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Luis Aragones, como un político más, olvida sus promesas





El mal ejemplo que los políticos están dando a la sociedad, olvidando sus promesas, manipulando, tergiversando las verdades y negándose a dimitir ha prendido en el derrotado seleccionador nacional de fútbol, Luis Aragones, quien, después de haber afirmado que se iría si España no llegaba a "cuartos de final", ahora dice que se lo pensará, que todo depende de...., etc., etc., como si fuera un político consumado.

El comportamiento falso de Aragonés, un entrenador inseguro y pasado de moda que no ha sabido extraer del fútbol español las anergías necesarias para competir en los mundiales de Alemania 2006, es una clara demostración clara de que los feos compartamientos de los políticos han terminado contaminando a la población española.

Los políticos olvidan que el liderazgo lleva consigo la obligación de ser ejemplares, un rasgo propio del verdadero poder democrático. Ellos son líderes de opinión y ejercen un estrellato social, apoyado en su protagonismo mediático, que los ciudadanos tienden a imitar. Así, si los políticos mienten, el pueblo miente y si se insultan, roban y se resisten a reconocer sus errores, la sociedad termina por hacer lo mismo.

Luis Aragonés, en lugar de dimitir con dignidad, como había prometido, ha asumido esa costumbre política tan española de no dimitir jamás, ni siquiera cuando los fracasos y errores lo demandan, ni siquiera cuando antes se ha prometido hacerlo.


Franky  
Jueves, 29 de Junio 2006
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