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Madrid, ante la agresión fiscal de las izquierdas, vuelve a gritar el "No pasarán"



Madrid se prepara para hacer frente a uno de los abusos de poder más desvergonzados del "sanchismo" aliado con el comunismo y el independentismo: una ofensiva en toda regla para obligarla a subir los impuestos y a acabar con la prosperidad que los madrileños disfrutan hoy en libertad, tras haber convertido a la región en la región más rica de España y en el motor de la economía nacional.

La ofensiva que la izquierda prepara, frente a la que Madrid empieza a alzar barricadas, no es producto de la preocupación del gobierno por la justicia y la defensa del bien común, sino de la voracidad fiscal, de su falta de escrúpulos y de la envidia que Madrid despierta entre los mediocres y trasnoschados marxistas, que únicamente se sienten a gusto donde no hay ni propsperidad ni libertad, cuando consiguen que el pueblo, arruinado y hambriento, tenga que recurrir al Estado para comer y vivir.

Pero Madrid ha decidido plantar cara al "asalto" fiscal que preparan Sánchez y su ministra de Hacienda, a la que llaman "Farruquita", convencido de que esa batalla puede ganarse si la opinión pública despierta y se opone al ataque que, por envidia y bajeza, el gobierno y sus aliados independentistas y proetarras (catalanes y vascos) ya preparan, impulsados por la envidia y el odio a lo que Madrid está consiguiendo como sociedad libre.

Los catalanes y los vascos llevan décadas disfrutando y alardeando de ser las comunidades más industrializadas y prósperas de España, pero ya han perdido ese puesto porque se los ha arrebatado Madrid, donde las empresas prefieren instalarse, no tanto por las ventajas fiscales, sino para escapar de los conflictos castrantes e inseguridad que el nacionalismo cateto de vascos y catalanes provoca con su odio a España.
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Su política fiscal abusiva en Andalucía hizo perder cientos de miles de votos a su partido
La ministra María Jesús Montero dice que los impuestos bajos de Madrid son una deslealtad con el resto de España que hay que corregir. Olvida mencionar que Madrid, gracias a esos impuestos moderados, se ha convertido en la región más próspera de España y en el motor de la economía española, desplazando de ese lugar a una Cataluña que se arruina cada día más por culpa del contubernio entre izquierdas y nacionalistas independentistas.

Lo que es una deslealtad, además de una injusticia y una ofensa a la dignidad y la decencia es subir los impuestos sin antes reducir el Estado español, que es el más gordo, costoso y lleno de ineptos, inútiles, enchufados y políticos y asesores innecesarios de toda Europa. Reduce primero el Estado y renuncia después a derroches y privilegios que disfrutáis sin merecerlos. Ah, y no olvides limpiar antes el gobierno de corruptos porque el pueblo empieza a sospechar, con razón, que sus dineros, en lugar de beneficiar a los más débiles y sufragar servicios públicos necesarios, pueden terminar en el bolsillos de algunos de los muchos sinvergüenzas que habéis instalado en el Estado.

Sólo entonces, cuando hayas renunciado a privilegios inmerecidos, hayas adelgazado el seboso Estados español y hayáis limpiado las administraciones de corruptos y ladrones, tendrás derecho, como gobierno, a plantear una subida de impuestos.

Al gobierno y a sus socios independentistas les ha tocado un Madrid difícil de conquistar, defendido por un gobierno que no se rinde y por un pueblo abierto y cosmopolita que lleva décadas demostrando que es abierto, acogedor y carente de envidia y odio a los demás españoles. En Madrid, los políticos, sobre todo los de izquierdas, no han logrado envenenar a la ciudadanía, como sí han hecho en otras comunidades españolas, como Cataluña y el País Vasco, convirtiéndolas en puntas de lanzas del rencor y la división.

Por lo pronto, Madrid está analizando las experiencias de otras regiones en su lucha contra los impuestos abusivos, en especial la de Andalucía, que luchó con eficacia, sacando al pueblo a las calles, contra el robo de las herencias que representaba el Impuesto de Sucesiones, y difundiendo con eficacia en los medios de comunicación casos concretos que demostraban los estragos, cierres de empresas, embargos, ruina y dolor que ese tributo, cruel, injusto, anticonstitucional y confiscatorio, provocaba en la región.

Andalucía, que convirtió el robo gubernamental de las herencias en una causa impopular, logró, según dictamen de expertos independientes, arrebatar a los socialistas en torno a 300.000 votos, luchando contra el Impuesto de Sucesiones, lo que contribuyó claramente a la derrota socialista y a su salida de la Junta, donde el socialismo más corrupto de Europa estuvo apalancado durante casi cuatro décadas.

Madrid prepara sus trincheras para resistir el asalto fiscal injusto y vengativo de los "cien mil hijos" del comunismo ruinoso y corrupto que Sánchez, Pablo Iglesias y María Jesús Montero van a lanzar contra Madrid.

Como ocurrió en la guerra civil de 1936, esa que tanto tienen presente las izquierdas, empeñadas en ganarla ahora, casi un sigo después, la lucha de Madrid será crucial. Si Madrid cae, España entera se verá doblegada por impuestos injustos y ruinosos, impuestos terca y estúpidamente por el gobierno de España, que no tiene en cuenta la opinión de los expertos internacionales y la experiencia del mundo, que baja masivamente los impuestos para estimular el consumo y la economía, postrada por los efectos dramáticos de la pandemia.

Los ciudadanos libres y decentes de España debemos cantar, junto a Madrid "A las barricadas" para frenar el rencor y la envidia del socialcomunismo de Sánchez e Iglesias, que viene avanzando contra Madrid para someterla con impuestos ruinosos y abusivos. Esta vez, los cantos de los madrileños serán para defender la libertad frente a la envidia y el odio que los comunistas siempre despliegan frente a los dos fantasmas que mas odian: la libertad y la prosperidad.

Francisco Rubiales


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Jueves, 17 de Diciembre 2020
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