Destacados

Los rebeldes hemos ganado batallas importantes



No nos damos cuenta porque estamos en el ojo de huracán, pero la Humanidad está hoy envuelta en una guerra entre los que quieren eliminar las libertades y derechos y los que estamos empeñados en mantenerlos. Esa guerra la está perdiendo la libertad.

Pero no seamos tan pesimistas. Es cierto que el poder opresor, nuestro enemigo, es poderoso y está ganando, por ahora, su guerra contra la libertad y la decencia, pero no es menos cierto que los rebeldes hemos ganado importantes batallas, que cada día somos mas y que a ellos les está resultando muy costosa esta lucha.

Aunque los opresores cuentan con la complicidad y alianza de los multimillonarios, de los poderes en las sombras y de numerosos partidos políticos y gobiernos corruptos y traidores a sus pueblos, la resistencia de los que luchamos por la libertad está siendo dura y nuestras filas no paran de crecer.
—-



La primera batalla ganada es la creación de una resistencia mundial que se opone a los designios de los opresores; la segunda es la del prestigio de los políticos, que está por los suelos, tal vez más que en ninguna otra etapa de la Historia humana; la tercera es la batalla de la protesta en el ciberespacio, donde los rebeldes estamos ganando por goleada.

La batalla crucial de la información se está librando y, aunque ellos tienen ventaja porque cuentan con los medios de comunicación más poderosos, comprados a base de talonarios, dinero público y privilegios, las filas de la libertad están resistiendo y reaccionando, generando periodismo rebelde, popular y amateur, alcanzando metas como el descubrimiento y condena de la corrupción, el rechazo a los impuestos abusivos y el acoso a los gobiernos que son cómplices del poder mundial oculto.

En el fragor del combate no se ven con claridad los objetivos alcanzados, pero hay uno de suma importancia: antes los políticos hacían lo que querían, llenando la vida de corrupción, abuso y arbitrariedades, sin encontrar apenas resistencia. Hoy, sin embargo, todo lo que hacen los políticos es cuestionado y su popularidad es tan baja que suelen ser pitados y abucheados en las calles. En España, donde la lucha contra los políticos que apuestan por la opresión es enconada, Pero Sánchez ya es abucheado en cualquiera de sus desplazamientos y no hace mucho echaron al ministro del interior de un restaurante, donde la gente se unió para protestar y avergonzarlo.

No hace mucho, la gente era inocente, creía en sus dirigentes y tenía la guardia baja, mientras ellos robaban, distribuían a dedo los puestos de trabajo entre sus amigos, se auto adjudicaban sueldos altos, pensiones y privilegios, nunca respondían por sus desmanes y derrotas, se enriquecían, deterioraban la democracia, se atrincheraban en el Estado para saquearlo y practicaban vicios como el amiguismo, el clientelismo, el nepotismo y muchas modalidades de corrupción, saqueo y abuso de poder, mientras que hoy sus abusos y suciedades son detectados, rechazados y denunciados. Algunos de los acusados por el pueblo tienen que dimitir y otros, los más corruptos y entregados a la causa de la opresión, se resisten como fieras a abandonar el poder y sus privilegios.

Las guerras del pasado apenas era cuestionadas, pero la de Ucrania está siendo analizada a diario y ambos bandos sufren el desgaste de la opinión pública crítica.

Hoy, el sátrapa español Pedro Sánchez tiene problemas hasta para utilizar como un multimillonario déspota recursos públicos tan costosos como aviones y helicópteros, mientras que hace apenas una década esa utilización pasaba inadvertida para la ciudadanía. Lo mismo ocurre con los impuestos. Antes se esquilmaba con impunidad y hoy la resistencia ha convertido los impuestos abusivos en un tabú que le cuesta muchos votos a los canallas y saqueadores. La gente despierta ante el abuso de poder y lo hace con rabia.

Otra de las grandes batallas ganadas por la resistencia democrática es haber descubierto y asumido que algunas doctrinas aparentemente hermosas y progresistas, como el socialismo o el comunismo, son trampas engañosas para asesinar las libertades, sojuzgar a los pueblos y dominarlos. También han sido desenmascaradas tramas preparadas por el poder para que los ciudadanos se apasionen, se crispen y les voten, como las del ecologismo extremo, el feminismo vengativo, la ideología de género y otras.

Antes los políticos y dirigentes eran prácticamente impunes, pero ahora conocemos sus canalladas y algunos lo pagan con la cárcel, como consecuencia de la presión popular. Es una victoria clara que ahora seamos conscientes de su suciedad y que ellos tienen que sufrir un duro desgaste por sus despilfarros, abusos y suciedades. El próximo paso tiene que ser castigarlos con la dimisión obligatoria y con cárcel, si la merecen, después de que hayan devuelto el botín arrebatado al pueblo.

Están tan desprestigiados y son tan rechazados que en realidad estamos enfrentándonos a fantasmas que apestan y que ya estarían derrotados y erradicados si no fuera porque los grandes poderes del mundo los sostienen y financian.

Millones de resistentes hemos vencido el miedo al poder, ese que paraliza por temor a castigos y represalias. Ahora nos enfrentamos a los corruptos que dominan el Estado y quieren someter al mundo sin agachar la cabeza ni doblar la espalda, plantándoles cara y echándoles en cara su inmensa bajeza y traición al pueblo y a los grandes valores.

Es evidente que estamos perdiendo, pero la fuerzas se equilibran cada día más.

La resistencia del pueblo está consiguiendo que ellos se dividan y sufran deserciones. Surgen partidos políticos que no comparten su objetivo de adueñase del futuro e imponer la opresión a escala mundial. Les estigmatizan y les llaman "extrema derecha", pero esos partidos crecen. Lo mismo ocurre con algunos países, que no se han plegado a la conspiración mundial den "Nuevo Orden", frente a la cual se organizan alianzas de países rebeldes y no sometidos.

Quizás la mayor victoria obtenida por los rebeldes hasta ahora sea la convicción de que contra los enemigos de la libertad hay que rebelarse y luchar, denunciándolos, haciéndoles pagar caro sus abusos y canalladas, llenando las urnas, mientras no las cierren, de votos en contra de sus intereses. Cada día somos más los que sabemos que contra el abuso de poder no hay otro camino que la lucha incansable y que la libertad hay que conquistarla cada día, porque las fieras despóticas siempre acechan para arrebatar al ser humano, con sus zarpazos, el derecho a decidir y a vivir en paz, al amparo de las leyes y como quiera.

Francisco Rubiales

- -
Domingo, 31 de Julio 2022
Artículo leído 1722 veces

También en esta sección: