Colaboraciones

MELILLA TAMBIÉN EXISTE



Publicamos hoy un artículo de josé Luis Hernández, que quiere lanzar a los lectores de este blog el mensaje de que Melilla, ciudad avanzadilla de España en el norte de África, también existe.
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Con cierta frecuencia podemos ver en algún telediario la reivindicación de la provincia de Teruel o de Extremadura toda, en el sentido de que se sienten abandonadas, por no decir ignoradas por el Estado español. Hoy quisiera hacerlo yo a nivel particular por otro lugar, Melilla. Me atrevería a aseverar que preguntando al pueblo llano dónde está situada, sería como preguntar donde está Alborán, La isla de Perejil, Islas Alhucemas, Tabarca o Chafarinas.

Me propongo hacer una breve constatación de su razón de ser/existir, relatando un resumen de su historia pasada y su situación actual socio-política, tratando de resumir porque la historia es muy larga.

Está enclavada en el corazón de la región del Rif, rodeada de Mariguari, Farhana, Beni Enzar y a las faldas del Gurugú, del que luego hablaré. Las crónicas sociales indican que tiene una población de 86.000 habitantes, de lo cual me permito dudar.

Fue Rusadir en su colonización romana, allá por el VII a.d.c., y anteriormente fue fenicia. Estando habitada por un pueblo bereber, la llamaron Mliliat y al llegar los castellanos, por conversiones fonéticas, se llamó Melilla; otros afirman que ya en la época romana, posiblemente, se llamó Melitus, por la abundancia de miel.

Fue construida en su parte más elevada una fortaleza, entre el XVI y XVII, en donde intervinieron ingenieros/arquitectos holandeses. A ese recinto, fortificado posteriormente, se le llamó Melilla La Vieja y aún conserva ese nombre, o el de "Pueblo" y su verdadera colonización fue a partir del XIX. Había sido española desde 1556, y es en 1866 cuando se delimita realmente su territorio con el disparo del cañón Caminante desde la fortaleza y disparos en círculo, con un alcance de 4 kms. tratando de llegar a un acuerdo con el Sultán de Marruecos, que siempre estuvo en la cuerda floja.

La inmigración creció posteriormente con el descubrimiento de minas de hierro, en territorio propiamente rifeño, empezando así los conflictos bélicos. España obtuvo su Protectorado, Romanones fue muy feliz con la explotación de las minas y sus beneficios y el Ejército español pagó muy caro todo ese proceso.

Partimos de la base de que los rifeños han sido siempre muy belicosos y crueles y lo demostraron con creces. Son bereberes, con idioma propio, el chelja, inician una serie de razzias desde el Gurugú como base, con las consecuentes muertes españolas. El Ejército español trata de tomar el Gurugú, del que no tienen conocimiento topográfico aún, y son barridos como conejos al avanzar por el Barranco del Lobo y ser tiroteada una tropa sin entrenamiento, proveniente de la Península, desde las laderas.

Se producen 153 muertos, entre ellos el General Pinto, que desde entonces tiene un pequeño mausoleo allí, que se dio en llamar La Piedra Pinto, y 599 heridos. Es necesario movilizar a 15.000 reclutas para evitar un genocidio en Melilla. La guerra va a durar hasta 1927 y no ha hecho más que empezar porque se extenderá a todo el Norte de Marruecos, que fue nuestro Protectorado.

En Annual, en Junio de 1921, se produce una carnicería con 10.000 muertos españoles, con Abd el Krim de caudillo rifeño. Con una tropa de 12.000 hombres muy guerreros, pero sin escrúpulos y mucha crueldad, pueden llegar a las puertas de Melilla, pero sus huestes indisciplinadas se dedican a robar y desvalijar cuanto pueden de las instalaciones militares como civiles del ferrocarril y anexos, dando tiempo a que la ciudad fuese socorrida por La Legión.

José Luis Hernández Plaza


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Sábado, 17 de Noviembre 2018
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